Almas rotas

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Agosto 21

Hola Sebastian... te extraño un montón.. esta semana no ha mejorado y no me ayuda no ver tus ojos y tu sonrisa.

había olvidado comentarte que Sabrina está aquí en mi casa, estoy feliz de tenerla conmigo, papá está más tranquilo y mi casa no se siente vacía. ella aún no comienza sus clases en el conservatorio así que tiene un montón de tiempo libre (así dice ella), vive estudiando todo el tiempo.

Llegó el martes en la noche, fue muy cool, vimos muchas películas... ayer llegó de alimentar a sus perritas después de la lluvia. me atreví a darle respuestas... Aún tengo la escena grabada en mi memoria, lo que dijo, como me miró, como se derrumbó en el suelo, como me apretó fuerte.. como sentí mi corazón caer en pedazos mientras escuchaba el sonido del suyo al quebrarse frente a mi...

Sabrina es un Sol peor ayer su luz se atenuó, sus ojos perdieron luz , sus palabras eran dagas, sin querer serlo fueron armas filosas sobre mi cuerpo...

- "¿Realmente es real lo que me dices? no puedo creer que esto no sea una pesadilla, aún tenía esperanzas, aún me llenaba de fantasías cada vez que te daban esos ataques, aún me mentía cuando te dormías en mis brazos luego de llorar por horas, aún así creía que no era nada serio, que no era más que una tontería que se quitaría con horas de sueño y un té...Chiquilla, el peligro es real, es real y está dentro de ti, está en tu cabeza, no es un juego... no es un mal sueño, tus manos tiemblan ¿entiendes eso? tu pecho no te permite respirar, tu cabeza hace que quieras morir, ¿sabes lo qué es eso? 

Estás en peligro... y yo no puedo hacer nada, no puedo y muero lentamente, estás matándome, no deseo culparte, Dios sabe que no lo hago pero ¡Pulga por Dios!... esto me destroza porque lo único que sé hacer es ponerte un soneto y vendarte los ojos para que puedas dormir un par de horas...

Yo no quiero que sufras, no quiero que tu vida se transforme en una pesadilla como las que tienes en las noches, yo quiero que sonrías y puedas escribir tanto como quieras, que leas hasta que se te acaben los libros, que le escribas a ese chico Sebastian al que le escribes cuando no estoy... Si, se que lo haces, no eres buena escondiendo cosas, no eres buena en muchas cosas, pero eres perfecta siendo mi amiga, eres perfecta siendo quien eres y sosteniendome... Y tengo miedo, estoy aterrada de no ser fuerte y no sostenerte... tengo miedo de perderte pulga... lo tengo... " 


Ella siguió hablando y llorando hasta que se quedó dormida en mis piernas... Y allí lloré yo, lloré como nunca, lloré por ella, por mí, lloré por ti, por todo... lloré hasta que se me olvidó la razón principal de mi llanto.

Sebastian tengo un largo camino por recorrer, tengo que ser fuerte y no sé cómo. Espero saber que camino escoger y que batallas librar y dejar pasar.

Ya veré que hago con todo este lío, Sabrina está rota por mi culpa y no se como repararla si no se como recoger mis propios pedazos.

Me gustaría desaparecer todos mis demonios.


Aquella Chica.


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