¿Qué es sobrevivir al propio Infierno? ¿Que significa fracasar ante tantos años de preparación? ¿Qué es sentirse traicionado por tus propios hombres? ¿Qué se siente al tener que vengar a tu propia familia?
¿Qué pasaría si alguien es capaz de cambiar...
Después de aquella charla con Sir Davos, Kaetlyn se sintió mucho mejor. Acogida y acompañada, aquel hombre le parecía interesante, un hombre de palabra. Se preguntaba si ciertamente tenía razón y aquella malvada bruja era la reencarnación del mismo diablo, ella no sabía como pudo acabar con la vida de una familia entera, solo hablándoles y mostrándoles simples palabras, entrando en su cabeza.
Pero aquello no importaba, ella se sentía bien con sigo misma, siempre pensando que aquellas personas que habitaban el otro lado del muro, el sur, eran totalmente agresivos y despreciables con su pueblo, pero sin embargo, ignorando a aquellos ignorantes soldados de la guardia de la noche, la gente que había conocido eran interesantes y en ningún momento habían mostrado agresividad o desprecio hacia ella por su condición social.
Mientras estaba sentada frente a la ventana, observando caer los copos de nieve que blanqueaban las negras paredes de aquel lúgubre lugar, aquel niño que Jon había tomado como mayordomo irrumpió en la sala con educación, llevándole el mensaje del lord comandante.
— El Lord Comandante la busca, Lady Kaetlyn.— Dijo aquel niño con las manos entrelazadas en la espalda mientras miraba con cautela e inseguridad a la salvaje, desde el ataque a su aldea no podía ver a uno de ellos con buenos ojos, para él, eran simples asesinos.
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— Enseguida marcharé hacia allí, hazle saber que no tardaré nada.— Olly asintió y desapareció por aquella puerta. Kaetlyn se acercó a la percha y tomó una capa que le habían entregado a cambio de sus harapos, además, le habían confiado varias prendas de ropa por la cortesía de Jon.
Se anudó la capa correctamente y se envolvió con ella, las ropas de la guardia de la noche no estaban tan preparadas como las que ella usaba en su tierra natal, estas preservaban menos el calor de la ropa trabajada y confeccionada por su pueblo, pero el motivo por el cual Jon le había dado aquellas ropas era simple y ella lo recordaba cada vez que observaba el cuero negro que vestía.
"Llevarás estas ropas para que ellos te sientan como alguien más del castillo y no seas vista como una salvaje. Esperemos que así, tu imagen mejore con el tiempo.".
Aunque, a pesar de entender aquellas palabras, la confusión la creaba el hecho de que sus compañeros como Tormund, cuando hacían una estancia en el castillo debían vestir sus propias ropas, si era así... ¿Qué diferencia había en llevar ropa de la guardia de la noche si todos sus amigos llevaban las ropas salvajes? ¿A caso aquello iba a dar diferencia a su imagen? Ella seguía siendo salvaje, vistiera lo que vistiera y todas las miradas acusadoras que la observaban durante el paseo se lo recordaban.
Una vez llegó a la torre del Lord Comandante, los guardias dejaron pasar a la joven, haciendo que esta se encontrada de nuevo con Olly, el cual le abrió la puerta amablemente, aunque su mirada era rencorosa y agresiva.
