16.- Yo tengo celos, tengo celos. Parte dos.

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Tome una relajante ducha que me tomo no más de veinte minutos, salí del baño con la toalla; ya que había olvidado la ropa; tome algo simple, un sweater de rayas grises y azules, junto a unos pantalones negros y mis zapatillas, seque mi cabello con la toalla para que dejara de gotear y lo amarre en una cola desordenada.

 Una cita.

 Oh, _____, deja de pensar ****eces. ¡Mierda, deja de leer novelas!

 Cuando estaba por bajar la escalera escuche un murmullo proveniente del living, baje lentamente sin hacer ningún ruido, para encontrarme a Johanna, Cath, Ryan y mamá cuchicheando, todos con sus cabezas juntas, Ryan parecía una completa niña escuchando chismes.

 - ¿Qué hacen? – les pregunte cautelosamente. Todos pusieron su mejor cara de angelito.

- Nada – respondieron al unísono, sin dejar de sonreír.

- Ajá, uh – di  la vuelta al sofá donde se encontraban todos amontonados. Ellos me siguieron con la vista, haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda ¡Era tan malditamente tétrico que hicieran eso!

Una bendita bocina me salvo de seguir viendo estos escalofriantes rostros.

 - ¡Adiós _____, que la pases bien! – chillaron nuevamente al unísono. Desaparecí inmediatamente de la casa.

 Justin me esperaba recargado contra el auto.

 Dios mío.

 Mm, déjenme pensar, descripción, descripción ¡Ah si! Llevaba una polera azul marino y sobre esta una chaqueta de un raro material; la experta en moda era Jazzy, no yo. Unos pantalones negros junto a unas zapatillas supra del mismo color. Seh, se veía...bien.

 ¡Oh rayos! ¿A quien quiero engañar? Te quieres engañar a ti.

 Se veía más que bien.

 Y yo no tenia idea porque estaba pensando eso.

 - Uh, hola – me dijo, mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza y con la otra mano abría la puerta del copiloto.

- Hola – respondí con una sonrisa, después de todo seguía siendo el idiota de mi amigo. Me deslice dentro del Audi y espere a que el subiera, duh, era obvio que tenia que esperar a que subiera.

 El 'viaje' partió en silencio, de vez en cuando Justin comenzaba a mover sus dedos contra el volante, o hacia como que iba a prender la radio y luego se arrepentía; creo que le conté más de veinte suspiros en diez segundos, y uhm, ¡Hasta hablaba solo! Sip, Justin hablaba solo, bueno eso creo porque movía sus labios y miraba al cielo, como si estuviera golpeándose internamente. Yo iba sonriendo con cada cosa que hacia, se veía tan...

 - ¿Por qué estas nervioso? – le pregunte, haciendo que diera un pequeño respingo cuando acabe con el silencio en el auto.

- Yo, uh, no estoy nervioso. No lo estoy – Me contesto, mientras mordía tenuemente su labio inferior; una manía que había agarrado de mi. Rodee mis ojos.

- Justin, no es como si nunca hubiéramos salido los dos – le dije, señalando lo obvio, y no entendiendo su nerviosismo. Giro su cabeza para mirarme por un rato y luego la volvió a fijar en la carretera.

 - Tienes razón – susurro algo ¿desganado?

- ¿Dónde vamos? – le pregunte, luego de ir mirando por la ventana y viendo que no íbamos a ningún lugar en especifico. Justin palideció.

Lista de imperfecciones de Justin Bieber -αdαpταdα-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora