Dos semanas después...
El día esperado había llegado. La famosa carrera del desierto. Todavía ese mal presentimiento no se había ido pero decidí ignorarlo por completo.
Durante las dos semanas anteriores habíamos avanzado mucho en las prácticas. Era increíble cuando rápido eran los chicos a la hora de manejar un vehículo a toda velocidad.
Nuestra amistad se fue fortaleciendo cada vez más a medida que pasaban los días. Perrie y Eleanor se convirtieron en mis dos mejores amigas. Con los chicos era lo mismo, a excepción de Harry. Cada día sentía que me gustaba más.
Estuvo durante una semana completa lamentándose por lo que hizo y me pedía una oportunidad. Le comenté a mi mamá y ella simplemente me dijo "Una oportunidad no se le niega a nadie." A lo que Letty acotó "Al menos que sea tan idiota de hacerlo otra vez.".
Acepté darle una oportunidad. Desde ahí, las cosas fueron mejorando. Ahora somos 'amigos' por decirlo de alguna manera.
Con respecto a Elena, no sabemos mucho de ella. En el instituto las pocas veces que la cruzábamos por los pasillos, nos esquivaba. Lo que era un poco raro pero a la vez armonioso.
Estábamos en una carpa donde se encontraban guardados los autos de los chicos. En pocos minutos comenzaría la acción y tenían que prepararse.
Observaba como Harry revisaba las ruedas por cuarta vez consecutiva. Reí y decidí acercarme.
- Es la cuarta vez que haces lo mismo desde que estás parado aquí. – acoté a su lado con una sonrisa burlona.
- Ohh – me observó y sonrió. – Necesito estar seguro.
- Tranquilo – sonreí cálidamente mientras apoyaba mi mano en su hombro derecho, en forma de apoyo – Sabes que puedes usar armas, se pueden ayudar entre ustedes mutuamente.
Él asintió. Salimos fuera de la carpa y dirigí mi mirada hacia el equipo contrario.
Eran dos mujeres y dos hombres. Una de ella era rubia con un mechón de cabello rosa, un piercing en su ceja y con una figura esbelta, estaba vestida con un vestido negro corto que le daba forma a su cuerpo, ¿Quién demonios corre un auto con un vestido de fiesta? Exacto, ella.; la otra era morena, literalmente llena de tatuajes, llevaba un top rojo, este dejaba al descubierto el piercing en su ombligo y tenía puestos unos shorts de jeans negros con tachas. Ambas usaban zapatillas negras. Los hombres, uno era pelirrojo con tatuajes y usaba una playera roja haciendo contraste con su cabello y el otro una playera gris, su cabello era azul. Ambos usaban jeans azules oscuros y zapatillas blancas algo gastadas.
- Aquellos tipos no me caen nada bien – dije haciendo un gesto.
- Pienso igual, ven vamos, ya va a comenzar.
Asentí e ingresamos. Los chicos ya estaban en sus autos, solo faltaba Harry, quien se subió y bajó la ventanilla. Me acerqué y me apoyé en el marco de la puerta.
- Tengo un presentimiento. –comentó con el ceño fruncido y su mirada al frente.
- ¿Bueno o malo?
- Malo - me miró – pero hay que ser positivos.Me entretuve en sus ojos. Realmente eran hermosos. Dirigí mi mirada hacia sus labios y luego a sus ojos. A la mierda todo. Lo tome del cuello y junte mi boca con la suya. Él sonrió en el beso, lo que hizo que yo hiciera lo mismo. Con su lengua delineó mi labio inferior pidiendo entrar, lo cual le permití. Su lengua acariciaba suave la mía.
- TORTOLITOS. –gritó alguien haciendo que nos separáramos. Me giré para ver que era Niall el que había gritado.
Gire hacia Harry, el cual lo estaba fulminando con la mirada. Reí y negué levemente la cabeza.
- ¿Qué ocurre Horan? – preguntó Harry.
Niall se quedó callado sin contestar nada, rascó su nuca en señal de nerviosismo y enseguida lo comprendí.
- ¿Mi papá te mando cierto? – pregunté cruzando mis brazos sobre mi pecho y elevaba una ceja.
- No, no. En realidad, lo hizo Dom. – sonrió.
Revoleé mis ojos y Harry rió levemente.
Una voz resonó en los parlantes diciendo que todos los competidores se ubicaran en la línea de salida. Miré a Harry por última vez.
- Ten cuidado, por favor – me acerqué uniendo nuestras frentes.
- Tranquila, lo tendré. – se me quedó mirando fijo y sonrió.
Le sonreí de vuelta, me acerqué para unir nuestros labios en un beso tierno. Finalizamos el beso pero nuestras frentes permanecían juntas.
- No te olvides de las señas – le recordé y me alejé parándome al lado del auto.
Él asintió en respuesta. En los últimos días habíamos practicado señas, para prevenir de si estaban en peligro o necesitaban algo, era para comunicarse con nosotros.
Harry se acomodó en la línea de salida. Me acerqué en donde se encontraba mi padre y el tumulto de gente. Y los observé detenidamente a todos.
Les habían dado walkie talkies, así podrían comunicarse entre ellos.
Narra Harry:Hice una vista panorámica del lugar. Esto es realmente una locura. Rampas y muchos obstáculos se encontraban en frente nuestro. Miré hacia el tumulto de gente y logré ver a ___. Sonreí al ver sus hermosos ojos azules.
- PREPARADOS - gritó una voz masculina. Dirigí mi mirada al frente y me concentré.
- LISTOS – los del equipo contrario hicieron rugir sus motores.
- ARRANQUEN HIJOS DE PUTA.
Al escuchar eso, pisé el acelerador a toda la velocidad que el auto me lo permitía. Me aproximé a una curva y doble bruscamente sin importar nada, logrando un giro a la perfección.
En ese momento me centré en seguir andando.
Una vez que entras no sales por tu cuenta, te sacan. Tenía muy en claro que esto es correr o morir.
Por supuesto que la segunda opción no era mi favorita y menos sabiendo que después de esto una hermosa chica con ojos azules como el mar y cabello castaño claro me estaba esperando entre el tumulto de gente.
No iba a dejar que morir me arruinara seguir adelante con la oportunidad que ella me había dado, por lo que mi forma de evitar la muerte era correr a toda velocidad encima de un auto.
Por ella. Porque ella era mi luz en mis momentos más oscuros.
--------------
Lamento la tardanza pero lo bueno es que lo subí. Espero que les guste. Lamento si son cortos. No se olviden de votar. Gracias.
XOXO - Sophie.
ESTÁS LEYENDO
The Fast And Furious
ActionAutos. Velocidad. Peleas. Discusiones. Armas. Policías. Corruptos. Pero lo principal y más importante el amor y apoyo incondicional entre la familia y un grupo de chicos que estaban dispuestos ayudar en todo. ¿Quién dijo que el amor no vale durante...