Welcome

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Llamé a Mo esperando a que no contestara, para así no tener que verla ni tener que sufrir más, aunque resultó en vano ya que respondió en el primer tono.

-¿Mimi?

-Hola Momoi...-la saludé con voz apagada.

-¿Qué pasa? ¿Por qué estás así?

-Tenemos que vernos urgentemente.

-¿Urgentemente...? Es que no puedo... Tengo muchísimas cosas pendientes.

-En ese caso, te lo digo ya-hice una pausa-Volveré a España.

-¿¡QUÉ!?

-No hace falta que grites...

-¿¡Cómo que te irás!?

-Sí, me iré una temporada, avisa a Aomine, pero solo a él, y si no no lo hagas. Kuroko ya lo sabe. En fin.... Nos vemos-colgué la llamada.

Durante días había estado indecisa, no sabía si sería buena idea llamarla o si se enteraba ella sola, pero al final me decidí y eso he hecho.

-¡Hija! ¡Mueve el culo y espabila! ¡Que se te va a escapar el vuelo!

-¡Ya va! ¡Ya va!

Me moví con prisa, tomé mi maleta, me dirigí al coche y arrancamos hasta el aeropuerto. Una vez allí, embarqué y me subí al avión, preparándome para el torbellino que me esperaba.

~ ~

Sonreí al ver como aterrizábamos sobre el aeropuerto de los Rodeos. Habían sido unas larguísimas horas de vuelo, sin contar con la parada en Barcelona para luego dirigirnos a Canarias, concretamente Tenerife.
La noche estaba nublada, con niebla muy baja, provocando un leve sereno, como era normal en esta zona. Me coloqué el abrigo y bajé del avión, al pisar tierra tinerfeña, me lancé al suelo abrazándolo. Había echado mucho de menos esta tierra volcánica, sobre todo el maldito Teide y el estar rodeada por el mar.

Corrí como si de una bala se tratase, esperé un tiempo para recoger mi maleta y salí, buscando a mis tíos y a mi primo con la mirada.

-¡¡¡SARI!!!-gritaron.

Los vi y corrí hacia ellos, al llegar los abracé fuertemente y comencé a llorar de la emoción.

-Ay no, mi niña, no llores cielo...-mi tía me abrazó y me dio dos besos en la frente.

Sollocé y limpie mis lágrimas.

-¡Ven aquí Daniel!-le grité a mi primo.

-¡OTAKUUUUUU! ¡¡Eres tú!!-nos abrazamos como si nuestras vidas dependieran de ello.

Mis tíos rieron, pero nosotros no nos soltamos.

-Se, se, se, suelta ya a tu prima y camina, que hay que llegar a casa y hacer la cena-le reprochó mi tía, Macarena.

-¡Mamá! ¡No seas ruin!-rió Daniel.

-Siempre podemos ir a un chino...-propuso mi tío.

-No le des ideas, anda-le advirtió Maca.

-Tío, ¿tú no me abrazas?-le sonreí.

Extendió sus brazos y me abalancé hacia ellos.

-¡Te he echado de menos, japonesita!

<<Saricchi>> [KnB - Kise Ryouta] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora