<<Saricchi>> [KnB - Kise Ryouta]

Fourth Day

Me recosté en "mi cama" y cerré los ojos. Desgraciadamente, eran solo las once de la mañana y el sueño volvía a envolverme.

-¿Sari?-Kyoko entró.

-¿Mm?

-¿Cómo fue?

-Mal... Ya son novios...-mi voz se apagaba.

Mi mirada se dirigió al techo y lo observé detenidamente. Algo me decía que me estaba olvidando de cierta cosa importante...

¡Claro! ¡Hoy es martes! Me toca regresar a Kodaira, y me alegro. Una sonrisa surcó mi rostro, nunca me había sentido tan feliz de regresar a mi casa junto con mi madre.

-Me voy ya... Diles que estoy de regreso a Kodaira-recogí mis pocas cosas y las puse en el interior de la mochila-Ya nos veremos-le sonreí y salí de la casa, rumbo a Kodaira.

~ ~

Suspiré abatida y comencé a buscar mi móvil para hablar con Aomine por la aplicación del icono verde, al final lo encontré y inicié una conversación.

WhatsApp
Sara: Hola de nuevo

Aomine: Aló

Sara: Ya estoy de regreso...

Aomine: Ya veo... Lo mejor que haces

Sara: Sí...

Aomine: No te pongas triste
Él no merece ninguna lágrima de ti, ni mucho menos que sufras por él

Sara: Lo sé pero.... ¿Cómo olvidarlo, Aomine?
Estoy triste y sé que esto no se irá
¿Cómo hago que este sentimiento se vaya?

Aomine: Buscando a otra persona, o eso creo yo...
Con eso lo olvidarás

Sara: Creo que mejor dejo de lado el amor... Solo me hace sufrir

Aomine: Como a todos...

Sara: ...

Aomine: Que pasa?

Sara: Nada

Aomine: Tengo que hacer los deberes de Lengua...

Sara: OH DIOS
ES EL FIN DEL MUNDO!! Aomine haciendo deberes!!!

Aomine: Ja, ja

Sara: xD
Perdón xD

Aomine: Me ayudas?

Sara: Claro, que tienes que hacer? :3

Aomine: Un microrelato, pero necesito un personaje que sea libre

Sara: xD

Aomine: De que te ríes?...

Sara: Tienes a los personajes de Free
BadumTsss
-se suicida- xDDDD

Aomine: -_-
Muy simpática...

Sara: xDDDDD perdón
Ay...

Aomine: Bueno, al menos te hice reír

Sara: ...

Aomine: Te sonrojaste?

Sara: Yo? No, no, que va
Por qué debería? C:

Aomine: Te sonrojaste, eso seguro

Sara: Cállate

Aomine: xD

Sara: No te rías! D:<

Aomine: xD
No me río, solo me lo imagino y me resultas cofcoflindacofcof

Sara: '////'
Pero quieres cerrar el pico ya? O lo tengo que hacer yo? XD
NO EN EL DOBLE SENTIDO

Aomine: Muy tarde xD
Ya pensé mal xD

Sara: La madre que....
Que te jodan >:v

Aomine: xD
En el fondo me amas, y lo sabes

Sara: Cierto...

Aomine: ...

Sara: Ahora quien se queda callado? Xd

Aomine: Tch...

Sara: Ay... Baka :3

Aomine: Mira quién lo dijo

Sara: Alguien se sonrojó~

Aomine: >.>

Sara: Bueno xD
Ya llegué a Kodaira, hablamos luego :3

Aomine: Adiós, baka-chan

Fin del WhatsApp

Sonreí al revisar los últimos mensajes. Había admitido que lo quería, pero ahora mismo estoy confusa, para variar.

Baka-chan...

Sin presentirlo, una sonrisa se estampó en mis labios. Debía admitir que prefería que me llamara así a meramente Sara.

Llegué a mi casa y abracé fuertemente a mi madre mientras me desplomaba en sus brazos.

-Mira el lado bueno, no tendrás miles de personas acosándote, ni intentando matarte. Sin tener novio se puede decir que eres libre de cierta manera-a su forma me animó.

-Aún así...

-Venga mi amor, arriba esos ánimos. Si quieres vamos a una discoteca-me guiñó un ojo.

Negué desganada.

-Nunca me ha gustado eso, y sabes que odio el alcohol-suspiré derrotada-Me pondré a leer... Avísame para cualquier cosa, aunque te agradecería que no me molestaras...

-Está bien... Ve en paz...-asentí y me dirigí a mi habitación para leer Ira Dei: La ira de Dios.

Me tiré a la cama mientras leía. El libro era entretenido, ya que tenía algo de novela negra y novela policíaca. La trama se desarrollaba en la ciudad de La Laguna, en la isla de Tenerife (Islas Canarias, España), la cual era mi isla natal y a la que adoraba con todo mi ser.

Suspiré. ¿Ahora qué hago? Por mucho que lea no puedo sacar de mi cabeza a Kise... Puede que si le digo mis sentimientos me alivie, pero rompería nuestra amistad, y eso me rompería a mí. Me hice bolita en la cama y volví a dejar escapar parte de mi aliento. Cerré mis ojos y comenzó a envolverme el sueño. Antes de caer rendida, sentí como alguien me acariciaba suavemente el brazo, luego bajaba las caricias a las piernas y se acostaba a mi lado. Empezó a jugar con mi pelo, hasta que ya no pude aguantar más la intriga y abrí mis ojos. En ese momento, alucine con la persona que había enfrente de mí y la cual me acariciaba con tanto esmero y disfrutando de ello.