10.

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Días consecuentes a la pequeña charla qué tuve con James, recibí una llamada de Paula, quién no tardaría en informarme del paradero de él.

—¿Aló?

—Cely, hola ¿Ocupada?

—No, de hecho acabo de terminar, no lo creerás pero conseguí 800 dólareshablé entusiasta.

—Eso es genial Celine, por cierto ¿Haz sabido algo de James en estos últimos días? —hizo hincapié en la palabra James.

Sus palabras me llevaron a la confusión total, desde ahí deduje qué había un motivo importante por el cual preguntaba, o simplemente se trataba de otro de sus muchos planes para hacerme rabiar y volver a molestarme con el tema de hace días.

—No ¿Por qué? —me atreví a decir.

Oh, no por nada.

Al fondo de la línea escuché por breves instantes el susurro de voces conocidas pero una de ellas fue la qué más captó mi atención.
Quizá cabía la remota posibilidad de qué ella pudiese estar...no podía ser capa, mínimo debería de respetar una relación.
Es posible qué Paula no conozca el significado de esa palabra, al parecer le estaba dando la fiebre del ladrón.

—Debo irme querida, estoy algo ocupada. Adiós Cely.

Dicho esto ella colgó la llamada sin esperar respuesta de mi parte.
Sentí la extraña necesidad de aclarar mis dudas y confirmar mis sospechas.
¿Esa voz era la de James o no?
Es posible.
¿Qué otros chicos conoce Paula qué tengan voz similar a la de James Cárter?
Ninguno.
Correcto.
No lo pensé y me puse en marcha a la casa de Paula donde posiblemente también se encontrasen Susan y Alison, ya qué también escuché sus voces, de eso era de lo único qué estaba segura, de qué ellas estaban ahí...y la gran pregunta.
De estar juntos ¿Haciendo qué?
Ya parecía una psicópata haciéndome estás preguntas.

Una vez estuve frente a la puerta de su casa toqué el timbre repetidas veces hasta qué la persona con la qué debía hablar seriamente mi puño con su cara abrió la puerta con una sonrisa de malicia clavada en su rostro y un lápiz arriba de su oreja.

—Celine, ¿Qué haces aquí? —dijo fingiendo sorpresa.

—Oh nada, pasaba por aquí y se me ocurrió ¿Por qué no venir a saludar a mi querida amiga a la qué conozco desde kinder garden y hacerle compañía? —respondí.

Su sonrisa pasó de una maliciosa a una pacífica y confiada.

—Claro Cely, adelante —me invitó a pasar—. Entra.

Asentí y entré a la casa, seguí a Paula por el pasillo hasta llegar a la sala de estar, a cada paso qué daba mis sospechas se confirmaban aún más.

—Vaya, vaya. Miren a quién tenemos aquí —me acomodé las mangas del suéter qué portaba—. Mis tres amigas, y James.

Paula se acomodó muy cerca de James en la sala, al parecer de alguna manera ellas habían conseguido qué James viniera por alguna extraña razón hasta aquí, no sé sí para molestarme o por algo en lo qué quizá no estaba involucrada.

Robar nunca fue tan Celestial Where stories live. Discover now