Capitulo 20

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Asuma.

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—Si dos más dos son cuatro, ¿Cuánto falta para que el capitán Levi crezca?

Ante lo dicho por la pelirroja, todos en el comedor quedaron en un silencio casi sepulcral.

Vaya, si que tenía ovarios.

—Karin...—Protestó Sakura en señal de que su amiga se callara de una vez.

—Lo mismo que falta para que dejes de ser tan molesta.—Habló de forma neutral Levi mientras se sentaba en la misma mesa que nuestras protagonistas, helándole la sangre a más de uno.

—Oh, bueno. Creo que jamás crecerás.—Le dijo mientras ocultaba su molestia y a su vez le dedicaba una falsa sonrisa.

La pelirrosa hizo una mueca de enojo que no pasó desapercibida por nadie.

Los soldados tragaron grueso.

Arderá Troya.

—Me tienen harta. ¿Qué demonios les pasa?

—Nada.—Respondieron a la vez.

La Uzumaki miró desafiante al mayor y viceversa. Ella sabía que contarle a su mejor amiga lo que pasó ayer cuanto antes era lo más razonable que podía hacer, pero no quería. Sabía como terminaría.
Karin tan sólo no quería ver a su casi hermana sufriendo mal de amores. No de nuevo.

Sin previo aviso Sakura tomó por la muñeca a la pelirroja llevándosela del comedor no sin antes decir; Gracias por la comida.

Subieron al cuarto que compartían ambas, la ojijade cerró la puerta con prisa y se dio media vuelta, mirándola fijamente.

En respuesta, Karin sintió escalofríos y desvió la mirada.

—Vamos frentesona. No me mires así, por favor.

—Me estás ocultando algo y quiero que me lo digas ya. Sabes que detesto las mentiras.

—Sakura, es que no es fácil de decir.

—Mueve la lengua como siempre lo haces. Anda, dímelo.—Dijo la Haruno al borde de perder la paciencia.

A Karin le temblaron las manos y el sudor no se hizo esperar.—Bien, le gustas.

—¿Cómo?

—Ay, lo que no tienes de estúpida lo tienes de ingenua.—Resignada, la ojicarmesi no pudo evitar golpear su propia frente con su mano en señal de compasión por la de mayor altura. Decidida, cambió de postura y sin titubear habló—. Frente, le gustas al enano.

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En Konoha todo era "Paz y armonía", excepto por tres mujeres con grandes ojeras, con sueño y de mal humor. Con sólo verlas nadie se querría acercar a ellas. Emanaban desesperación, tristeza y enojo.  Estaban enojadas con ellas mismas.
Sí, eran Tsunade, Shizune e Ino.

Estaban en el laboratorio de Sakura y aún no pudieron elaborar la maldita pócima que les ayudaría a todos a reencontrarse con sus amigas. Ya llevaban tiempo trabajando ahí, y a pesar de estar cansadas las tres sabían una cosa: No se rendirían.

—Ino—Habló la mayor de todas las mujeres—. Quiero que mandes a llamar a Shikamaru.

—Como usted ordene Tsunade-sama. Pero conste que el Señor Problemático vendrá y con sólo ver el desastre del laboratorio dirá su típica frase y querrá huir.

—Ino, por favor.—Le dijo casi en una suplica Shizune.

—Bien, está bien. Enseguida vuelvo.

Cazadora de Titanes ||Cancelada||Where stories live. Discover now