No Juegues Conmigo

Capítulo 26- Carteles

-Mía sabes que me caes genial pero en una semana que llevas aquí ya he ido a recogerte tres veces cuando estabas borracha solo te pido que reduzcas el alcohol al menos- me sentía como una madre pero es que no tenía tiempo para ir a buscarla cada dos por tres ya que últimamente teníamos demasiado que estudiar.

-Bueno vale pero prométeme que un día nos vamos de fiesta tú y tus amigos por favor- la verdad es que desde que "cambie" no iba mucho de fiesta por lo que me apetecía.

-Bien pero si te emborrachas yo paso de encargarme.

-Me parece bien, creo que Sam podrá- se rió y tosió un par de veces. Solía hacerlo y me jugaba lo que fuera a que era por la cantidad de tabaco que fumaba.

-Tengo que colgar, adiós guapa- me lanzó un beso haciendo el tonto a través del teléfono y colgué.

Mi cabeza solo se centraba en Dylan y es que desde que me dijo aquello no apareció por clase, ni contesta mis mensajes y las dos veces que he ido a verlo a su casa no estaba. Al principio me preocupe por el pero Tyler me dijo que estaba bien que solo tenía que solucionar un par de cosas y que ya el lunes (ósea hoy) acudiría a clase.
No tenía ni idea de cómo iba a hablar con él el día de hoy aunque tampoco sé si se acordará de lo que me dijo. Por otro lado en esta semana me ha dado tiempo a reflexionar bastante y estoy segura de que por el momento no quiero ninguna relación porque aún estoy recuperándome del tema de Dustin y todo eso.

Fui corriendo a mi vestidor y me puse unos jeans, una camiseta blanca, una sudadera gris encima y bajé corriendo a desayunar mi zumo para luego salir corriendo de nuevo hasta el instituto.

Una vez llegué todo estaba normal, en seguida me junté con Mía, Sam y Ann y comenzamos a hablar en lo que sacábamos cosas de la taquilla.

-Hoy viene Dylan- dijo Ann y todas me miraron- ¿has pensado que le vas a decir?

-No sé si ni quiera se acordara así que primero debo saber eso y luego ya le diré algo al respecto pero no me siento preparada para otra relación- Sam y Ann asintieron.

-¿Por el gilipollas aquel del que me dijiste que me ibas a hablar?- dijo Mía.

-Es una muy larga historia...¿en otro momento vale?-Mía asintió.

-Bueno vamos a clase- dijo Sam y cada una se dispersamos. Yo fui con Ann y Mía a clase de historia.

Me senté en una mesa en la parte de atrás donde tenía un sitio asignado junto a un chico que lo único que hace es dormir en serio tiene una capacidad impresionante.
En el momento en que me senté Dylan entró por la puerta e hicimos contacto visual en seguida, el me sonrió levemente y yo le imité luego se sentó en su mesa y dejamos de mirarnos el uno al otro.

Mis clases ahora eran el triple de aburridas porque además de hacer mi trabajo tenía que ayudar a Mía lo cual era prácticamente misión imposible.

Tras todas las horas de clase me dirigí a la cafetería donde me senté con mi grupo de siempre más Mía que siempre se juntaba con nosotros. Todos hablaron de cosas varias y se rieron y para ellos todo fue normal menos para Dylan y para mí. Los dos estábamos en silencio total y a veces nos mirábamos el uno al otro.

-Lea- pronunció Dylan y yo que me encontraba con la cabeza gacha levanté la cabeza y vi como todos nuestros amigos me miraban.

-Dime- intenté actuar normal pero estaba temblando ¿por qué narices estaba tan nerviosa?

-¿Podemos ir a hablar?- asentí levemente, me levanté y los dos salimos de la cafetería.