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Jongin nunca había sido con exactitud un casanova, simplemente un chico demasiado gentil, a raíz de eso, su padre solía decirle que su aura era unica y que gracias a esta, lograba distinguir lo bueno que había en las personas, tomando en cuenta lo último y agregando que había tenido que sacrificar mucho de su tiempo y de las diversiones, finalmente lo había conseguido, se había graduado con honores de la escuela de medicina y con 2 años de experiencia como médico, Kim Jong In se encontraba cursando su segundo año de residencia para la especialidad de pediatría.

A causa de la anteriormente mencionada residencia, los primeros años habían sido extremadamente agotadores, no le queda tiempo de dormir bien, mucho menos de mantener una vida privada... Sin mencionar que siempre tenia que estar disponible, presentable y lo de mantener una excelente actitud positiva y regalar una sonrisa, era por cuenta propia.

Si bien se dice por ahí que "todo lo que se reprime, se potencializa" en su caso era cierto, gracias a los años de estudio (tiempo reprimido) y a su mejor amigo (el cual siempre había sido más extrovertido) había logrado potencializarse.
Se había convertido en un conversador muy ameno, debido a que siempre se encontraba rodeado de todo tipo de personas de alto nivel intelectual. Pero eso no era todo, entre sus dotes poseía la innata cualidad para el baile, cosa que sin duda era un arma seductora a la hora de conquistar.

Sin embargo eso no había sido el motivo por el cual Do Kyungsoo se había interesado, si no esa trasparente sonrisa, esa que se mostraba pura y llena de vida, la misma que le había dado la oportunidad de imaginarse la personalidad cálida, serena, tierna y hasta seductora, que aparentaba tener el moreno.

Por otro lado Kyungsoo era el tipo de chico, que sin hacerlo a propósito, le llevaba tiempo formar un vínculo con cualquier otra persona, cuando se daba la oportunidad y conocía a alguien, se mostraba amable, sus mejillas enrojecían y sin ser consciente de ello, la voz le cambiaba, dato que sus amigos no dejaban pasar y que se encargaban de recordarle cada que la situación se prestaba.
La gente a su al rededor admiraba la armonía que transmitía, ya que la mayor parte del tiempo solía ser tranquilo y reservado.

Agregando los grandes y expresivos ojos a las cualidades anteriormente mencionadas era lo que sin duda había cautivado a Jongin.

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La noche era joven y los chicos también, así que kyungsoo se dispuso a hacer lo que se le dificultaba, que era, congeniar con un desconocido.
No era para exagerar, después de que vio que los 2 chicos nuevos, por así decirlo, habían saludado a Jongdae, se sentía más cómodo, por fin su círculo estaba cerrado y por más extraño que sonara, se sentía completo, ahora mismo solo quería dejar de pensar y comenzar a sentir.

La noche transcurría y mientras bailaban sus entrometidos amigos (sobre todo Baekhyun) lo alentaban de vez en cuando haciendo énfasis en el moreno, kyungsoo solo sonreía para esconder su sonrojo y asentía discretamente.

Siendo positivos y mirándolo desde otro ángulo, era excelente poder romper la rutina, algo que en conjunto con los acontecimientos a Kyungsoo lo hacía sentir elevado y un tanto ansioso por encontrar la cúspide, justo a donde lo llevaría Kim Jong In.




Conforme las horas aumentaban, el Lugar se vaciaba anunciando la hora de retirarse.

Junmyeon junto a Luhan comenzaron a despedirse, este último, no termino sin antes depositar un tierno beso sobre la mejilla de sus conocidos, e incluyendo la de Sehun, el cual, tomado por sorpresa, se sonrojó de sobre manera causando que Jongin y Jongdae murieran de la risa.

Baekhyun apareció detrás de su mejor amigo. ―Hora de despedirse.  ― Baekhyun se aclaró la garganta.―no olvides pasarle tu número.―Dijo divertido en un susurro sobre la oreja de Kyungsoo.

A la inversa. A.U- [KAISOO] M-preg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora