Confession

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Respiré hondo y retrocedí hasta que mi espalda tocó por completo la pared.

-¿Q-qué haces a-aquí? ¿E-en que m-momento llegaste?

Estaba en shock. Gritaba auxilio en estos instantes, pero sabía que mi madre era una maldita cabrona y no me ayudaría.

-Bueno... Vine a ver cómo estabas... Después de lo que ocurrió-se acercó a mí.

-¡Aléjate!-salté de la cama y me puse de pie poniendo mi almohada como escudo.

-Pero... Mimi...

-¡No me digas Mimi cuando nunca lo he sido para ti, idiota!

-Ya...

-¿Entonces? ¿Puedes irte?-abracé mi almohada.

-No, no me iré.

-¡Me da igual lo que quieras! ¡Lárgate!

-¡Te he dicho que no!

Se acercó a mí peligrosamente, hasta el punto de quedarme encerrada, lo empujé con la almohada pero no dio resultado, él, como es obvio, era más fuerte que yo, por lo que de un instante a otro, agarró la almohada y la tiró al otro lado de la habitación.

-¿¡Qué diablos pretendes!?-mi voz tembló en el último segundo.

Sus labios estaban muy cerca, intenté empujarlo con todas mis fuerzas, al final pude liberarme y correr hasta la ventana. ¿Y bien? ¿Se te ocurre alguna idea Sari? Porque como no escapes pronto de esta acabarás peor que de costumbre.

-¡Mamá!-chillé

Esto no iba a resultar, pero había que intentarlo.

-Ya ves que no hay nadie...-sonrío y empezó a quitarse la camisa.

¿¿Acaso pretende seducirme así?? ¡Será...!

-¡Atrás! ¡No creas que con eso me convencerás!

-¿Ah no?-sonrío lascivo y empezó a quitarse las ropas que le quedaban.

-¡¡Para!!-miré a otro punto tras taparme la boca, sonrojada.

-Oh vamos... Si sé que quieres verme, Sari-me sonrió dispuesto a devorarme.

¡Ayuda!

-¡¡¡MIMI!!!

-¡¡¡AHH!!!-grité dando un brinco.

-¡Hasta que despiertas! ¡Gandula!-tomé aire mientras trataba de normalizar mi respiración.

-¿Quieres matarme?... Bastante tuve ya con...-me callé.

Espera un segundo... ¿Eso había sido un sueño? ¿Al final me dormí? Suspiré aliviada. Me alegro, si no hubiera muerto allí mismo.

-¿Con...?

-Una cosa, Momoi. Por cierto, ¿qué haces acá?

-Vine a verte. Aomine me comentó lo que te pasó-de la nada me dio un golpe de calor-¿Estás bien? Estás completamente roja...

-Si, si, perfectamente-le sonreí.

Lo estaría si no fuera porque el muy maldito se coló en el sueño y casi me da un ataque al ver la poca vergüenza que tenía...

-Ya veo... Mmm... ¿Y si damos una vuelta? Quedarte aquí no va a hacerte bien...

-Está bien... ¿A dónde iremos?

-¡De compras por toda la ciudad!-chilló alegre.

Me preparé y salimos de mi casa.

Llevábamos como... Quince minutos andando, Momoi me hablaba pero no le prestaba atención ya que en mi pecho había algo extraño desde hace rato, como si ese sueño hubiera alterado demasiado (y tanto que lo hizo) mis hormonas y quisiera verle y lanzarme a sus brazos... Por favor, díganme alguien que esto le ha pasado porque estoy apunto de pegarme un tiro. Supongo que esto será pasajero...

<<Saricchi>> [KnB - Kise Ryouta] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora