Los Abandonados de la calle 82

Suicidas (Parte 2)

Los días pasan sin ningún motivo, dejándolos pasar, perdiendo el tiempo, pero aún queda el recuerdo de ellos, de los mejores días: todos aquellos recuerdos que son imágenes perdidas, y es que no importa todo tu sufrimiento, esas manchas de sangre en tus zapatos, toda esa nubla gris que invade tu corazón... al final está esa luz que ayuda a desenterrarte, los castillos se convierten en polvo, los días pasan, sobreviviendo por tu cuenta y aquí vamos de nuevo, todo lo que has construido y perdido se lo lleva el viento, y es que recordar es vivir.

Debería existir un lugar para todos aquellos que no aspiran a ser nada, que viven sin ganas porque están muy jodidos. ¿Y por qué no vivir como si fuera el último día? ¿Y es que es correcto dormir sin un sueño y levantarse sin ningún motivo? Pues hay almas vacías que quizás nacieron para morir acaso de tantas estrellas y de las más radiantes se apagan porque nunca fueron nada.

Detesto que me pregunten '' ¿Por qué te cortas?'' porque vivo en soledad, todos me odian, nadie me perdona, no sé lo que es tener a alguien en quien confiar, quiero ser libre, ser feliz, tener un amigo. Porque la vida es tan difícil... la soledad, el odio, que te traicionen, además no me queda ni mi familia o en todo caso no tengo quien me proteja, nunca hice una promesa, admito que soy débil.

"Las marcas en su cuerpo, heridas que alcanzan distintos grados de profundidad, constituyen un intento desesperado por mostrarles a los demás cómo se sienten y de pedir ayuda". Esa frase la leyó Jared y quedó retumbando en su cabeza. Él no dejaba sola a esta chica, se la pasaba con ella día y noche.

Un día, para hacer algo diferente, se le ocurrió salir a montar en bici, entonces consiguió unas bicicletas prestadas e invitó a Roxana, ya que ella a veces ayudaba y ya había entablado una amistad con Jane.

Esa brisa que nos hace imparables y sientes que galopas por un sueño, tan imparable eres, tan audaz, cortas el viento a toda velocidad y solo te dejas llevar.

Bajamos una colina bastante inclinada, tuve miedo pero él me sonrió y me dijo: ''no temas pequeña niña, nada pasarà ¡solo déjate llevar!'' Mientras, él bajaba levantando los brazos como si volara, era un ave y eso me hizo sentir segura, levante mi pie de apoyo y empecé a caer a toda velocidad, dejé que el viento acariciara mi cara. También quería ser como un ave, pero un tanto asustada cerré los ojos, lágrimas empezaron a caer de mis ojos mientras sonreía, pues nunca había estado tan feliz.

Son implacables, empedernidos sin sentido, son irreverentes e imprudentes, pues son jóvenes y deben vivir, vivir como si fuera su último día, su último segundo, vivir, vivir*de eso se trata la vida. Pero días como el que vivió Jane no los tenía muy seguido. Cualquier día para ella se tornaba gris y volvía a recaer. El autolesionarse, en vez de ser un camino para truncar su vida, es un mecanismo de supervivencia para sobrellevar un trauma psicológico o dolor emocional provocado por variedad de situaciones, provocando dolor físico para sentir alivio del sufrimiento emocional o, simplemente, placer momentáneo que la llevaría a la destrucción.

Roxana y Jared por fin dormían solos, ya que a Jane le dieron una habitación al lado de la de ellos...bueno, en realidad la habitación es de Jared, pero Roxana suele dormir con él, mientras los dos hacían el amor. ¿Acaso era amor?

Después de terminar, Roxana le preguntó:

—¿Me amas?

—Sí, sí te amo—Contestando de manera dudosa y torciendo sus ojos

—No, me mientas, no me amas

—Hace cuatro meses que nos conocemos

—Idiota, no me ames, yo solo quiero divertirme—Riéndose sarcásticamente