Mi Obsesión Con El [TaoRis]

¿Dónde estás?

-¿Te enamoraste de él Kris?-Pregunto Siwon tomándolo de los hombros. Sabía que si Kris no respondía era cierto. Pero también sabía que este podía huir detrás de Su Tao. Necesitaba saber si a él le gustaba Tao. Lo deseaba saber.

-Si- Esa respuesta corta, le dolió en el alma. Quiso golpearlo pero sólo dejo caer sus manos de zafando se del agarre que tenía hacia Kris.

No podía creerlo. Kris por primera vez se había enamorado. Y que era lo peor que el igual y era de la misma persona.

Pero lo que más le aterro fue que Kris aceptara las cosas. ¿Qué quería decir esto? ¿Qué quería a Tao para él y para siempre?

-Kris... Me enamore de Tao desde el primer día que lo vi. Ahora sé que él no me pertenece. Lamentó haber echó eso. No sabía realmente lo que paso... Lo lamento Kris.

Dijo Siwon apenado. Es que realmente estaba apenado. Posiblemente si lo hubiera sabido desde el principio quisas él no hubiera interferido. Pero era demasiado tarde ahora. Ya no había marcha atrás.

Kris lo miro sorprendido. Después lo tomo de los hombros y suspiró.- Creó que no debimos apostar. Lo hemos hecho solo para jugar. Pero realmente Tao me gusta. Y are lo que este en mis manos para que el este bien y a mi lado. Lamentó esto también Siwon. Pero él tiene que decir entré tu o yo.

-Me parece correcto. Debemos ir a buscar.

Ambos comenzaron a caminar por donde vieron pasar al menor. Las pistas iban disminuyendo. Pues de pronto ya nadie lo había visto.

Ni fuera ni dentro del plantel.

¿Dónde estaría Tao?

¿Estará bien?

¿Mi Pandita dónde estás?

¿Panda?

Kris busco y busco. Pero las clases dieron fin. Así que decido ir a la casa de Tao.

Necesitaba saber de su panda.

-Buena tarde señora ¿Se encuentra Zi Tao? -Pregunto Kris a la mujer que estaba parada frente a él.

-No, aun no llega de la escuela joven- Dijo la mujer de forma sería.

-Disculpe, ¿Le molestaría si esperó a Tao? -Pregunto Kris algo apenado.

-Mhg, claro que no. Pero pasa, no ha de tardar en llegar.

La señora le ofreció pasar. Este entró y ambos pasaron a la sala. Le ofreció de beber y algunos bocadillos.

La señora empezó a cuestionarlo.

Quería saber más de él. Le pareció un buen chico.

-Bueno señora, la verdad lamentó haber dañado a su hijo así. Pero hace unas horas me di cuenta de que lo amo y no juego. Al principio quise jugar como antes lo hice. Pero ahora su hijo me ha cambiado en solo unas horas a echo que no quiera perder lo.

-¿Entonces por eso estas aquí?

-Así es... Quiero disculparme con él, quiero que sepa que realmente me enamoré de él.

-Espero estés hablando con la verdad Kris, porque si lo lastimas más te mato yo. -Dijo en parte en broma y realista.

Sin darse cuenta las horas habían pasado. Y Tao no llegaba a casa. Los nervios comenzaron a surgir en el cuerpo de Kris y no se hable de la mujer.

Kris quería llorar como un niño de cinco años que se ha perdido y no encuentra a sus padres. Pues Tao se había convertido en tan pocas horas en el amor de su vida. Y lo quería ahora y para siempre.

Pero ahora su cabeza estaba echa un desastre de preocupaciones.

¿Dónde está?
¿Estaba bien?
¿Le paso algo?
¿Ya comió?
¿Y si le pasó algo?
¿Dónde se encuentra?
¿Estará con alguien?
¿Lo habrán secuestrado?
¿Se habrá perdido?
¿Sabe que él está en casa por eso no viene?
¿Lo asaltaron por eso no contesta el teléfono?
¿Y su tuvo un accidente?

Esa y mucho más preguntas rondaban en la mente de Kris. Quería llorar. Por primera vez quería llorar a su edad.

Su celular comenzó a sonar. Contestó como pudo al ver un número desconocido.

-¡Hola!-Contestó agitado.

-¡Ayuda, Kris por favor ayúdame!

Esa voz. Esa voz que se escuchaba al otro lado de la línea era Su panda.

Sintió que el mundo se caía. Que su corazón dejaba de palpitar.

-Escucha bien, es mejor que vengas a ××××× ×××× ×××× en menos de una hora si no El morirá.

Sintió como si un balde de agua fría le cayera enésima.

Su pequeño estaba en riesgo.

Tomo sus cosas y salió corriendo. Gracias a dios la madre de Tao no escuchó si no ella mismo morirá junto con el si algo le pasara a su pequeño panda.

Corrió hasta su coche y vio como la madre de Tao salió detrás de él.

-¿Paso algo?- Pregunto la mujer agitada.

-Le prometo que Tao estará aquí hoy mismo iré por él. -Sin más ni menos arranco su auto y se dirigió a la dirección.

La adrenalina del motor hacia que Kris se pudiera nervioso.
Quería morir. Su pequeño estaba en problemas.

No quería imaginarse quien era porque cuando lo viera lo agarraría a golpes y lo mataría por hacerle eso a su pequeño panda.

La habitación era oscura y fría.

El pequeño estaba en una silla amarrado.

Pero podía gritar ya que no tenía nada en la boca.

-Lo lamento Tao-Dijo una voz que salía de las sombras. Tao estaba llorando. Quería irse a casa no sabe cómo llego a esta situación.

Podría jurar que esa voz le era familiar.

-Deje me ir... Kris no me ama el no vendrá por mi... Deje me ir... -Tao suplicó mientras lágrimas caían de sus ojos.

-Lo siento Tao-Se volvió a escuchar.

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