cap. 4

727 65 0
                                    

Narra Guillermo

G:supongo que tiene razón,Raúl. Pero aun que hubiese sido así. Le diría que no. -dije con cierta sonrisa un tanto ignorante.
R:bien. Supongo que debo hacer caso a lo que has dicho anteriormente. La confianza se gana,no se regala. -aplaudió levemente.- solo un anciano diría eso.-reí un poco,sarcástico.
G:esas palabras de como aprendí a vivir. La vida te da sabiduría.-dije abriendo la puerta de la casilla.
R:pues valla sabiduría la tuya,muchacho. La vida si te a hecho aprender mucho. Es duro estar solo. Eso te hace mas sabio.-suspire algo pesado.
G:pues valla que si,señor Raúl...valla que si.-salí de la casilla para comenzar mi camino nuevamente. Hoy seria un largo trayecto sin descanso.

(...)

Horas y horas de caminata. Protegiéndome de cualquier cosa. Pero los vampiros salen de noche. Para que protegerme...? Bueno hay unos vampiros que tienen una espiece de objeto el cual usan para no ser quemados por los rayos del sol.

En fin. Solo estaba este maldito y torturoso camino. Estaba cansado y no tengo nada para comer. O miento. Un manzano esta perfecto.

Me acerque al árbol y tome un par de manzanas. Comenze a comer y metí en mi mochila un par de las manzanas que podía alcanzar,las cuales fueron suficientes.

Seguí mi trayecto hasta que se hiciera de noche. Otra vez ese maldito escalofrío recorrió mi espalda. Era hora de matar vampiros.

Vampire HauntingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora