Capítulo 20

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Capítulo final


Finalmente, después de algunos años de arduo esfuerzo, la ceremonia de graduación, antes de comenzar su internado en el hospital como enfermero oficial estaba próxima a realizarse. Todos en la clase de Ken estaban más que fascinados por tal hecho, ya que aunque él no recibiría un gorro como las mujeres, sino un pañuelo con el símbolo médico, la vara de Asclepios, eso lo hacía sentirse completamente orgulloso de lo alto que había llegado. Aunque su felicidad se había ensombrecido por un pequeño detalle.

— No puedo asistir, ese mismo día tengo una reunión con mi profesor en el hospital del centro — dijo Leo respondiendo a la pregunta de su esposo.

— ¿El que está al otro lado de la ciudad? — preguntó Ken un tanto horrorizado, al saber que aquel hospital estaba a casi dos horas de distancia del recinto en donde se celebraría su ceremonia de terminación.

— Sí.

— Pero... yo esperaba que asistieras — comentó Ken con clara desilusión en la voz.

— Lo lamento Ken, pero no puedo — le dijo Leo apenado, porque sabía lo importante que era para él.

— Leo cariño — intervino su madre — ¿Estás completamente seguro de que no puedes asistir?

— Lo estoy.

El resto de la cena Ken se mantuvo bastante callado, el no tener a Leo para acompañarlo en la ceremonia era algo que en definitiva no se esperaba que ocurriera, especialmente por lo importante que era para él aquel suceso.


Unos días después.


El día de la ceremonia llegó tan rápido como se fue. Todos en el auditorio lucieron sus trajes a la perfección y aunque Leo no pudo asistir a la misma, su padre, amigos y suegros estuvieron muy orgullosos de Ken en el momento que lo vieron levantarse de su lugar, cuando fue nombrado por el micrófono que sostenía el maestro de ceremonias.

Recordando cada momento como si estos fueran el tesoro más grande que alguna vez hubiera estado entre sus manos, Ken terminó de guardar todas sus pertenecías para poder cambiarse y salir a celebrar con sus amigos el fin y comienzo de una era.

— ¡Ken! — la voz de Leo llamándolo lo asustó un poco.

— ¿Leo? ¿Qué estás haciendo aquí? — dijo al tenerlo de frente.

— Pues qué más tonto, vine por ti para celebrar tu graduación. Aunque me haya perdido toda la ceremonia — dijo lo último encogiéndose de hombros al ver el lugar casi vacío.

— ¿Solo... solo regresaste por mí? — preguntó Ken incrédulo, sintiendo el escozor de las lágrimas produciéndose en sus ojos.

— Por quien más lo haría — le respondió Leo sonriéndole totalmente orgulloso.

Acercándose para abrazarlo, Leo lo rodeó con sus brazos dándole un pequeño beso en los labios.

— Ahora tal vez puedas recitarme lo que dijiste.

— ¿De verdad quieres escucharlo? — dijo soltando un par de lágrimas sin dejar de mirarlo a los ojos.

— Por supuesto que sí.

Soltando un par de sollozos, Ken sorbió su nariz mientras Leo limpiaba sus lágrimas con ambas manos.

— Con honor y justicia llevaré adelante este régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror...

With Eyes Closed [KEO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora