Campamento de Verano© (Verano #1) [EN EDICIÓN]

Capítulo 41

¿"Eso que tú y yo sabemos"? Apenas se nota que a Jade le encanta sembrar la duda. Creo que ver tantas series y leer tantas novelas le está empezando a afectar, y al parecer, eso conlleva que me afecte a mí también, porque reconozco que me ha dejado algo intrigada. Sólo un pelín.

Bueno, quizás un poco más.

—Todavía no me has contestado.

—Creía que dabas por hecho que acepto mi parte del trato.

—¿Así? ¿Tan fácil?

—Si quieres lo consulto con la almohada —bromea Caleb—. Aunque supongo que, si no es hoy, es mañana. O el año que viene. Todo sale a la luz tarde o temprano, así que no te preocupes.

—¿Ahora no te importa que la gente se entere? —inquiere Jade entre risas desafiantes.

No sé por qué, pero esto me preocupa más de lo que debería. Si me dieran a elegir un poder ahora mismo, sin duda escogería el de leer las mentes de las personas. En concreto las de Jade Morrison y Caleb Brown, a poder ser.

He llegado a una conclusión que no me hace mucha gracia, honestamente. Por las miraditas que se han echado y por lo que se han soltado el uno al otro en un momento, diría que he podido leer entre líneas y confieso que me huelo lo peor.

Me intento deshacer de mis pensamientos, que probablemente sean una locura, y espero a que Jade termine de comer. Por un momento, agradezco que hoy haya escogido una comida más bien ligera; sin embargo, y como si quisiera reírse de mí mentalmente, parece que la conversación con Caleb le ha entusiasmado tanto que ha decidido volver a llenar su plato. Genial...

Yo he acabado hace un buen rato, así que no me queda otra que quedarme con Jade hasta que todos se marchen. Todo sea por comprobar qué hay de real en mi presentimiento sobre el "secreto" de Caleb.

Ahora que se ha marchado la última chica que quedaba en el comedor, creo que por fin ha llegado mi momento.

—Tía, ¿no te da pena Alexa? ¿Y qué vas a hacer ahora con Jason? —suelto de pronto, antes de que se me puedan atragantar las palabras.

Nada más escucharme, Jade escupe toda la Coca Cola que tenía en la boca.

—¿De qué mierda estás hablando, Evelyn?

—De Caleb, obviamente. Algo ha tenido que pasar entre vosotros para que actuéis así... ¿no? —le digo, gesticulando con los brazos de forma exagerada.

Entonces, Jade me mira con los ojos abiertos como un búho, como si hubiese perdido la cordura por completo. He de admitir que me está asustando, o al menos, me estaba asustando hasta que ha estallado de la risa.

—Dios mío... ¡Estás peor de lo que creía, amiga! —exclama Jade antes de dejar escapar otra carcajada bien sonora—. Controla tus celos, fiera.

—¡Jade! —replico, muerta de la vergüenza y roja como un tomate. Pero ella sigue riéndose sin ningún tipo de miramiento.

—Mira, me cabrea que pienses que yo le haría algo así a Jason... Pero es que eres tan ingenua que no puedo ni enfadarme contigo.

—¿Ingenua?

Jade se encoge de hombros y me mira con los ojos entornados, como si fuera más que evidente lo que está ocurriendo. Pero no, maldita sea. ¡No lo es! Desde luego, nunca me había sentido tan tonta hasta que llegué aquí, donde aparentemente, no me entero de absolutamente nada.

~~

Me ha costado lo mío, más que nada porque Andrew triplica mi fuerza. Pero por increíble que parezca, he logrado detenerlo. Ha sido ver a su padre e iba a salir por patas de aquí. Y es que, por alguna razón que todos desconocemos, Patrick se encuentra junto a Emily enfrente de todos, en la segunda planta de la casita. Luce un aspecto mucho más aseado que el día en que lo fastidió todo con su hijo, aunque también sonríe con tristeza.