El cambio de Ulises

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Desperté tranquilo junto con Ulises y me besó en la frente cariñosamemte.
-Buenos días osito lindo- dice sonriendo.
-Buenos días mi amor- digo y beso sus labios.
-Jeje mi osito tierno como siempre- dice tranquilo.
-Jeje si- me estiro, me levanto de cama y me dirigo a las escaleras.
Llego y bajo tranquilamente, tarareo una canción al bajar. Escucho ruidos en la cocina y bajo más apresurado y me dirigo a la cocina. Al llegar veo que Alvaro y los otros estaban preparando el desayuno.
-Eh chicos Marcos despertó-  anuncia Alvaro y ponen la mesa.
David me hace tomar asiento en la punta y sirven el desayuno para todos: sandwiches de jamóm y queso, jugo de naranja y café.
Baja Ulises y se pone serio, se dirige a mi  toma asiento a mi lado gruñendo leve.
-Grrr...yo quería preparar tu desayuno...y lo haría con amor...mucho amor- dice entre gruñidos.
-Calma amor- le doy un besito en los labios- mañana lo harás tu.
-Jeje...bueno mi osito- sonrie y corresponde al beso.
El desayuno fue tranquilo para todos. Ulises a mi lado contandome todos sus logros en la vida que son memorables. Los otros hablaban entre ellos y de vez en cuando me miraban y reian leve. Terminamos rápido y se llevaron los trastos sucios a la cocina para lavar.
-Amor...debo decirte algo- me dice Ulises al ver que todos se fueron a la cocina enorme.
-¿Qué es?- pregunto curioso.
-No me siento lo suficientemente grande...-dice mirándose.
-Eres enorme mi amor- lo abrazo.
-¿Tú crees?- pregunta abrazándome y levantándome.
-Claro que si jeje- sonrio y beso su frente.
-En el laboratorio mio puedo formar con facilidad la dosis que me hizo crecer....-dice mirandome.
-Me gustaria volver a ver el laboratorio...-digo pensando.
-Vamos ya entonces- dice Ulises y nos levantamos.
Salimos del comedor y nos dirigimos a la puerta del sótano. Abre la puerta y bajamos. Al bajar enciende la luz. Veo la puerta bien escondida y Ulises la abre dejando ver el pasadizo. Entramos y caminamos hasta llegar a la puerta hermética. Ingresó la contraseña y entramos al laboratorio avanzado. Enciende las luces y veo que todo estaba limpio y ordenado. Ulises se acerca a los frascos y sin pensar mucho se pone a mezclar los líquidos  de distintos colores en un gran tarro de vidrio. Al terminar el tarro esta lleno de un líquido espeso y rojo como la sangre.
-Wow...¿Ese es la dosis?- miro impresionado.
-Obvio que si- dice sonriendo.
-Es mucha dosis...-digo pensando en los resultados.
-Ya lo se jeje- dice y bebe todo el liquido de un gran trago.
Se queda quieto y se le cae el frasco de las manos.
-¡Ulises!- me acerco a el rápido y lo muevo poco- ¿Estas bien?- pregunto preocupado.
-C-corre...-dice entre gruñidos y salgo del laboratorio rápido.
Corro hasta el final y entro al sótano. Subo las escaleras y cierro la puerta. Subo las escaleras principales y voy a nuestra habitación y me encierro con llave. Oigo pasos acercarse.
-Marcos ¿Qué pasó? ¿Por qué corres?- pregunta Alvaro.
Se oye un gran golpe en el sótano y todos van a ver. Escucho los gritos de terror y los golpes mientras tiemblo.
-Ulises...-me meto bajo la cama.
La puerta es derribada y veo grandes pies y enormes piernas muy velludas. Oigo gruñidos fuertes y me quedo en silencio total mientras veo que los pies se dirigen al armario, lo abre de golpe y los pies se dirigen a la cama y se queda quieto. En un movimiemto rápido mete su mano y agarra mi pierna y me saca de ahí...lo que veo me deja sin palabras...
Ulises era más alto y sus musculos enormes me hicieron temblar. Sus ojos estavan rojos y era mucho más belludo.
-¡Sueltame!- griro tratando de liberarme.
Gruñia más fuerte y veo todos sus dientes puntiagudos.
-M-marcos...-habla en una voz grave.
-No me mates por favor- digo con ojos cerrados.
Me abraza fuerte.
-Nunca sentí tanta fuerza...-dice y besa mi cabeza.
-Eres un gigante...
-Tu gigante amor...-acaricia mi cabeza con su gran mano.
-Jeje...debes de tener bastante hambre...- digo acariciando su pecho.
-Mucha- dice y su estómago suena.
-¿Qué harás de comer?- digo y me carga en sus brazos y camina hasta fuera de la habitación.
-Unos grandes canelones- dice y veo que todos estaban dispersos y adoloridos.
Alvaro el más cercano al volver a ver a Ulises gritó de miedo.
-¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Marcos trata de salvarte!!!- grita y Ulises gruñe fuerte.
-¡Calmense chicos! -grito y ambos se quedan en silencio.
-Marcos...él...-dice Alvaro.
-Los dejó mal heridos, lo sé, pero es porque su nueva fuerza lo hizo descontrolarse- digo tranquilo.
-Si, me pase un poco heh...- dice y besa mi cabeza.
-Bueno, ¡Todos levantense y vallan al comedor para el almuerzo!- anuncio y beso los labios de Ulises.
-Haré canelones con amor sólo para ti- sonrie y baja las escaleras conmigo.
Todos se levantan adoloridos y van al comedor detrás de nosotros.

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