❝Estoy pensando que deberiamos dirigirnos a un lugar que no conocemos.
A un lugar donde nadie nos ha visto antes, solo tú y yo.❞
-
➳ Capítulos cortos.
«ADVERTENCIA: Contiene escenas de violencia, sexo y lenguaje explícito.»
Linda portada por: Erbluh...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✦✧
— ¿Así que tú eres Ash Lynx, él que ha estado molestando al jefe?— pregunto uno de los tantos hombres en traje que estaban a su al rededor.
No parecían pandilleros, si no más bien parecían parte de la mafia. Eran por lo menos cuatro autos blindados al rededor de la puerta principal, al momento de parar todos sus hombres salieron, eran casi como veinte, Ash era bueno en las peleas cuerpo a cuerpo pero contra ese número no tendría oportunidad.
Tiro su arma al suelo, y levantó los brazos. El sujeto bajo primero, que parecía más capacitado, sonrió.
— Así me gustan, dóciles.
Tenía ganas de romperle la mandíbula pero a menos que quisiera una lluvia de balas en su cuerpo, no le convenía.
Lo amarraron de los pies y manos, Además de los ojos. Le preguntaron sobre Jessica, él se hacia el desentendido, que no la conocía, pero era falso y ellos lo sabían, así que por no querer hablar decidieron darle una golpiza hasta dejarlo inconciente.
Pero seguía vivo, no podían por órdenes de su jefe, al llegar a su mansión Riko sabría que hacer con él.
Mientras que Jessica se encontraba aún en la parte trasera de la cafetería. Al momento de ver que aquéllos tipos de encontraban muy lejos decidió salir de su escondite.
Limpio su ropa, y se acercó a la motocicleta de Ash que se encontraba a unos metros de los botes de basura. Subió a ella y metió la mano a su boca sacando el ticket del café que compró Ash, esté había escrito algo en él y pasado mediante el beso.
Había pensado en eso cuando Jessica acompaño a sus compañeras a la salida, cuando se encontraron esos tipos estaban muy cerca, no quería que la reconocieran así que la besó de espaldas a la entrada y no la vieran a simple vista, además sí le daba el papel en la mano o personalmente iba a hacer muchas preguntas, aún recordaba el otro día en que los persiguieron en la motocicleta, así que se le ocurrió una idea más discreta.
Así que comenzó a abrir el papelito todo lleno de saliva, sintió algo de pena al recordar aquel beso. Aún que las palabras estaban algo corridas se podía entender lo que decía.
