Nos levantamos de cama rápido y nos vestimos. Miro la hora por mi celular y me asusto.
-¡¡¡Aaahhh!!! ¡¡¡Debo llegar en 20 minutos o menos!!!- agarro mi mochila.
-Tranquilo amor que si llegaremos- dice Alvaro tranquilo.
salimos rápido de su casa y nos subimos al auto. Lo enciende y acelera.
-¡Wooow!- me sorprendo y me abrocho el cinturón de seguridad.
-¡Sujetate fuerte amor!- mientras conduce sonríe.
Conduce esquivando autos y peatones.
-¡¡Aaahhh!! ¡¡Cuidado Alvaro!!- cierro mis ojos fuerte temblando poco por el miedo a pensar en lo peor en ese momento.
Al cabo de unos cuantos minutos llegamos y abro los ojos.
-Ufff...intactos...-miro mi celular- y con dos minutos de sobra- sonrio.
-Te lo dije mi amor- me besa con pasión y correspondo.
-Mmnnn...nos vemos más tarde mi amor- sonrio y bajo del auto con mi mochila.
Entro rápido al colegio y voy a mi salón que se encontraba al fondo. Al llegar estaban todos hablando con sus grupos y yo estaba solo... me senté en mi mesa donde siempre estaba, nadie pregunto por mi ausencia, pero no di mucha importancia a eso, sólo quiero hacer el recorrido al lugar de esa vez. Un chico se me acercó y se paró frente a mi. Lo miré y era el tipico chico rudo de la clase que no le importa casi nada, casi adicto al deporte y al alcohol, sin mencionar que fuma, Gastón
-Eh Marcos, hasta que decidiste volver al colegio- me sonríe.
-Ah, hola Gastón- le devuelvo una sonrisa pero fingida.
-Hoy es el recorrido ¿Lo sabías?- me mira tranquilo.
-Claro que lo se, por eso vine- explico.
-Hoy iremos a ver una de las más grandes oficinas del lugar.
-Las oficinas de...¿Scheider?
-¡Claro que sí!- responde animado.
-Sera interesante- respondo algo serio.
-Jeje en especial porque en esa zona hay chicas muy- me mira y sonríe de forma pícara.
A Gastón se lo conoce como alguien muy mujeriego y anda con todas. Tiene un buen cuerpo con músculos y seducía al instante a toda chica.
-¡Chicos al patio!- anuncia la profesora.
Todos y los de otras divisiones salimos de nuestros salones. Al estar todos afuera formamos una fila de chicos y otra de chicas. Se me acercan dos compañeros con los cuales he hablado por más tiempo, los altos Francisco y Tobias, tambien con sus aspectos musculosos pero muy tranquilos y les gustaba lo mismo que a mi.
-Eeehhh Marcos ¿Donde estabas?- pregunta Francisco.
-Te has desaparecido por un buen rato jeje- dice Tobias.
-No me pasó nada malo...sólo tube buenas experiencias- respondi sonriendo- los extrañé chicos.
-Jeje igualmente Marcos- responden ambos.
Las filas comenzaron a moverse, todos teníamos nuestras mochilas en la espalda con cosas para hacer anotaciones interesantes. El gran edificio estaba en el centro de la ciudad, lo cuál era cerca para nosotros. Pasó un rato y llegamos a las puertas del gran edificio. Este era enorme con diez pisos de altura. Algunos estaban emocionados y otros sólo se interesaban en conversar con sus grupos. Al entrar nos dirigimos a las escaleras mientras los profesores explicaban las cosas que se realizaban y cosas que habían ahí. De vez en cuando estaba escuchando lo que decían los profesores pero más que todo pensaba en Ulises...
Pasó un largo rato y ya estabamos en el ultimo piso. Nos dirigimos a la sala más grande e importante: El salón de reuniones.
-Marcos, estabas callado todo el rato ¿Qué sucede?- pregunta Francisco preocupado.
-¿Algo malo te pasó?- me mira Tobias.
-No no chicos...no quiero hablar mucho...-digo y me estiro mientras algunos empleados nos daban sandwiches y bebidas.
-Bueno...cualquier cosa...puedes contar con nosotros- dice Francisco.
-Exacto- dice Tobias sonriendo.
-Gracias chicos- sonrio y empiezo comer el sandwich que me dio un empleado.
Todo era tranquilidad...almenos hasta que se escucho el alboroto...
Los empleados comenzaban a verse preocupados y algunos nos miraban. Noté eso y me fui al sanitario de hombres del piso. Entré a una puerta y por suerte esta me tapaba la cabeza.
Entraron dos hombres y estaban conversando.
-¿Qué rayos está sucediendo abajo?- pregunta uno preocupado.
-Entraron ladrones y estan matando a todo el personal- dice el otro furioso.
Se oye un golpe fuerte en la pated.
-¡Mierda! ¿¿¿Y qué haremos con los estudiantes??? ¡Morirán si se quedan!
-La policía está en camino...si llegan a tiempo se salvaran...caso contrario...-dice y suspira.
-...No...¡No!- empieza a llorar.
-¡Amigo calma! ¡No deben verte así o los profesores y alumnos sospecharán!
-¡No quiero morir hoy!- dice llorando.
-¡Calmate!- se oye lo que al parecer lo cacheteó para que se calme.
-...-quedó en silencio sollozando leve.
-Perdón por hacerlo pero debes hacerlo...¿Si?...todo estará bien...ahora vamos ahi afuera.
Se oyen los pasos salir por la puerta.
Vomito en el retrete temblando. Salgo y me miro en el espejo y noto que estoy muy pálido.
-Están matando a todos...pronto a nosotros...-saco mi celular y veo que no tengo señal- mierda...cortaron la señal...Ulises...este es un buen momento para que aparezcas...-digo y toco mi collar que me dio- por tu osito...
Salgo del baño y intento recuperarme para fingir que nada pasó. Gastón se acercó corriendo a mi.
-Eehh jeje mucho tiempo en el baño- sonrie y rie leve.
-Si...jeje- digo sonriendo fingidamente.
Se oyen muchos disparos que se van acercando. Todos empezamos a sentir miedo y los profesores se alteraron. Todos intentaban llamar por ayuda con sus celulares pero no funcionó...
Los disparos se escuchaban más cerca. Nos atrincheramos todos en la sala y tapamos la puerta con la mesa grande y las sillas.
-Eso deberia de funcionar...-dice un profesor.
-¡Todos mantengan la calma por favor!- dicen los profesores y se oye un disparo, un profesor edtaba armado con un revolver y se hizo el silencio.
-Todos se van a calmar ahora...-dice enfadado y nos quedamos en silencio.
La puerta empieza a aser golpeada y el profesor armado se acerca a la puerta. Disparan contra la puerta y le dan al profesor, este cae muerto en el suelo. Me acerqué a el y disimuladamente le quité el arma y la guardo en mi mochila. Los ladrones rompen la puerta y quitan el bloqueo. Estos usaban máscaras de dragones y nos apumtaban a todos.
-¡Jefe venga! ¡Encontramos chicos!- dice y se acerca uno con máscara sonriente de un oso.
-Jeje estos nos serviran para venderlos a un buen precio ¡Tenemos una mina de oro aqui!- dice y se acercan los otros ladrones. Eran 20 en total.
-¿Qué le haremos?- pregunta uno.
-Fácil, nos los repartiremos- dice el jefe- Yo elijo a ese- apunta a Gastón- a esos dos de allá- apunta a Francisco y Tobias- y a ese panzón de ahí- dice y me apunta.
-¿Qué les hará jefe?- Pregunta uno.
-Los venderé...pero me quedaré con el panzón- dice y rie.
Los otros ladrones se quedaron en silencio. Quizas porque saben de lo que es capaz su jefe...o sabrán lo que me pasará...obviamente ser vendido era mejor que quedarse con él.
Los ladrones escogieron a sus rehenes y bajaban por las escaleras. El jefe bajó por el ascensor con nosotros. Llegamos a la planta baja primero y salimos del edificio. En la calle habían varias furgonetas. La del jefe era la más grande. Nos hizo subir en la parte tracera a punta de pistola y cierra la puerta.
Los cuatro estabamos asustados...pero más que todo yo...ellos serán vendidos y yo me quedaré con el jefe...
Ulises...salvame...por favor...
