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—Ya he subido todo a la camioneta —SeHun señaló mientras me abría la puerta para que subiera.

—Gracias.

—¿Quieres ir a comer algo? —pregunto— aun tenemos algo de tiempo.

—Si, quiero algo de carne —sonreí.

—Carne será —me dedico una sonrisa y cerró la puerta.

Se dio la vuelta para subirse en el asiento del conductor.

—¿En donde te metiste? —pregunto mientras se ponía el cinturón.

No sabía que decirle, tendría que mentir.

—Estaba dando una vuelta por el vecindario.

Dio marcha al motor y dio la vuelta para salir de aquel lugar que me recordaba muchas cosas. Esperaba a que ninguna de esas personas me reconociera. Tenía miedo de que ellos supieran que había estado merodeando por aquel lugar. No eran tan tontos para saber que estaba en Corea y aseguraba que ya me habían ido a buscar a donde JongIn.

SeHun iba hablando de que me llevaría aun lugar que le encantaba, deje de prestarle atención cuando la vi.

—Detente un momento —le pedí.

Tenía que estar estupido pero debía hablar con ella.

—¿Por qué? ¿Está todo bien? —mi novio pregunto algo asustado.

SoYeon salía de la casa cargando cajas y no se había percatado que estábamos estacionados justo en frente de ella.

—¿Quién es ella? —SeHun pregunto mientras yo miraba al ama de llaves sacar lo que parecía ser mis cosas.

—Dame un momento —lo mire a la cara y tomé una de sus manos— prometo decirte todo cuando estemos en tu casa.

No espere respuesta porque baje en seguida de auto.

—Soyeon —ella pego un brinco al tiempo que alzaba la vista y noté la sorpresa en sus ojos.

—KyungSoo.

—Soy yo Soyeon —sonreí de felicidad. Tanto mi Nana y está mujer habían cuidado de mi hermano y yo toda la vida. Amabas habían sido las mujeres con las que crecimos, esa figura materna que Mamá nunca fue.

—¡Jesucristo! —me abrazo con los ojos húmedos— ¿en donde te has metido Niño tonto?

—Bueno yo... —solloce porque realmente me sentía feliz— estoy...

—Escondiéndote, ¿no es así? —me soltó y frotó de mis brazos.

—Si —agache la cabeza, tenía tanta vergüenza de mi mismo. A esto había llegado. Deje todo por JongIn y ahora era un prófugo de mi misma familia.

—Si tu Madre sabe que estas aquí no se lo que hará, pero me lo imagino —ella miro angustiada a todos lados.

—No se lo dirás...

—Por su puesto que no, pero no está bien que nadie de esta gente te vea —me dijo— ella dio instrucciones de arrastrarte de regreso a Londres en cuanto te aparecieras.

—Ella está muy molesta, ¿verdad?

—Ella siempre está molesta —nos echamos a reír— hoy hablo conmigo en la mañana ordenándome que sacara todas tus cosas.

Mire la pila de cajas y allí estaba mi ropa, zapatos, bolsas y libros.

De pronto escuché la puerta de la camioneta cerrarse.

Baby Says (KaiSoo & SeSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora