Baby Says (KaiSoo & SeSoo)

4

Teníamos cuatro meses en este lugar, podía decir que ya me había acostumbrado a estos barrios; la necesidad de sentirme protegido había hecho que me adaptará rápido. ¿Quién iba a pensar que yo iba a terminar en un lugar como este?, no es que fuera algo malo, pero eso jamás me había pasado por la mente años atrás.

Yo había nacido en cuna de oro; mi Mamá era una británica dueña de una revista de modas y mi Papá era embajador de Corea en el país de mamá y era así como se habían conocido. Nunca me faltó nada económico, yo lo tenía todo. Siempre viví en Europa y cuando cumplí catorce años mi Papá esta ideando su campaña para una gobernatura, así que nos mudamos a Corea. Cuando llegue a aquel resintió donde llegue a vivir fue cuando conocí a JongIn; él era una persona muy hostil y nos odiamos tanto porque me molestaba demasiado, tiempo después descubrí que esa actitud rebelde se debía por la enfermedad de su Mamá.

Su Mamá tenía cancer, la conocí cuando JongIn y yo ya éramos pareja, él me llevó a conocerla y ella siempre fue muy linda conmigo; siempre fue cálida a diferencia de mi Mamá que nunca tuvo un acto de cariño hacia mi. La mamá de JongIn se llamaba SunMin, ella siempre me pidió mucho que cuidada a JongIn y en ese entonces yo estaba perdidamente enamorado de él que le dije si a todo lo que le prometí. Ahora que lo pienso, la mamá de JongIn tiene mucho parecido a mi hija, la misma expresión en los ojos y la manera de sonreír son iguales a los de mi SooJong.

A veces quería saber de ella, quería preguntarle a JongIn por ella pero no sabía si él me daría razón. Ni siquiera sabía si seguía en el mismo hospital al que iba con JongIn a visitarla una vez por semana. A SunMin le encantaba que la fuéramos a visitar y yo me dedicaba a leerle todas las novelas inglesas que mi Mamá tenía en su colección personal. Yo extrañaba aquellas tardes a lado de ella y JongIn.

Mi corazón se oprime con solo pensar qué tal vez JongIn nunca me va a dejar verla de nuevo, también el que no sepa que ella tiene una hermosa nieta que a heredado toda su belleza. Conocía tan bien a JongIn que sabía que estaba haciendo muchas cosas para que me hartara y me fuera por donde había llegado; sentía un hoyo negro en el estomago el solo pensar que mi hija jamás iba a conocer a su Papá.

De haber tenido oportunidad me hubiera ido lo más lejos de aquí, pero no era así de fácil ya que estaba completamente seguro que justo ahora me estaban buscando. Siempre he querido gritarle a JongIn toda la verdad en la cara, pero el ver su actitud infantil hace que piense que ni siquiera se merezca conocer a su hija. Él rompió su promesa de esperarme y me había dejado completamente roto al no quererme escuchar y pasearse con aquel tipo. Estaba tan dolido, pero mi Nana tenía razón al decir que no valía la pena.

Ya a veces ni sabía si seguía amándolo, me sentía roto y muerto por dentro con respecto a lo que una vez fue nuestra relación; quizás el haberme entregado a él siendo tan joven no debió ser, pero no, si eso no hubiese pasado yo en estos momentos no tendría a mi hermoso ángel.

Antes de conocer al Dr. Choi y a SeHun, pensaba que era un anormal, pero después de platicar con ellos y saber que había más como yo me hacía sentir especial. Incluso SeHun me había dicho en más de una ocasión que era muy bonito y tenía rasgos femeninos; él era tan bueno conmigo y yo le debía tanto.

La única frustración que tenía es que no tenía mi vida anterior donde lo tuve todo con solo tronar los dedos; quizás también extrañaba la relación que tenía con JongIn. Ahora no sabía lo que me deparaba el destino y me preocupaba el pensar en el futuro de SooJong. A diferencia de mi Mamá quién me había enseñado a menospreciar a las personas, yo le enseñaría a mi hija todo lo contrario, ella sería una buena persona y sabría ser buena con todos.