Capítulo 7: la espera

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Derek volvió al living donde en el sillón yacía  Stiles. Estaba terriblemente callado y pudo oler su miedo. Se paró a su lado y le informó:

- Melissa va a contarle al sheriff las novedades. Cuando termine su turno seguramente vendrá a buscarte. - 

El menor asintió. Tenía la mirada perdida y siquiera pestañeaba.

Desde que había vuelto en sí Stiles se sentía fatal. El dolor, la fatiga y el hambre  que su cuerpo gritaba, no se comparaba al peso de la culpa que penetraba en sus pensamientos. Sabía sin duda que no viviría mucho más si el Nogitsune seguía por ahí haciendo las suyas. Durante el tiempo que convivieron en su cuerpo, el Void se encargó de absorber su energía vital, y la separación violenta le había quitado la mayor parte de lo que le quedaba. 

- Stiles - el lobo se agachó a su lado y lo tomó de una mano - Sería idiota decirte que no tengas miedo, pero mantené la esperanza, Scott siempre vence a quien se le interponga. - 

El pálido miró su mano sujetada por el hombre lobo. Calor  pensó. Se preguntó también porque Derek se estaba mostrando tan distinto. En ese rato le había escuchado hablar más que en los años que llevaban desde que se conocieron. Y esta muestra de... ¿Afecto? No, apoyo. Parecía nada propia de él, pero a su vez no  dejaba de ser sincera. 

Luego alzando la vista llegó a los ojos de Derek, que lo miraba expectante. Hasta las facciones de su cara eran distintas, más relajadas. Incluso había una pequeña sonrisa dibujada en sus labios. Si Stiles hubiera tenido pulso suficiente, seguramente se habría sonrojado ante toda la situación. Y contagiado por la sonrisa de tener fuerzas. 

Pero no era el caso, estaba agonizando. Sin cortar la mirada que estaban intercambiando, sintió como se le llenaron los ojos de lágrimas. Su labio inferior temblaba. 

- N-no quiero morir - quizás el volver a escuchar su voz luego de la posesión del Nogistsune, o el hecho de admitir que temía lo peor, fue suficiente para quebrarse ahí. Al decirlo en voz alta, sólo se volvía más real. Lo acercaba otro poco a la muerte. Las lágrimas comenzaron a caer rápidamente por sus mejillas pálidas, como si su piel fuera el material más impermeable de la Tierra. 

Derek se permitió compadecer al menor, incluso sentirse triste por pura empatía. Sentimientos que pensó nunca volver a sentir. Así que se hizo hacia adelante y lo abrazó. Se quedó ahí quieto, arrodillado al lado del sillón, abrazando a Stiles que estaba sentado en este. 

El menor por un rato se dejó abrazar, y lloró y tembló dejando salir toda la angustia. No quería hacerlo frente a Scott o su padre. Ellos tenían que verlo bien como siempre, el chico alegre y chistoso. El chico que había superado una situación traumática tras otra sin chistar. 

Luego de un rato estabilizó su respiración y se convirtió en un simple sollozo. Se acomodó y él también abrazó a Derek. No sabía muy bien porque él se había quedado a cuidarlo (¿o vigilarlo?), ya que no recordaba los últimos días estando poseído. Supuso que lo habían decidido por conveniencia entre la manada. Pero aún así, sentía algo que antes no estaba. Algo que de alguna forma, lo unía a Derek. 

Y ese algo era recíproco. 

...

Cuando el Sheriff llegó, Derek le abrió la puerta. El padre de Stiles tenía los ojos llenos de lágrimas, el morocho le abrió paso y con una mirada comprensiva, asintió y señaló al living. 

El reencuentro fue emotivo. El Sheriff abrazó a su hijo como si se tratase del objeto más delicado. Que en ese momento realmente lo parecía. Pálido, huesudo y con una mirada triste.  Se dejó abrazar y correspondió a su padre, limitándose a sonreír un poco. No es que no estuviera feliz de verlo, pero tuvo que fingirlo. Sentía culpa por todo lo que los había hecho pasar, por ser tan débil y haber permitido que el Void tomase su cuerpo. 

Una vez más calmado, el Sheriff volteó a Derek.

- Gracias por devolverme a mi dijo y cuidarlo - la sincera mirada de agradecimiento penetró en Derek. Sintió en ese momento un poco de culpa él también. Quizás Stiles no estaría tan mal sino hubiera otorgado una parte del poder al Nogitsune. 

Quería quedarse hasta que todo esto terminara, y asegurarse de que el menor volviese en sí. Más allá de la culpa, siempre lo consideró un miembro útil para la manada. Y era un humano, al que inevitablemente había que cuidar. 

- No tiene que agradecérmelo a mí señor, fue todo idea de Scott. Si me permite, me gustaría escoltarlos a su casa. Sólo por si acaso... - 

El Sheriff asintió, sin dejar de mirarlo agradecido. Stiles bajó las piernas del sillón lentamente. Tratando de ocultar la mueca de dolor a su padre. Derek lo percibió y rápidamente se colocó a su lado para ayudarlo a pararse. Gesto que el menor no pudo rechazar. Pasando su brazo por los hombros de éste y dejando que lo tomase por la cadera. El lobo al agarrarlo trató de limitar la fuerza, y bajo su mano el hueso de la cadera se pronunciaba grotescamente. Le dedicó una mirada alarmada al menor. Stiles le devolvió la mirada, estando cara a cara y más cerca que nunca uno del otro. Negó despacio y sonrió ante la preocupación que mostraba Derek. Tratando de aliviar la tensión. 

Prácticamente lo cargó hasta la patrulla, tratando de que no se notase tanto para con el Sheriff. Viajó en la parte de atrás con el menor, sosteniéndolo para que pudiera ir sentado.  Con la otra mano sacó su celular del bolsillo, esperando noticias de Scott. Tenía esperanza de que en la pantalla se proyectase un mensaje de victoria, pero la pantalla permanecía vacía. 


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