✏️Mi vida junto a ti [ChenMin]

1

-El café y el sabor de sus labios-

Si había algo que odiará, además de los chistes malos, era quedarme a trabajar los fines de semana. Es que, joder, soy el jefe entre los jefes, el líder, el comandante, el capitán, el dueño de la maldita industria cinematográfica, ¡Se supone que puedo hacer lo que quiera! Tal vez no todo es tan lindo como nos lo imaginamos.

Me gustaría estar en mi hogar, con mi bebe, viendo películas en nuestra sala de cine.

Sin darme cuenta, de tanto pensar en mi pareja, desvíe mi mirada a aquel cuadro que tenía en mi escritorio de él y yo, porque siempre debo presumir a los demás nuestra hermosa relación. Tome aquel objeto entre mis manos y observe detenidamente el retrato de mi bebe, sus bellos ojos gatunos maquillados tan bien como a él le sale, su delgada contextura, aquel cabello desordenado pero que lo hacía verse extremadamente tierno y esas mejillas voluptuosas que adoraba apretar, mi pareja definitivamente era el más hermoso ser vivo que podría existir.

De tanto pensar en el, no me percaté que estaban golpeando la puerta de mi oficina y, cuando aquella persona se canso de tocar y que no le contestase, entro a mi oficina.

- Maleducada...-dije en voz baja, si importarme si la persona escuchaba o no, y era de esperarse que esta, más conocida como mi secretaria, entrara así sin más.

- Disculpe que lo moleste JongDae pe...-
¿acaso a esta chica no le enseñaron modales?

- Señor Kim para usted Señorita Shin, no soy ni su amigo ni su familiar, soy su jefe y tiene que tratarme como tal- cambie mi tono a uno más serio y formal.

- Lo siento señor Kim, solo venía a informarle que ya termine mi trabajo y que si necesitaba algo más- camino lentamente hacia mí mientras desabotonaba algunos botones de su apretada camisa para dejar ver un poco de su sosten rojo, niñata tonta, nunca me acostaría con alguien más teniendo a mí sensual bollito en casa.

- No necesito nada de parte de usted Señorita Shin, así que le pido por favor que se retire-

-está seguro Jefe?- mordió su labio ¡Ja! Como si eso la hiciera verse sexy. Se colocó detrás mí y acercó su boca a mi oreja - podríamos divertirnos mucho juntos-.

-Nunca estuve más seguro en mi vida y si usted no se retira, me retiraré yo- tome mi maletín para levantarme de mi asiento y finalmente salir de ahí. El lunes la despediría, no quiero que me traiga problemas.

Me dirigí al ascensor y toque el botón para que este abriera sus puertas, entre a él e indique el piso "0". Cuando llegue, salí del ascensor y camine hasta la puerta de salida para acercarme a mí auto, entrar en el, encenderlo y marcharme.

Antes de llegar a casa, decidí primero pasar por una cafetería y comprar dos cafés y un pedazo de pastel. Un Capuchino para mi bollito, un café con leche para mí y la rebanada de pastel de chocolate, el favorito de Minseok.

Luego de unos 20 minutos de viaje, llegue a mi hogar. Habían pasado pocas horas del mediodía y suponía que al pasar la puerta estaría mi bello principito esperándome.
Al entrar a casa llame a mi pareja pero esta no respondió, intrigado, camine hacia el living y observe una de las mejores imágenes que haya podido ver: mi pequeño Minseok estaba dormido en el amplio sofá, utilizando una simple camisa vieja que me pertenecía mientras que sus cabellos estaban totalmente revueltos. Sin que pueda resistir aquella hermosa imagen, fui rápidamente a dejar las cosas en la cocina y tome mi celular y dediqué mi tiempo a sacarle miles de fotos, porque esta escena era demasiado preciosa para no recordarla.
Luego de llenar mi galería de fotos con más imágenes de mi bollito, fui a cambiar mi traje por una ropa más cómoda y simple.
Volví a la sala de estar para despertar a Minnie, me acosté como pude a su lado y lo abrace y bese reiteradas veces su cabeza