La oscuridad que envolvía a Ken era cada vez más espesa, principalmente porque la batería de su teléfono se había agotado, por lo tanto incluso el ruido más pequeño se magnificaba en sus oídos haciéndolo sentir realmente aterrorizado.
— ¡Ayúdenme! Por favor — volvió a gritar diciendo lo último en un susurro.
Rindiéndose totalmente se dejó caer al suelo, estaba muy cansado y lo peor es que el no saber exactamente en donde se encontraba lo angustiaba más.
De repente un pequeño punto de luz se logró distinguir en la lejanía, o era eso o sus ojos estaban engañándolo.
— ¡Hola! — se aventuró a decir.
— ¡Ken! — escuchó su nombre, pero le pareció realmente increíble que la voz proveniente de ese grito fuera de Leo.
— ¿Leo?
Y entonces la pequeña luz se volvió más intensa y gracias a ello pudo distinguir la figura de una persona.
— ¡Ken! — gritó nuevamente Leo.
— ¡Leo! Aquí — dijo al reconocerlo.
Ken se levantó como pudo del suelo y al distinguir finalmente a Leo, ambos corrieron al encuentro del otro. Leo no sabía porque, pero todo lo que hizo fue dejarse abrazar por Ken, que llorando lo rodeo con sus brazos, y el alivio recorrió su cuerpo.
— Shhh, ya te encontré, todo va a estar bien ahora — le dijo.
— Tenía tanto miedo — logró decir Ken entre sollozos.
— Estoy aquí, no tengas miedo — dijo Leo, aunque en parte era para él también — Ven, vamos.
Rompieron el abrazo dando media vuelta, pero apenas dieron un par de paso, cuando Ken se quejó, el correr minutos atrás le había provocado que el dolor en su pie se intensificara.
— ¿Te encuentras bien? ¿Te lastimaste en alguna parte? — preguntó Leo.
— Mi tobillo me duele, me lo torcí.
Leo se puso en cuquillas para examinarlo levemente ayudándose de la lámpara de su teléfono.
— Está hinchado — determinó — pero tampoco podemos quedarnos aquí.
Sujetando a Ken de la cintura para darle mayor apoyo, Ken cruzó uno de sus brazos por los hombros de Leo, y de esa manera comenzaron su camino de regreso.
— Sujétate de mí, pronto llegaremos.
* * *
Mientras Ken era revisado por el doctor del lugar, Leo era regañado por sus padres por no haberles avisado. Aunque por debajo del supuesto regaño, sus padres estaban muy orgullosos, de él. Así que finalmente terminaron agradeciéndole el haber encontrado a Ken.
El camino de regreso a la ciudad fue notoriamente más tranquilo. Principalmente porque lo único que recibió Leo de parte de Ken, fue un "gracias", el cual tenía una infinidad de palabras no dichas en el fondo, pero sabiendo como era su compañero de cuarto se abstuvo de decirlas.
Esta vez Ken, no volvió hacer algún comentario sobre el paisaje y la vista. Debido a que la mayoría del tiempo se la pasó viendo por la ventana, durmiéndose al final.
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With Eyes Closed [KEO]
FanfictionDespués de ser rechazado frente a toda la escuela, Lee Jae Hwan, tratará de olvidarse de su amor por Jung Taek Woon. Pero el destino no lo dejará alejarse tan fácilmente, debido a que una explosión provoca que su casa quede destruida y tenga que mud...