Siento el frío y doy la vuelta. Te busco, deseo atraparte. No estás. Abro los ojos, no te encuentro. Los cierro y te imagino. Me acoplo a las sábanas. Mi corazón grita, mi piel se enfría, mis ojos arden...
Y entonces me senté en la cama desesperada. Otra pesadilla. Me llevé ambas manos a la cara y me la estiré. Bostecé y miré la habitación: no estaba en mi casa. No era mi cama... entonces recordé. Me había quedado dormida con Niall en el sofá. Me quedé dormida en el calor de sus brazos, y ahora me despierto sin saber si fue un sueño. ¿Cuándo es que llegué a la cama? Me levanté algo espantada, y abrí la puerta de la habitación. Miré hacia varios lados y divisé una escalera a lo lejos. Me acerqué y bajé por ella. Vi a Niall sentado, leyendo. Me miró y me sonrió, le devolví la sonrisa. Se puso de pie y caminó rápidamente a la cocina.
—¿Tienes hambre? ¿Quieres comer algo?
‘Sí, a ti’ pensé.
—No, estoy bien... ¿qué hora es?
—Tranquila, apenas es un poco más del mediodía.
Asentí.
—¿Dormiste bien?
—Sí —le contesté- ¿acaso no estábamos en el sofá?
—No podía dormirme, y no quería molestarte... te llevé a mi habitación. Estabas en mi cama. Se ve que estabas cansada —dijo gracioso-
Me tapé la cara.
—Qué vergüenza —murmuré apenas-
—No, no tengas vergüenza, estás... hermosa.
Me sonrojé apenas, y corrí mi cara con una pequeña sonrisa. Bajé la mirada, también. Pero él se puso de pie, lo que instantáneamente hizo que lo mirara. Se paró cerca de mí, e hicimos un corto contacto visual. Volví a agachar la mirada.
—Eres increíblemente hermosa —susurró cerca de mí- eres... perfecta. En pocas palabras, me gustas. En muchas, también. Y sinceramente, moriría por un beso tuyo en este momento.
Entonces, él se acercó a mí, abriendo apenas sus labios. Pero cuando quise corresponder...
—No —dije y lo aparté con la palma de mi mano.
Me alejé de él, algo decepcionada. Pero decepcionada de mí. De no ser capaz. De tener... miedo. Me senté sobre una silla. Él se acomodó en una a mi lado, y tomó mi mano.
—¿Qué ocurre contigo?
—Niall, yo... lo siento. ¿Sabes? Estoy muy herida como para empezar otra vez de nuevo. Estas yendo demasiado rápido conmigo. Sé que quizás tú quieres, pero yo no puedo. Esto no es tu culpa, es por él que no sé cómo dejar entrar a nadie más. Lo siento mucho, de verdad. Pero por favor, no te alejes de mí. Empiezo a sentirme bien contigo a mi lado.
Él me miró, con una sonrisa.
—Te esperaré todo el tiempo que sea necesario... lo entiendo, me excedí. Sólo intento ayudarte. Tienes que saber que estoy aquí para ti. Te lo prometo. Siempre estaré a tu lado, si eso es lo que quieres. Y avanzaré cuando tú me lo pidas, y si quieres. De verdad.
No podía negar que, mientras estoy cerca de él, siento esas malditas mariposas. Pero simplemente no puedo abrirme.
—No hagas promesas —gruñí- la gente es una mierda con las promesas. No hay que prometer nada porque las promesas son horribles ataduras, y cuando uno se siente amarrado tiende a liberarse. Eso es fatal.
Él me miró, sin comprenderme. Levantó apenas mi mano, y acariciándola, plantó un beso en ella. Entonces, con el mismo movimiento, ambos nos pusimos de pie.

ESTÁS LEYENDO
Los Ojos de Mi Princesa
FanficLa vida de __________ West nunca fue demasiado fácil. Luchar contra el bullying fue lo más difícil de su vida. Alrededor de sus trece años, cortaba sus muñecas y se lastimaba a ella misma, por años y años. Creyó que todo cambiaría cuando conoció a Z...