Salimos del restaurante y avanzamos por el corredor principal ahora iluminado por elegantes candiles y velas colocadas en decoraciones de hierro forjado sujetas en los muros.
Conforme nos vamos alejando, la música al fondo va dejando pensamientos confusos en mí, vuelven a mi mente temas que no quiero analizar al mismo tiempo que comprendo que en realidad no deseo irme.
- No sé qué decirte.
- Que tal la verdad.
Se detiene y me observa mientras niega con la cabeza.
- Pasar la tarde a tu lado ha sido la experiencia más maravillosa que he tenido en mucho tiempo.- dice mientras se recuesta en un pilar.
-¿Pero?
- No imaginé que nos encontraríamos con ellos y mucho menos que dirían todo eso...
Se siente muy nervioso, pasa la mano por su cabello dejándolo caer de una forma muy tentadora, justo como desee hacerlo mientras bailábamos y termina masajeando su nuca con un gesto de contradicción.
- Sabe qué, olvídelo. Es tarde y lo mejor será irnos ¿no cree?
Me mira por un momento y luego suspira. Me giro para continuar caminando y luego de un par de pasos le escucho decir:
- Lo mismo que te dije a ti, lo he comentado con mi familia en algunas ocasiones.
Me detengo en frío cuando mi mente me presenta una serie de imágenes de una familia comiendo, platicando sobre mí como si platicaran de la última novedad del momento mientras se pasan un plato de ensalada entre sí.
-¿Su familia?
- Mi madre, Otto, Karin y Matheu, mi hermano mayor. Aunque a Matheu no lo veo mucho, vive en Oslo.
Sus hermanos y su mamá saben de mí. ¿Pero cómo es posible? La idea da vueltas en mi cabeza y necesito aferrarme a algo firme.
- Ven Laila.- dice sujetándome de la cintura mientras me guía a una grada a unos pasos de nosotros.
- ¿Qué pueden saber de mí, si usted y yo ni siquiera nos conocemos?
- En realidad Otto y Karin exageraron en sus comentarios.- dice tratando de hacer que esto parezca más casual, pero para mí no lo es.
- Está bien, te lo diré de esta forma: Ya te expliqué que en cuanto te vi por primera vez algo en ti me atrajo. Después de aquel día, pase mucho tiempo pensando en ti, me sentía como un colegial tras una niña. Unos días después mientras estaba con Otto en la cafetería del campus, te vi entrar con un grupo de chicas, Otto se percató de que te observaba y así empezó todo. Cada vez que había alguna oportunidad me preguntaba sobre ti y después Karin te mencionó mientras estábamos en casa de mi madre. Al final, no se trata de lo que sepan de ti, más bien es qué saben ellos de mí.
Su rostro parece relajado pero sus ojos me ven con cierto recelo que me hace sentir inquieta.
- No me sentí cómoda al verme en desventaja. Me sentí...
- Lo sé, pequeña. Y no sabes cuánto lamento que te sintieras incómoda. Pero jamás permitiría que te dañaran; lo que ellos dijeron no eran más que pamplinas. En realidad son muy agradables y sobretodo son de fiar, simplemente hoy no ha sido buena oportunidad.
¡Sobre todo si tomamos en cuenta su condición! Y cuando lo digo necesito mucha fuerza interior para encararlo.
- Fue incómodo cuando Karin mencionó que usted...
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Una tarde a mitad del verano
ChickLitLa primera parte de la historia sobre una chica universitaria, que está por tomar interesantes decisiones en su vida, para ello se toma una tarde para si misma, sin imaginarse que un encuentro casual podría cambiarlo todo. ...