7.

17 0 0
                                    

Haciendo de tripas corazón, la agente Luca intentó espantar a las ratas agitando la mano, para luego empezar a extraer del contenedor todas las bolsas de basura. Pero en cuanto agarró la cuarta supo que había encontrado algo. Pesaba más que las otras.

La dejó en el suelo y se acuclilló frente a ella. Mientras desataba el nudo que cerraba la bolsa de plástico negra, podía notar cómo su corazón bombeaba más deprisa, tratando de hacerse sitio en la caja torácica. La respiración se agitaba, insuflando más oxígeno a los pulmones, y con ello más hedor a inmundicia, mugre y porquería que conseguía filtrarse por la ligera mascarilla que cubría su rostro. En cuanto logró abrir la bolsa, un brazo de mujer, que aún conservaba una pulsera de plástico y un anillo de bisutería barata, cayó a sus pies...

-Capitán! gritó mientras se ponía en pie de un brinco.

Durante su formación en la Academia, la agente Luca ya había llamado la atención de un cazatalentos del Cuerpo, el capitán Gonzalo, auténtico líder de la sección de Análisis del Comportamiento Delictivo. Como en cada promoción de nuevos guardias, durante los últimos meses de la formación diferentes cazatalentos de distintas unidades de la Guardia Civil visitan la Academia en busca de los mejores candidatos con los que engrosar sus grupos de investigación. Información, antiterrorismo, delitos informáticos, crimen organizado, homicidios... Los tenientes o capitanes responsables de cada sección impartían charlas y mantenían entrevistas con los jóvenes guardias, buscando candidatos que contasen con alguna habilidad especial, ya fuese idiomas, conocimientos informáticos, especialidades universitarias....

Luca, hija de policía y nieta de guardia civil, llevaba la vocación por la investigación criminal en los genes. Se había licenciado en Psicología y Criminología antes de entrar en la Academia, e incluso había publicado ya varios artículos sobre perfiles criminales, victimología y psicología criminal en diferentes publicaciones especializadas, dos libros y una página web que se había convertido en referencia obligada en la red para todos los aficionados a los asesinos en serie. Luca, una guardia aún joven, inexperta e idealista, creía que el mundo se dividía entre buenos y malos. Todavía no era funcionaria. Además, hablaba inglés y francés correctamente, y para los cazatalentos del Cuerpo su expediente académico era un imán irresistible.

El capitán Gonzalo, uno de los policías más legendarios del Cuerpo, sabía reconocer el talento en cuanto lo veía y se había empeñado en que aquella prometedora guardia tenía que ser suya a cualquier precio. El sentimiento fue recíproco. Luca conocía la trayectoria de aquel oficial, que había participado en muchos de los casos más famosos de la historia criminal española, y aunque los de Información también se mostraron interesados en ficharla, no podía rechazar la oferta de la prestigiosa Unidad Central Operativa, el destino más tentador para cualquier guardia civil apasionado por la investigación criminal, y paso previo a la entrada en el grupo de homicidios, el departamento de élite de la Policía Judicial, ansiado por todo policía vocacional.

-Capitán, aquí! He encontrado algo.

En cuanto escuchó los gritos de la joven guardia, el capitán Gonzalo abandonó el interrogatorio al conmocionado Lou, a través de un intérprete de lengua de signos, y cruzó ágilmente la calle Alberca.

-Qué has encontrado?

-Un brazo, Capitán. De mujer.

Buen trabajo, agente dijo el oficial mientras colocaba su mano en el hombro de la guardia. Buen trabajo.

-Gracias, señor.

Ariño, Dámaso, Roca, venid aquí gritó el Capitán, llamando la atención de otros miembros de la unidad desperdigados por el terreno. Concentrados en los contenedores de esta zona. Tú y tú, allí. Tú, continúa con Luca. Dámaso, avisa a los de la Científica. Amplia tres manzanas la zona precintada y avisad al alcalde. Esto va a traer cola y no nos queda mucho tiempo antes de que empiecen a llegar los curiosos. Tenemos que encontrar el resto del cuerpo.

Operación princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora