Sigo siendo yo

Epílogo

Han pasado casi dos meses, y Ander se esta empezando a recuperar del todo. Ya tan solo lleva una venda en el pie y en la cadera, y sus dolores han disminuido mucho.
Hoy, oficialmente empieza nuestro último año de curso. Llevo esperando este día toda mi vida, y estoy nerviosa por todo en general.
Me giro, encontrándome a mi precioso y perfecto novio durmiendo cómodamente en la cama.

-Amor, despierta - Le doy un beso en la mejilla.

-Dios, como amo despertar así.

No se que habría hecho si Ander hubiera muerto, es un pedazo de mí, y sin el no puedo, le quiero, le quiero mucho.

-Hoy es el gran día- Me levanto de la cama de un salto, con una gigante sonrisa en mi cara.

-Kath, tan sólo es el primer día de clase

-No es cualquier primer día de clase bobo - Le arrojo un cojín que coje a tiempo antes de que le de en la cara - Es el primer día de clases de nuestro último año en el instituto.

El tan solo se ríe y sigue intentado levantarse, pero la pereza le puede.

Me meto en la ducha, dejando que el agua corra por mi cuerpo y de paso acabando de despejarme un poco.

Salgo con dos toallas envolviendome el cuerpo y el pelo y intento decidir que ponerme. Debo estar perfecta, hoy mas que nunca.

Al final me decido por un short vaquero claro, y un top atado al cuello de color crema. Me pongo unas converse de color negro, y añado el collar que Ander me regaló cuando hicimos tres meses de novios.
Seco y aliso mi pelo, y me maquillo con un delineado negro, rimmel del mismo color, y un tono rojo claro en los labios.

Cuando me giro descubro que Ander sigue dormido en mi cama, así que me acerco.

-Ander Robert Scott, más te vale levantarte ya y arreglarte si no quieres tener problemas.

Me mira asustado, y se levanta de la cama, dejándome un pequeño beso en la frente.

-Tienes que estar perfecto, eres mi novio, y si yo voy perfecta, tú también.

-Tu estas perfecta siempre, con o sin ropa arreglada.

-Te quiero - Le doy un casto un beso en los labios.

-Te quiero más- Me da otro beso y desaparece por la puerta, dejandome sola en la habitación.

Termino de preparar mi mochila, y tras cojer mi móvil, salgo de la habitación y voy a la cocina.

-¿Drew sigue durmiendo? - El único que se encuentra en la sala es Josh, ya que al igual que yo es el único con dos dedos de frente, que no quiere llegar tarde a clase.

-Si, y si no lo despertamos ahora mismo, nuestro plan entero se irá a la mierda.

Hecho a correr escaleras arriba, intentando pensar una buena excusa para hacer despertar a la bella durmiente, también llamada Drew Johnson.

Me adentro con miedo en su habitación, nunca sabes que te puedes encontrar aquí dentro.

-Drew, ha llegado tu pastel de Bob Sponja - ¿De verdad Kath? ¿No has podido pensar nada mejor?

-¿De verdad? - Yo asiento no muy convencida - ¡Dios! ¡Por fin!

Se levanta de un salto de la cama, y entra en el baño supongo que para asearse.

Al cabo de diez minutos sale totalmente arreglado y listo para ir a clase, o para recibir su sorpresa.

-La tarta esta en la cocina, cuándo termines baja, te estará esperando.

Salgo de la habitación, y mientras bajo las escaleras recibo una llamada de Anna, la cuál acepto casi de inmediato.

-¿Kath? ¿Esta todo listo?

-Si, entrad por la parte trasera de la casa, y meteros en la cocina, tenéis como mucho dos minutos, así que daros prisa.

Cuelgo el teléfono y espero pacientemente a que Drew baje, apoyada en el marco de la puerta.

Oigo ruidos en la cocina, lo que creo que significa que todo esta listo, así que tán solo queda esperar.

Le veo descender por la escalera, y en mi cara se instala una enorme sonrisa, no se espera para nada lo que va a ocurrir.

-¿Que haces ahí parada?

-Esperarte, quiero ver tu reacción al ver la tarta - Miento, en realidad no hay tarta.

Se adentra en la cocina y se sienta en la mesa.

-¿Y mi tarta?

-Drew, me he comido tu tarta, pero te he traído algo que te gustará mas - Habla Josh.

-¿Más que una tarta de Bob Sponja? Eso es imposible, no hay nada...

Se que queda totalmente callado cuando ve a Laura aparecer por la puerta trasera, y tán sólo se levanta, la toma de la cintura, y la besa.

-¿Sigues pensando que no hay nada mejor que tu tarta? - El niega varias veces con la cabeza - Que lástima, en realidad si hay una tarta.

-¿La chica de mis sueños y una tarta en el mismo día? - Todos asentimos - ¿Podría ser mas feliz?

-¿Y sabes lo mejor Drewsito? Laura va a quedarse aquí todo el curso, conmigo - Habla Anna.

-¿De verdad? - Laura asiente sonriente.

Drew esta feliz, y si él está feliz, yo también, no hay nada que me alegre más que ver a mi mejor amigo contento de tener a la chica que quiere a su lado.

-¿Nos vamos ya? - Mi hermano baja la escalera dando gritos, pero al llegar bajo y ver el panorama, se calla.

-Anna, enana - Se abrazab y Ryan besa su frente. En los días que estuvo aquí, se convirtió en la protegida de Ryan, la adora, es como una hermana mas para él.

-Hola rubio feo, te he hechado de menos - Habla ella mientras deshacen el abrazo.

-No soy feo enana, y lo sabes.

Todos reímos, y tras esperar un par de minutos a que baje Ander, salimos de la casa en dirección al instituto.

Anna y Laura se van por otro lado para ver sus horarios, así que la entrada triunfal es algo nuestro, de los chicos y mía.

-¿Listos para nuestro último año? - Ellos asienten.

Los cinco juntos entramos por las grandes puertas de cristal, e inmediatamente todo el mundo se queda mirándonos, mientras andamos por los pasillos hasta el salón de actos.
No voy a mentir, mola mucho ser popular y que todo el mundo te conozca, es lo mejor del mundo.

Y de si algo estoy segura, es de qué aunque hayan pasado mil cosas en un año, Sigo Siendo Yo.