El Capitán no se molestó en responder. Colgó directamente, molesto por la irrupción del periodista. Sabía que la noticia no tardaría en filtrarse, pero no pensó que fuese tan rápido. A continuación se giró hacia sus hombres.
-Chicos, poneos las pilas, la prensa ya está detrás del tema. A partir de ahora vamos contra reloj.
Inmediatamente los teletipos de todas las redacciones nacionales comenzaron a especular con la historia de la mujer descuartizada. Conjeturas sobre bandas de crimen organizado, asesinos en serie, mafias en Boadilla y hasta macabros rituales satánicos. Los periodistas afines al gobierno intentaban quitar hierro al asunto. Los afines a la oposición, sin embargo, se habían empeñado en convertir al Carnicero de Boadilla en una baza política en la propaganda contra el alcalde del Ayuntamiento.
En pocas horas, desde la sede central del partido, en Madrid, alguien marcó el teléfono del alcalde para recordarle lo inoportuna de aquella publicidad a esas alturas del calendario electoral, y este a su vez movió ficha para presionar a los mandos policiales, que, en esa cadena de presiones, no tardaron demasiado en exigir resultados al Capitán. Y él a sus agentes.
Dentro de aquella fría nave de la Brigada de Obras, el capitán Gonzalo llamó a Luca y se la llevó a un discreto pasillo en un rincón del recinto. El recodo era estrecho, lo que les obligaba a estar muy cerca el uno del otro. Parecía que el Capitán no quisiese que nadie más escuchara la conversación. Así, en la distancia corta, resultaba más natural bajar el tono de voz. Los ojos vivaces del oficial se clavaron en los de la joven agente.
-Estás bien? preguntó el Capitán preocupándose por ella. Siento que hayas sido tú la que se encontró parte del cuerpo. Supongo que ha sido desagradable. Pero creo que puedes ser muy útil en este caso. Lo de la bolsa de basura con la ropa y el bolso de la chica estuvo muy bien.
Luca contuvo un suspiro. Resultaba reconfortante que alguien como el Capitán valorarse su trabajo. A tan corta distancia, el oficial parecía aún más alto y su prestigio y capacidad de mando aún mayores. Le admiraba profundamente. Y no solo como policía. Luca sabía que cuando enviudó en 1987, en aquel atentado de ETA contra la casa cuartel de Zaragoza, el Capitán se vio obligado a educar él solo a dos pequeños, dos y tres años respectivamente. Y lo consiguió. También consiguió mantener la lucidez, que con frecuencia la sed de venganza empaña. Prefirió no tentar a la ética, alejándose todo lo posible de las unidades antiterroristas. «No sé cómo reaccionaría le había confesado en una ocasión si tuviera que detener o interrogar a un etarra a solas...» Así que pidió destino en Homicidios y buscó consuelo en el trabajo. Siempre era el primero en llegar y el último en marcharse de la escena del crimen. Pero sobre todo, siempre estaba pendiente de que sus hombres le siguieran el ritmo. «No os voy a exigir nada que yo no esté dispuesto a hacer», les repetía.
-Escucha, este caso va a traer cola, así que te necesito al cien por cien. Ya sé que eres la última que se ha incorporado a la unidad, y quizá a tus compañeros no les haga mucha gracia, pero me gustaría que fueses tú la que dirigiese los interrogatorios a las amigas de esta chica. Estoy casi seguro de que es una de las prostitutas de la Casa de Campo, y es muy probable que sus compañeras hablen con una mujer con más soltura que con un hombre.
-Yo pienso lo mismo, Capitán, pero no tengo experiencia en este tipo de interrogatorios.
-Ya lo sé, Luca. Pero en este caso creo que es lo mejor. En esto, confío en ti más que en nadie. Necesitamos detener al culpable antes de que la prensa, los políticos y los mandos se nos echen encima.
-A la orden.
-Llévate contigo a Ariño y a Roca gritó a la agente, que ya salía de la nave acaloradamente. Y cuenta con los municipales. Están deseando echar una mano...

ESTÁS LEYENDO
Operación princesa
Mystery / ThrillerUna mujer vejada, un sistema corrupto, una venganza implacable. Ojo no es mi historia, es de mi autor favorito :))