Mi cabello se mecía lentamente contra el viento. Estaba en la borda del barco mirando como otra nave se acercaba con extrema lentitud hacia donde yo estaba. Mis manos comenzaron a sudar de los nervios y mi pie se agitaba desenfrenadamente de arriba abajo.
— ¡_____! — grito saltando de un barco a otro, devuelta a mis brazos. Lo único que pude hacer fue sonreír, mientras el acariciaba mi mejilla dulcemente — Te estuve buscando por tanto tiempo — susurro acercando su rostro al mío lentamente.
Solo unos centímetros nos separaban del tan anhelado beso, por mi parte.
— _____ — musito, su aliento golpeando levemente con mis labios ya entreabiertos...
— ¡Despierta! — Y como todas la veces que soñaba con el deseable de Orlando Bloom, vestido de sexy pirata venia mi querido hermano «nótese el sarcasmo» a despertarme.
— ¡Mas te vale que salgas de mi habitación en este instante Ryan! — Gruñí — ¡Maldito infeliz, bastardo, mal... — Un profundo chillido de reprensión hizo que parara con mi mal lenguaje.
— ¡Basta de insultar a tu hermano _____! — Bufé, viendo a un muy sonriente rubio cerrar la puerta de mi habitación.
Me levante perezosamente de mi cama y arrastre mis pies camino al baño. Solo falto una pequeña ducha para que despertara, un poco. Agarre lo primero que encontré en el armario y me vestí rápidamente «Un día más de colegio» fue mi pensamiento mientras bajaba por las escaleras.
— ¡Piensa rápido! — Y claro, ya tenía una tostada en mi cara como era de costumbre.
— ¡Ryan Michael Butler! Deja de molestar a tu hermana — Lo reprendió mamá, dejando mi desayuno en la encimera.
— Si mami — Dijo Ryan con voz de niño pequeño. Aunque puedo decir, confidencialmente, que es un niño pequeño.
— Hola mamá — Salude a mi madre con un beso en la mejilla, después de sacarme la asquerosa tostada del rostro — Hola Butsy — Le dije a Ryan besando su mejilla también y sentándome en el piso que estaba a su lado.
— Mamá — dijo Ryan con tono serio mientras se echaba a la boca una cucharada de su cereal — Se que no es mi problema — trago, carraspeo y me dio una mirada divertida — Pero ______ ya está bastante grande como para tener sueños eróticos con Orlando Bloom — el tenedor que tenía en mis manos resbalo y mis mejillas se pusieron de un fuerte color carmín ¡Yo no estaba teniendo de esos sueños!
— Y tu estas bastante grande como para tener pornografía bajo tu almohada —Venganza, dulce venganza. La boca de Ryan formo una 'o' y mamá reía disimuladamente.
— Ya, ya. Basta de acusaciones, mejor se apuran que llegaran tarde, nuevamente — nos dijo mirándonos severamente. Me eche la última tostada de un sopetón a la boca y me pare de mi puesto justo cuando papá venia entrando a la cocina
— Cariño ¿Puedes decirle a tus hijos que se vayan ya? — le dijo mamá dulcemente a Martin, besando sus labios castamente. Rodee mis ojos.
— Niños, ya oyeron a su madre — dijo papá tomando el control de la situación «O eso creía» pensé.
— Vamos grandulón — dije a Ryan tirando de su polera — ¡Adiós Ma! ¡Adiós Pa! — chillamos a la vez cuando cerramos la puerta.
— ______, enserio. Para de llamar a Orlando por las noches — rodé mis ojos sintiendo como mis mejillas se calentaban otra vez.
— ¡Hey! Yo podría decir lo mismo de ti… — antes de que replicara añadí — …con Amanda—¡Ryan Butler se había sonrojado! Un punto para _____ — Pensándolo bien, podría decirle a Amy como la llamas por las noches — chasquee mi lengua — ¿Crees que le guste? — le pregunte cuando echó a andar el auto.
— No te atreverías — me dijo con pánico, entrecerrando sus ojos.
— Tal vez si, tal vez no — me encogí de hombros restándole importancia — ¿Quién sabe? — le dije con mi mejor sonrisa malévola.
El costoso auto de Ryan dio paso por el estacionamiento del colegio.
Y ahí lo vi. Apoyado contra su auto tan despreocupado como siempre. Sonreí al ver como las chicas se le quedaban mirando al pasar, y él con una simple sonrisa las tenía a todas a sus pies. Casi todas. Suspiros por aquí, cuchicheos por allá. Ya estaba acostumbrada a toda la atención que él tenía.
— Hey Butler— dijo acercándose a mí y depositando un beso en mi frente, alisando la arruga que tenia por traer mi ceño fruncido — No me digas ¿Ryan otra vez te despertó cuando soñabas con Orlando? — me pregunto divertido. Resople y comencé a caminar a la entrada del colegio, con su brazo rodeando mis hombros.
¿Cabe mencionar que es mi mejor amigo?
— Una chica tiene derecho a soñar — dije — ¡Pero no cuando tienes como hermano a...eso! — le dije apuntando a Ryan que venía tras nosotros, alzando su cabeza debes en cuando.
— Hey, Eddie ¿Has visto a Amy? — Justin frunció el ceño por el apodo que Ryan le había puesto, luego apunto a la cafetería con su cabeza.
— Fue a la cafetería a hacer no se qué cosa, Chaz está ahí también — Ryan sonrió abiertamente haciendo que los hoyuelos que había heredado de papá se acentuaran aun más.
— ¡Gracias! — chillo corriendo en dirección a la cafetería. Justin y yo entornamos nuestros ojos a la misma vez.
— Dime ¿Cómo te fue con — pause pensando en el nombre de su cita — Jasmin? — Justin me miro confundido, y después como sin una ampolleta se hubiera prendido sobre su cabeza sonrió.
— Ah, Jasmine — dijo como si nada tomando su lugar en la sala, que era a mí costado — Pues, bien — rodé mis ojos y gire la silla para quedar frente a él.
— ¿Bien? — negué con mi cabeza sonriendo — Vamos Biebs, nunca te va 'bien' con una chica siempre dices otras cosas como — pensé — Esplendido, maravilloso, espectacular —Justin rió por la bajo.
— ¿Puedo decirte algo? — me pregunto confidencialmente acercándose más a mí. Asentí — No me acuerdo de Jasmine — susurro. Resople y puse mi silla en su lugar.
Sí, el es Justin Drew Bieber, mi mejor amigo.