◆Mas Que Rivalidad◆ Mikayuu◆[En reedición]

Capitulo 2: Conociendo a Mikaela.

Narra Mikaela

Mi vida cambio por completo e inesperadamente, aquella vez que una joven pareja acudió al Orfanato Hyakuya en busca del ¨hijo perfecto¨. Todos los niños parecían entusiasmados por recibir aquella visita así que vistieron sus mejores ropas para recibirlos. Era bien sabido cuando una pareja adinerada se presentaría en tal orfanato, por esto debíamos comportarnos y vestir bien.

A mi realmente no me importaba, usaba lo mismo de siempre y me portaba igual que siempre. En ese entonces solo me importaba una cosa y eso era mi mejor amigo de la infancia. A pesar de que tenía un mal temperamento nos llevábamos bastante bien, siempre estábamos juntos cuidando de los niños más pequeños. Debido a la gran amistad que tuvimos a ninguno de los dos le interesaba ser adoptado, incluso si ninguno se lo había dicho al otro, era más que obvio, pues el día que visitaban el orfanato nos íbamos a jugar a un lugar alejado, solo nosotros dos.

Aquel niño, aunque suene extraño fue mi primer amor, fue la primera persona de la que me enamore. La primera vez que lo vi llegar mi corazón se aceleró al verlo, solo podía pensar en hacerlo mi amigo, quería convertirme en alguien cercano sin conocerlo, el pequeño Mikaela de tan solo ocho años no entendía lo que sentía en ese momento. Cuatro años después lo entendí, pero ya era muy tarde.

Aquella pareja adinerada me escogió a mí de entre tantos niños, aun si mi amigo y yo jugábamos en lo más lejano del patio. En ese momento llevaba una camisa blanca empolvada y tenis viejos cubiertos de lodo, para nada quería lucir bien, era lo que menos que quería. Aun con mi sucio aspecto ellos se acercaron a hablar conmigo, mientras prácticamente me entrevistaban, podía ver de reojo al pelinegro que antes estaba jugando conmigo, su cara reflejaba algo de tristeza, aunque sabía que él no lo admitiría.

Yo, de verdad no quería dejarlo, pero no tuve más opción que aceptar, con la esperanza de algún día volvernos a encontrar.

La despedida fue una de las cosas más duras que pude vivir, el solo insistía en que estaría bien si me iba, eso ya lo sabía, el único que estaría mal con mi partida seria yo, él podía estar sin mí, pero yo no podía estar sin él.

En ese momento mis sentimientos eran claros, aunque no fui capaz de confesárselos.

Antes de irme ambos estuvimos abrazados, mis sentimientos se desbordaban y me sofocaban, no podía más que aferrarme a sus brazos, mis lágrimas recorrían todo mi rostro, sin embargo el no derramó ni una solo lágrima.

Antes de irme el seco mis lágrimas y me sonrió dulcemente mientras se despedía. Mi pequeño corazón no podía más, tenía que transmitirle de alguna forma lo que sentía. Torpemente antes de por fin irme, le di un corto beso en los labios y me fui. Estoy seguro que él no entendió el verdadero motivo del beso y dudaba que lo recuerde.

Después de eso mi vida se volvió lujosa, bastante para lo que estaba acostumbrado. Técnicamente lo que la pareja quería era un hijo prodigio, un niño hermoso e inteligente.

Al vivir con ellos fácilmente pude darme cuenta de que ambos no se amaban, era un matrimonio arreglado como acostumbran las familias ricas, ellos querían un hijo, pero no tenían esa clase de intimidad. Aun con ese factor la vida no fue mala, ellos rápidamente se encariñaron conmigo y me trataron muy bien, incluso en poco tiempo me acostumbre a ellos y los llegue a apreciar como a una verdadera familia, aun así no dejaba de pensar que a mi corazón algo o alguien le faltaba.

Cada día parecía muy triste aun teniéndolo todo, pensar eso solo me hacía deprimirme aún más. Tuve que hacer algo para no pensar en el pasado, empecé asistiendo a clases de todo tipo desde; piano, canto, actuación, baile, dibujo, fotografía, inglés, karate, esgrima... Todo lo que me ayudara a mantener mi mente despejada, y así fue que me convertí en el hijo prodigio que ellos querían, crecí como un joven ''hermoso, inteligente y con un gran carisma'', pero en el fondo me sentía vacío.

Tres años después de ser adoptado mí dolor era soportable, ya no dolía tanto recordarlo o al menos eso era lo que creía. Hasta que un día mirando el canal de música como acostumbraba empezó a sonar una hermosa balada acompañada de una voz hermosa y bastante familiar. Mi corazón latía desesperadamente, era quien yo creía que era, el pequeño niño de ojos esmeralda ahora con quince años, recitando una hermosa canción, mis ojos rápidamente se llenaron de lágrimas y mi pecho volvió a sentirse vacío, justamente como la última vez que lo vi.

Inmediatamente tome mi celular y busque aquella canción, la descargue y la escuche cada noche antes de dormir, volviendo la tristeza de aquella vez que tuve que irme.

Tenía que admitirlo, ese sentimiento no era cualquier cosa, se convirtió en la primera y única persona a la que había podido amar, aunque ya habían pasado ocho años no podía olvidarlo, fue bastante patético, pero aprendí a vivir con ello.

Jamás perdí la esperanza de volver a encontrarlo, menos después de que ambos trabajábamos en los mismos medios, por desgracia nuestras agencias eran enemigas y era muy complicado asistir a los mismos eventos.

Aun así la vida estaba llena de sorpresas y nos daría una de manera inesperada.

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Una nueva oferta de trabajo apareció, la cadena televisiva que transmitiría el drama pertenecía a mi padre adoptivo, así que rápidamente acudieron a mí.

El drama parecía bastante interesante a primera vista, pero no era un género en el que yo había participado antes, aun si se volvía cada vez más popular entre las chicas y no solo en Japón si no en el mundo.

No estaba seguro, hasta que mi compañero de reparto fue confirmado, el famoso líder de la banda ''Blood''. Yuichiro Amane, interpretaría a mi potencial pareja en el drama, con temática del amor entre chicos, como es de esperarse no tuve más dudas y acepté inmediatamente. No podía desaprovechar la oportunidad que la vida me había dado en bandeja de plata.

Shinya Hiragi –mi mánager–, se sorprendió al ver mi inesperado cambio de opinión, sin embargo no hizo muchas preguntas e hizo todo el papeleo, dando por hecho mi participación en el drama.

Mi emoción se podía notar rápidamente y empecé a tener toda clase de pensamientos como: ¿Qué pensaría de mí? ¿Se acordará de mí? ¿Sabrá que posiblemente seriamos pareja en el drama? ¿Sabrá que es inevitablemente las escenas románticas? ¡¿Con besos?! Peor aún, la clase de escenas que siempre me costaba grabar, las escenas candentes siempre eran difíciles para mí, lo que sería aún más difícil con un hombre, un hombre del que estuve muy enamorado y el cual a pesar del tiempo que había pasado no podía olvidarlo. No sabía realmente como afrontar la situación sin lucir tan ilusionado y nervioso, era muy difícil y emocionante, no podía esperar más para verlo.

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Espero les guste como va avanzando la historia, el próximo capitulo seguirá el recuentro de Mikaela y Yuichiro. ♥
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