El viejo lumicas

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Jared días después fue a buscar a un viejo amigo llamado Lumicas o así le apodaban. Jared le contó a Lumicas sobre los nuevos chicos que había conocido, lo que sucedió en el hospital y las cosas extrañas que sintió. Lumicas era un joven de 18 años inmaduro, Jared muchas veces pensaba que no era necesario contarle cosas a Lumicas ya que nunca daría un buen consejo, siempre decía estupideces como: Lo apuñalas y problema resuelto. O: no lo pienses tanto ella es solo una chica, solo ten sexo con ella y disfrútala. Esas cosas sacaban de quicio a Jared, lo que los mantenía unidos era una buena amistad. Lumicas era fiel a ese sentimiento, por más idiota que fuese era un buen amigo y eso era lo que contaba.

A Lumicas le fascinaba la idea de crear una banda de rock, decía que ese sería su triunfo, su éxito, ya que por ser un estudiante mediocre le tocaba estudiar en una universidad privada, su familia era de bajos recursos, y apenas podían pagarle la universidad a Lumicas ser desplazados no les daban muchas oportunidades de no fracasar.

Cuatro años antes de que la familia de Lumicas llegara a la ciudad vivían en un pueblo cercano al Cauca, provincia oriente; lo que les hizo irse y buscar alojo en la ciudad de Bogota. Lumicas, el hijo de Adelaina, sostuvo relaciones con la sobrina de Roberto Simancas, cuando el hombre se enteró de lo sucedido se fue para donde Adelaina y le dijo que tenía que pagarle el honor de su nieta con la parcela o de lo contrario le quemaba el rancho. Y se lo quemó.

Su esposo Joaquín era de la Junta de Acción Comunal, vicepresidente. Tenía un equipo de fútbol, manejaba más o menos 100 jóvenes. Bueno, a los jóvenes los invitaban los grupos armados hacer parte de la extrema derecha. Ellos decían que no, porque el profesor dice que realmente nosotros acá no somos de esos que matan a sus hermanos. Entonces empezaron a amenazar a Joaquín.

Vinieron por el padre de Lumicas y él se escondió, pero igual vinieron a mirar si era cierto. Llegaron a la casa, la fecha era un 4 de septiembre y la hora era 5:20 de la tarde. Joaquín tenía que estar muerto. Lumicas tenía un tío, llamado Pablo al cual lo mataron y dejaron a su esposa Johana de 22 años viuda con sus 3 hijos.

Johana dice: nunca pensé que algo como esto pudiera pasarnos.

Su esposo no estaba envuelto en nada, no era un líder, no le interesaba la política. Nunca hablaba de estas cosas, solamente trabajaba en un río (tenía un bote).

Ellos vinieron el sábado por la mañana y se lo llevaron, con otros cuatro hombres del pueblo. Se fueron en un bote.

Johana esperó toda la noche, pensó que tal vez regresaría por la mañana, que solo se habían llevado a su esposo para hacerle unas preguntas y se darían cuenta que tenían a la persona equivocada, pero no fue así. En la mañana los hombres del pueblo fueron al bosque a buscarlo, regresaron en la noche y dijeron que encontraron a dos muertos, pero ninguno de esos era el esposo de Johana, Pablo. Las familias del pueblo dicen que encontraron a cuatro muertos pero ninguno de esos era el amante de Johana. Ella fue a recibir el certificado de que pablo estaba desaparecido, mas no muerto, porque no tienen el cuerpo pero le dicen que lo harán en 3 años, entonces Johana podrá ser una viuda. Ella solo se siente mal, sabe que su esposo no está, pero nunca se había sentido tan real. Johana se siente sola, con sus 3 hijos. El mayor tiene 10 años, la niña que le sigue 4 y un bebe de 10 meses.

Ella dice que nunca los perdonara, y les enseñara a sus hijos a no perdonar. ¿Cómo podría, cuando ni siquiera puedo decirle a sus hijos "acá es en dónde descansa su padre"?

Lumicas y su familia solo buscan una oportunidad de vida, ya que las personas no son consideras y tampoco los miran bien, los juzgan como guerrilleros o paramilitares. Muchos dicen que son problemáticos. Entonces, a familias como las de lumicas le afecta mucho eso, a todo el mundo le afecta eso.

Los Abandonados de la calle 82Donde viven las historias. Descúbrelo ahora