With Eyes Closed [KEO]

Capítulo 5

Durante el almuerzo, mientras Ken iba rápidamente al baño, Ravi se acercó a los doble H, con el rostro algo preocupado.

— Chicos ¿no creen que últimamente Ken ha estado algo extraño? — les preguntó.

— ¿Extraño, en qué sentido? — respondió Hyuk.

— Pues extraño... es que incluso me dijo que había contestado todas las preguntas del examen — Ravi contestó.

— Es cierto, como si se estuviera concentrando más en los estudios — dijo Hongbin.

— A ver...entonces dices que es, como si supiera más cosas — contradijo Hyuk.

— Exacto.

Se miraron los tres al mismo tiempo, y después sin poderlo evitar, comenzaron a reírse. Cuando por fin sucumbieron por el fuerte dolor de estómago, justo antes de que Ken regresar a su lugar nuevamente, Ravi tomó algo de seriedad y con un rostro más serio les dijo:

— Binie, Hyukie, creo que ya sé lo que tenemos que hacer hoy — sentencio Ravi.

* * *

Luego de que se despidieran de Ken, como normalmente estaban haciendo todos los días, después de la escuela. Hongbin, Hyuk y Ravi comenzaron a seguirlo a una distancia prudente, querían averiguar primero que nada en donde se estaba quedando, y en segundo lugar si estaba llegando a clases particulares para mejorar sus notas, ya que ellos también querían de ser posible, mejorarlas. Y si Ken podía ¿por qué ellos no?

Lo vieron detenerse en una esquina y tomar un autobús, así que no les quedó más remedio que tomar un taxi, para comenzar a seguirlo. Cuando el autobús se detuvo en la parada solicitada por Ken, cerca de 15 minutos después, ellos pagaron el servicio del taxi y discretamente se bajaron de él. Ocultándose entre las bardas de las casas, vieron a Ken caminando dando saltos hasta llegar a la entrada de una enorme casa.

— ¡Wow!, la casa del amigo del señor Lee es enorme — dijo con admiración Hyuk.

— Seguramente debe ser muy rico para costearse una casa así — le respondió Hongbin.

El lugar les parecía más un palacio que una casa, y eso solo viéndola por fuera. Mientras observaban el inmenso lugar, fueron asustados por el claxon de un auto.

— Hola chicos, que gusto verlos.

— ¡Señor Lee! — gritaron al mismo tiempo los tres.

Finalmente de esa manera se enteraron en donde estaba viviendo Ken, aunque la sorpresa más grande que se llevaron, fue que al entrar a saludarlo, vieron bajar a Leo las escaleras de su casa, caminando con despreocupación a la cocina.

— Esto no puede ser — dijo Ravi mientras se tocaba la frente con una mano — ¿Qué hace él aquí?

— Es su casa — dijo simplemente Ken, encogiéndose de hombros.

— ¿Así que la casa del amigo de tu papá, es también la casa de Leo? — preguntó Binie.

Ken solo asintió.

— Entonces... ¿Todo este tiempo han estado viviendo juntos? — dijo Hyuk.

Nuevamente Ken solo asintió, mientras observaba la mirada asesina de Leo al otro lado del salón.