Idea de estrella

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Víctor Nikiforov se encontraba observando detenidamente a un chico japonés llamado Yuuri Katsuki, el cual dormía plácidamente con su adorado caniche.

Víctor sonrió abiertamente por el aire de ternura que el japonés desprendía en esos momentos. Si tuviera un celular, podría tomarle una foto y colgarla en Instagram. Seria divertido ver la reacción de Yuuri al ver la foto, seguramente se avergonzaría y entraría en pánico por babear la almohada y abrazar a Vicchan como en ese momento.

Víctor pensó que se veía muy lindo, pero miró sus manos, translúcidas. La foto no se tomaría, tampoco vería la raca de vergüenza de Yuuri, ni tampoco recibiría comentarios sobre lo lindo que era su amigo japonés. No, nada de eso sucedería porque Víctor Nikiforov no se encontraba en ese lugar físicamente, llegando a tener pensamientos pesimistas.

Su cuerpo se encontraba en otro lugar, a miles de kilómetros de Japón, desconocía donde y en qué condiciones. De tan sólo pensar en eso, su rostro cambiaba de uno calmado a uno asustado y triste, temiéndose lo peor. Sacudió su cabeza, aún era pronto para perder la esperanza, algo dentro de Víctor le gritaba que todo estaría bien, pero, por otro lado, podría estar equivocado. Eso era algo que le aterraba enormemente.

Víctor ya había leído varios libros y visto demasiadas películas donde una persona había pedido ayuda mediante forma fantasmal, sólo para que terminaran descubriendo su cadáver enterrado en alguna parte perdida del bosque, alguna cabaña abandonada o un pozo, a varios metros bajo el suelo.

Víctor volvió a sacudir su cabeza, como si de ese modo fuera a espantar esos malos pensamientos, volteando a ver el reloj de la mesita de noche que Yuuri tenía.

— "Las 2 de la mañana" – repitió en su subconsciente, desganado. Faltando muchas horas para que Yuuri despertase.

Mientras Víctor esperaba al bello durmiente, la mirada azulina de Víctor paseó por toda la habitación una vez más. Un estante de libros al fondo, conteniendo varios tipos, desde escolares hasta patinaje sobre hielo, historias de ciencia ficción e historias tradicionales japonesas. Junto al librero se hallaba el armario, con lo mínimo indispensable, y al lado del armario, varias fotografías de su persona, algunas de ellas eran exclusivas.

—"Creo que tengo un fan número 1" – pensó Víctor, sintiéndose extrañamente feliz – "Creo que es normal, pero se siente un poco raro estar tan tranquilo, sin cámaras, entrevistas ni admiradores por doquier" – Pensaba, regresando su mirada a Yuuri y Vicchan.

De lo poco que había visto de Hasetsu, Víctor se dio cuenta que era un lugar tranquilo, alejado de las cámaras y las entrevistas que siempre lo mantenían ocupado, sin poder salir con Makkachin de paseo sin ser interrumpido. El ser conocido tenía un precio alto, pensaba Víctor, posando su mirada azulina en el chico de cabellos negros que descansaba junto a su preciada mascota.

Una punzada parecida a una daga helada recorrió su pecho, reconociendo esa sensación, era envidia. Yuuri tenía una familia que lo amaba y apoyaba, una amada mascota con quien pasar momentos divertidos y seguramente amigos con los cuales compartir momentos inolvidables. Sin duda una persona rica y muy afortunada.

Víctor volvió a sonreír, sentándose al lado de la cama de Yuuri, viéndolo removerse un poco, siguiendo en el mundo de los sueños.

La sonrisa traviesa de Víctor recayó en un pensamiento particular

—"Me gustaría saber qué es lo que sueña" – pensó, riendo divertido, desviando su mirada a las hojas impresas que estaban desperdigadas en el escritorio.

En ellas, estaban impresas las noticias de la última semana, varias páginas de internet, noticieros internacionales y periódicos en línea. Todos con diferentes encabezados con una noticia en común:

Missing [En Edición] (Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora