No Juegues Conmigo

Capítulo 29- La perfecta combinación

*Capítulo especial narrado solo por Dustin*

Dustin's POV

Hacia ya una semana desde aquella cena con Alissa y el incidente con Jack.
La verdad es que me apetecía volver a verla, es una chica especial y atrae bastante el problema es que no contesta a mis llamadas así que he tenido que ponerme en marcha. Un viejo amigo al que todo el mundo llama Topo ha encontrado su dirección así que ahí que voy en mi moto en busca de la misteriosa chica que conocí. Si, a quien voy a mentir Alissa no ha salido de mi cabeza.

Las indicaciones me dejaron frente a un edificio no muy alto y algo viejo pero parecía acogedor ¿mi problema? No tengo ni idea de cuál es el piso.
Me puse a pensar en la conversación que tuve el otro día con ella sentado en el bordillo de su portal y entonces lo recordé, ella me dijo que una de las cosas que más le gustaban era observar las vistas desde su azotea. Me levanté de un salto y llamé al último piso.
No me abrió así que llamé varias veces hasta que por fin respondió.

-¿Quién es?

-Alissa soy Dustin.

-¿Qué narices? ¿Cómo has encontrado mi casa?

-Ábreme y hablamos.

Tardó un par de segundos supongo que debatiéndose si abrirme o no pero al final lo hizo, el edificio no tenía ascensor así que subí las infernales escaleras hasta el sexto piso.

-Hola- dijo ella apoyada en la puerta. Llevaba puesta tan solo una camiseta bastante grande como hasta medio muslo y supongo que la ropa interior, tenía el pelo revuelto y se me hizo rara verla sin maquillaje y con cara de dormida. Aún así, joder era preciosa.

-Hola- sonreí.

-¿Qué haces aquí?

-Quería verte.

Ella abrió más la puerta indicándome que entrara. Era un piso con una decoración bastante liberal, no muy bien cuidado pero con un toque que lo hacía especialmente acogedor.

-¿Vives sola?- me atreví a preguntar.

-¿Por qué debería decírtelo?

-Eso es que si.

-Me independice este año, no soportaba tener que cumplir ciertas normas de mis padres.

-¿Muy estrictos?- dije tomando asiento en un sofá y ella se sentó a mi lado.

-Estrictos, muy trabajadores, ricos, elegantes...no lo soportaba, a mi me gusta el arte y bueno a ellos no. La única solución era venirme. Sigo viéndolos y ellos pues me pagan porque aún no gano mucho dinero pero estamos mejor dejándonos espacio- lo comprendía la verdad y en cierto modo la envidiaba un poco.

-¿Por qué no respondías a mis llamadas?

-¿Tenía que hacerlo?- me miró confundida y luego se rió.

Esta chica me dejaba sin palabras.

-Está bien, procuraré responder. Pero solo para que no aparezcas aquí y me veas con estas pintas.

-¿Te importa cómo yo te vea?- dije riéndome y ella me pegó en el brazo.

-No pero tampoco quiero que me veas así- se rió y se miro las piernas- ¡oh dios mío si ni si quiera llevo pantalones!- se fue a levantar pero cogiéndola del brazo hice que se sentará de nuevo.