Agosto 5
Sebastian... te extrañé ayer, de verdad mucho, diría que demasiado para ser sano.
Asistir a la universidad fue imposible ayer, salir de mi casa fue imposible, levantarme de mi cama lo fue...
Al despertarme inmediatamente deseé no haberlo hecho. Mi cabeza tenía una guerra con mi cuerpo... mis manos bailaban a su alocado ritmo frenético y mi pecho me golpeaba cada vez que trataba de aspirar ¿Puedes imaginarte todo eso pasando en tu cuerpo? espero que no porque es realmente horrible, es doloroso y desesperante... sinceramente aún no logro entender todo lo que pasa dentro de mi. No entiendo su origen , no se lo que quiere de mí, no encuentro la respuesta a dónde me llevará esto...
Llamé a Sabrina... mis primeros intentos fueron fallidos, no tomó mi llamada... cuando llamé a su casa no tuvo más opción que contestarme... Su voz esa dura pero no indiferente, supo que algo andaba mal apenas pronuncié las primeras palabras, trató de tranquilizarme por teléfono... realmente no logró mucho peor fue un avance poder respirar sin que doliera como el infierno...
Cuando llegó a mi casa tenía los ojos encendidos, sus mejillas rojas y su respiración agitada... Se acercó a mi y rapidamente me abrazó, le susurré que me perdonara pero no me respondió nada. Su proceso para aliviar mi dolor comenzó y en poco más de media hora ya estaba durmiendo.
Me desperté a mediodía y fue lo mismo. Sabri estaba conmigo y me ayudó de nuevo, así fue mi martes... con Sabri y mis demonios.
¡Espero poder verte en el transcurso del día!
Aquella chica
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Aquella Chica
RomanceElla, esa pequeña chica de los pasillos de la universidad conoció a este chico que se convirtió en su única salida. La primera vez que lo vio, le pareció increíble... Inmediatamente comenzó a enviarle cartas, contándole tantas cosas sobre su vida...