El vuelo fue fácil para Regina, en cambio, el trayecto en tren se hizo más largo y pesado. Amber ya no aguantaba en su sitio, obligando a Regina a pasar la mitad del tiempo en los pasillos para no molestar a los otros pasajeros.
Una vez en San Francisco, sintió su pulmones llenarse del aire yodado. Comprendió hasta qué punto había echado de menos esa ciudad. Incluso Amber parecía feliz de nuevo, no solo por dejar ese maldito tren, sino también por reencontrar terreno conocido. Después de más de seis horas de viaje, Regina estaba extenuada.
Después de alquilar un coche, volvieron a casa. Parada, frente al edificio, le pareció como si hubiesen pasado meses desde su marcha. Tantas cosas habían pasado: la llegada de Emma, su vuelta a Storybrooke, su encuentro con Henry y el resto del pueblo...Y finalmente, hela aquí, en su casa, porque sí, era incuestionable que esa ciudad, ese apartamento eran su casa.
Tomó su maleta y subió hasta su apartamento. Al llegar al umbral de la puerta, miró de forma mecánica su teléfono...Pero nada. ¿De verdad pensaba que Emma mantendría su promesa tan fácilmente?
Suspiró mientras Amber arañaba frenéticamente la puerta.
«Hey, ¿qué te ocurre? ¿Ansiosa por entrar en casa, eh?» La perra lloriqueó más alto y arañó más profundamente hasta que Regina consintió en abrir. Amber salió disparada hacia el salón, casi haciendo caer a Regina. «¡Hey!»
Pero rápidamente comprendió el interés y la excitación de la perra, esta se dirigió hacia el sofá en el que había una persona, escondida tras un inmenso periódico desplegado.
«Pero...¿qué...quién...?» la persona bajo entonces el periódico y el corazón de Regina se saltó un latido «¿Hen...Henry?»
El pequeño, sentado en medio del sofá, todo sonriente, dejó el periódico de lado para acariciar y besar a Amber que agitaba su cola con alegría y vigor, acompañándolo con ladridos.
«Henry, pero...¿qué estás haciendo aquí?»
«Nos llevó como dos segundos después de tu partida. Supimos lo que teníamos que hacer» dijo todo sonriente
«¿Nos?»
«Nos» lanzó una voz femenina detrás de ella. Regina se dio la vuelta y vio a Emma salir de la cocina, también ella con una gran sonrisa dibujada en el rostro «Ya hice una estupidez al dejarte marchar una vez...» dijo acercándose a ella «No quería repetir lo mismo»
«Pero...Emma...»
«Lo comprendimos al segundo de despegar tu avión. ¿Sabías que un niño en menos impedimento que un perro para encontrar un vuelo rápido y directo?» dijo sonriendo
«A penas hemos tardado tres horas en venir. Nos ha dejado tiempo para acostumbrarnos a eso» dijo Henry acercándose a su madre.
«Sabía que mis locos años de delincuente me ayudarían para entrar en tu casa ilegalmente» dijo divertida Emma agitando un clip.
«Pero...¿la escuela? ¿Y tu trabajo?»
«Me da igual, todo eso es material. Inscribiremos a Henry aquí el próximo semestre, en cuanto a mí, voy a buscar cualquier cosa en esta inmensa ciudad, algo habrá»
«Pero, ¿tus cosas? ¿Tu ropa? ¿Y tus padres...?» suspiró una Regina completamente descolocada.
«No te preocupes por eso. Uno, soy bastante grande para hacer lo que quiera de mi vida, y dos, las cosas se pueden volver a comprar aquí. En lo que queda del mes pasaré por Storybrooke, y en cuanto a mis padres, he hablado con ellos antes de partir»
«Su reacción ha debido ser...»
«¡A la mierda su reacción! Yo estoy contigo, nosotros estamos contigo. Y créeme, no estamos dispuestos a dejarte. Así que ahora la cuestión es: ¿nos quieres tú aquí, contigo?»
Regina miró a Emma, después a Henry y, de nuevo a Emma que esperaba febrilmente su respuesta. Regina estaba perdida, pero al mismo tiempo, la sensación que sentía al ver a Henry y a Emma en su casa...
«Sí» suspiró dulcemente
«¿Q...qué? ¿Qué decías?» preguntó divertida Emma
«He dicho...sí, deseo que os quedéis»
Henry y Emma intercambiaron una sonrisa, y Henry tomó a su madre en sus brazos
«Entonces, ¿vamos a vivir juntos?»
«Sí, juntos» suspiró Regina como si esperara eso desde hacía meses, años...Emma le acarició la mejilla y le murmuró
«Te amo...» antes de besarla tiernamente
Regina sonrió y le respondió tiernamente
«Yo también»
Amber se hizo notar ladrando y saltando por todos sitios. Ellos se separaron y Henry se arrodilló para jugar con la perra.
«Estoy ansioso para que nos enseñes la ciudad»
Regina se estremeció pensando en todas las cosas que harían juntos: caminar por la arena, paseando a Amber, ir de tiendas, ir a Los Ángeles, Emma siempre había soñado con eso.
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Amber
FanfictionTRADUCCIÓN del fic francés del mismo título escrito por Sedgie. Después de la muerte de Cora - Mientras Regina se hunde en un profunda tristeza después de la muerte de Cora y del alejamiento de su hijo, una visita inesperada podría sacarla de su de...