Eres más de lo que imaginas

21.12.2100 (Parte 3)

(Narra 0.2)

Apenas el día ha comenzado y nos hemos empeñado a buscar esa clase de seres... sinceramente tengo miedo, espero que todo salga bien hoy.
El capitán nos ha dicho que ahora, por ser de día, no salen muchas de esas criaturas, pero que aún así debemos estar precavidos.

-Por aquí, capitán, he encontrado una vivienda en la cual, al parecer hubo presencia de humanos... hay trozos de comida en el suelo y sangre manchando las paredes.- Dijo un 0.2 que estaba en nuestro grupo. (Nos dividimos en dos grupos de diez para así abarcar mucho más área e investigar más a fondo la zona).

Capitán: -mmmmmph... Tienes razón... al parecer no tienen mucho que se fueron de aquí... la comida sigue buena y la sangre sigue húmeda.

Entonces se me ocurrió abrir una puerta, debido a que tenía curiosidad por conocer más de aquel tenebroso entorno que antes solía ser una vivienda. (Estábamos en un gran edificio en ruinas con departamentos). Giré aquella perilla, sentía nervios ya que quería saber que más podríamos encontrar...
Al momento de abrir aquella puerta cayó el cuerpo putrefacto de una mujer, en brazos ella tenía un bebé... este se encontraba llorando. Sentí un vacío interior al ver aquel cuerpo.

-¿A-acaso ella... e-ella dio su vida para salvar a su hijo?- Fue lo que pude decir, lo dije con una cara totalmente horrorizada... estaba totalmente pálido...

-Eso parece... dijo aquel 0.2 que tenía una actitud risueña... pero esta vez él se encontraba serio.

-¡Ja!, ella realmente es tonta... si hubiera sido ella yo les doy al niño y salgo corriendo- Dijo en tono de burla un androide 0.2 que se encontraba en la parte de atrás... inmediatamente todos lo voltearon a ver, pero realmente no le tomaron mucha importancia, excepto dos androides...

-¡Ten un poco de respeto por esta pobre mujer!- Dijo la voz de aquel Androide que hace apenas ayer estaba contando bromas. Él empuñó su mano y golpeó fuertemente a aquel 0.2 que se estaba burlando del cadáver de aquella persona.

-¡BASTA!- Gritó el capitán. Pareció que nadie le había escuchado debido a que ambos empezaron insultarse.

-¿Qué te sucede infeliz?- Gimió él.

-¡No puedes burlarte de alguien que ha muerto!- Gritaba entre lágrimas ese 0.2... se abalanzó contra el otro y le dio un certero golpe en la cara.

-¡PAREN POR FAVOR!- Grité y corrí hacia dónde estaba mi amigo para sacarlo de aquella pelea... -Déjalo, él de seguro ya aprendió...- Dije apenado y un tanto nervioso ya que no sabía cómo él podía reaccionar.

-Supongo que tienes razón- contestó mirándome a los ojos.

-Desgraciado- susurró el otro, pero no le tomé importancia.

Toda la sala se llenó de un silencio terriblemente incómodo... después de un leve rato, el llanto del bebé fue el que rompió aquel mórbido silencio. Lo tomé con mis manos para calmarlo... observé detenidamente y me percaté que, en su ropa, estaba bordado cuidadosamente el nombre de "Regina".

-Tírala- Ordenó el capitán.

Confuso me atreví a preguntar: -¿Por qué debo hacerlo?

-Te conviene matarla ahora mismo si no quieres que sufra-.

-¿De que estás hablando?- Pregunté.

Inmediatamente, como si él lo hubiera invocado, el bebé empezó a retorcerse de agonía... empezó a vomitar sangre mientras todo su cuerpo se ponía completamente negro.

Sentí como sufría, pero aún no moría... ella todavía no moría después de todo eso... sentí que podía ayudarla pero a la vez me dije a mí mismo que era demasiado tarde.

-Es mejor que la mates ahora mismo- Me dijo el capitán. -Ella tiene el virus... y para que muera tendrán que pasar varias horas... Es mejor que acabes con su sufrimiento ahora mismo-.

Aquella bebé volteó a verme... empezó a llorar sangre... no tuve más remedio. -Lo siento mucho... p-pero...- Empuñé mi espada y la coloqué en su cuello. -No puedo hacerlo- dije.

Todos los androides me miraban, y sé, dentro de mi, que nadie se atrevía a hacerlo ya que, ya se hubieran acercado.

La bebé gemía más... como si estuviera aclamando por morir... Le dí un beso en la frente y le abrace fuertemente. -Lo siento- Clavé mi espada rápidamente en su pecho, haciéndola morir de inmediato. Mi espada quedó llena de sangre, así como mis manos... seguí abrazando a la bebé.

-Lo siento mucho... espero que ahora estés en un lugar mejor- dije entre lágrimas.