Narra Mikaela
Jamás volvería a tener una vida tranquila, ya era demasiado para mi grabar junto a Yuichiro, pero vivir bajo el mismo techo, era demasiado ¿Cómo podría aguantar mi corazón todo esto? ¿Cómo es que iba a disimular mis obvios sentimientos?
Después de la reunión con staff, mi corazón se sentía como si estuviera a punto de estallar. Hice mi mejor esfuerzo por mantenerme relajado, siendo amable y carismático, para así dejarle una buena primera impresión a Yuichiro.
Verlo de nuevo provocó las mismas emociones que hace ocho años atrás, si tan solo él me hubiera recordado iba correr a sus brazos, desgraciadamente no parecía ser así, no fui tan importante en su vida como él lo fue en la mía.
No podía creer el momento en qué nos conocimos, casi podía asegurar que su rostro estaba sonrojado. Tan solo esperaba que no fueran alucinaciones mías.
Ante mis ojos él se mantenía tan hermoso como la primera vez que lo vi. No había duda de que debía intentar conquistarlo. Yo ya no era un niño, estaba seguro de lo que quería y no era solo una amistad, no debía dejar pasar esa oportunidad.
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El día llego inevitablemente, Yuichiro se mudó a mi apartamento. Llegó muy temprano por la mañana, tan temprano que yo no había despertado. Fueron sus pasos, el abrir y cerrar de puertas lo que me despertó de mi profundo sueño, asustado me levante de la cama, saliendo de mi habitación tal y como estaba, en bóxer y con el pecho descubierto.
Al salir lo primero que me encontré fue con Yuichiro cargando una caja hacia la habitación al lado de la mía, tenía la cara arrugada, como si estuviera molesto.
–Hola –saludé con la voz ronca y el cabello despeinado.
–H-hola –devolvió el saludo sin siquiera mirarme, siguió su camino rumbo a su habitación, yo fui detrás de él y me quede observándolo desde la puerta.
– ¿Quieres que te ayude? –pregunté mientras me le acercaba lentamente, con mis ojos aun medio abiertos.
–No, tu vuelve a la cama –el seguía sin dirigirme la mirada, continuaba sacando ropa de cajas, doblándola y dejándola sobre la cama.
Me paré a su lado, para mirar más de cerca lo que hacía e intentar ayudarlo, al ver su rostro pude notar que estaba ligeramente sonrojado, el adormilado e ingenuo Mikaela no pudo darse cuenta de la razón.
–Oye, ¿te sientes bien? –preocupado mire detenidamente su rostro que se tornó aún más rojo.
–Ehh... ¿por qué? –tartamudeó ante mi imprudencia.
–Tu rostro está muy rojo –lleve mi mano a su frente para comprobar su temperatura.
–E-estoy bien –quito la mano que tenía en su frente—. En todo caso el único que se enfermará aquí eres tú, cúbrete o atraparas un resfriado —me ordenó, agachando su rostro hacia un lado.
Esta vez entendí la indirecta o creía haberla entendido. El probablemente estaba avergonzado de ver mi cuerpo semidesnudo, pero como aún no estaba completamente en mis cinco sentidos, seguía siendo imprudente. Siempre me costaba mucho despertar por completo, por consecuente pasaban estas cosas, nunca había podido controlarme recién levantado.
–Ohh, ¿Te avergüenza verme así? –bromeé.
–No, claro que no, solo lo digo por que podrías enfermarte, pero puedes hacer lo que quieras –Yuichiro salió molesto de la habitación, fui detrás de él, pero salió del apartamento y no estaba tan dormido como para salir semidesnudo.
Volví a mi habitación y me arroje a la cama, recordando su rostro sonrojado. Poco a poco mi rostro obtuvo la misma tez roja, emocionado por el tímido pelinegro que viviría a mi lado. Me era difícil creer que debido a mí se comportaba de esa manera, eso hizo que olvidara lo molesto que había estado con Shinya al no contarme nada, estaba feliz de la imprudencia de mi padre adoptivo y de mi manager.
Después de un corto tiempo caí dormido una vez más, con una estúpida sonrisa en el rostro.
Lo que más me gustaba a parte de la actuación, era dormir, podía pasar todo el día sumergido en un profundo sueño. Literalmente la mayoría de mis días libres las pasaba en mi apartamento durmiendo con música de fondo –me molestaba el silencio absoluto–, muchas veces ni comía. Dormir era la mejor medicina, la mejor forma de escapar de la realidad, así podías olvidarte de todas las preocupaciones, en mi otra vida fui un panda o un gato o seguramente un oso perezoso, eso explicaría lo mucho que me gustaba dormir.
Ese día lo tenía libre, así que lo pasaría de la misma forma, durmiendo, pero había olvidado que ahora tenía alguien viviendo conmigo, alguien especial para mí.
La noche rápidamente llego, yo seguía aun en un profundo sueño, hasta que mi puerta fue abierta por Yuichiro, se acercó a mí sentándose a mi lado, podía sentirlo pero tenía pereza de abrir mis ojos o de tan solo moverme.
Podía sentir su mirada sobre mí, lo que provoco que mi corazón se acelerara, sorprendentemente me sentía completamente consciente. Nervioso no sabía qué hacer, así que solo fingía estar dormido, manteniendo una respiración profunda y constante. Después de un rato su mano retiro mi cabello de mi rostro y toco sobre mi frente, pensaba que estaba enfermo, no era consciente de las largas horas de sueño que solía tener.
Por fin me moví un poco, acomodándome totalmente bocarriba –ya que estaba acostado de lado–, quería que se diera cuenta de que estaba bien y pudiera irse, para así controlar los latidos de mi corazón.
Al moverme, pude sentir como nervioso retiro su mano, parándose de un brinco de la cama.
♡♡♡
No me había dado cuenta que este capitulo es muy corto...
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◆Mas Que Rivalidad◆ Mikayuu◆[En reedición]
Fanfiction¿Que pasaría si a los dos idols mas influyentes de Japón los unen para un nuevo drama? Los dos chicos mas populares de todo Japón unidos por un mismo fin. Mikaela Shindo un rubio de ojos azul zafiro, recién conocido como uno de los mas jóvenes y m...