Aún cuando caigo, contigo estoy a salvo. (Salmo 37:24)
Estos primeros meses, después de estar con tu ausencia, me he percatado que el amor es subjetivo, para algunos es completamente tangible, lo aprecian por medio de regalos, de contacto físico, pero también están quienes lo sienten a través de palabras, de de recuerdos.
El ser humano es capaz de imaginarse muchas situaciones en las cuales tenga el mayor beneficio y no haya consecuencias negativas.
Quiero platicarte que he conocido a un chico, fue hace unas semanas, no he precisado en el día aún porque fue un poco repentino. Él es increíble, hace dos días me ha tomado de la mano mientras mis compañeros del colegio realizaban una exposición, cuando entrelazo sus dedos con los míos, sentí algo inexplicable pero podría definirse como una corriente eléctrica.
Sí, esa de las que hablan en los libros cliché, en algún momento pensé que no era cierto, que sí querías sentir una "corriente eléctrica" tenías que introducir tus dedos en un enchufe, no se cuales sean las palabras adecuadas para describir lo que sentí.
Pero eso que percibí me da miedo, temo tanto dejarte en el olvido y que aquél chico te reemplace, temo a superar nuestros recuerdos y comenzar otros, además me da miedo volver a sentir.
Quiero ser sincera contigo, como siempre fui, y es que es verdad que está provocando sentimientos que no experimente contigo cariño. Quizá es por la atención, por pasar la mayor parte de los días hablando con él, mirándolo en el colegio, sonriéndole y compartiendo uno que otro momento.
Es extraño todo esto, porque aquí puedo tener algo tangible, regresándome a lo del principio, a él lo puedo tocar, abrazar, ver, hablar frente a frente, no solo esperarme a un mensaje, o a una nota de voz.
No busco suplirte, ni mucho menos olvidarme de ti porque evidentemente fueron años juntos, a pesar de la distancia, de las pocas veces que podía verte o abrazarte. Pero esto se esta volviendo más fuerte y no creo tener las armas suficientes para luchar contra esto.
Quisiera saber ¿Qué nos pasó? Sí yo tuve la culpa dímelo, trataré de pedir perdón, tratemos de arreglar lo que se rompió. No soporto la idea de verte con alguien más.
Últimamente el techo de mi habitación se ha vuelto interesante, su color blanco, sus pequeñas grietas, sus bordes. Es en lo único que puedo prestar atención mientras estoy recostada noche tras noche sobre la cama.
Muchas personas me dijeron que sí lo intentaba no podía perder nada, pero se equivocaron, sí perdí, perdí la calma, el apetito, el sueño, las ganas de sonreír, el autoestima, e incluso creo que perdí el corazón.
Quiero que lo devuelvas, antes no sabía ni tú nombre y aún así yo era feliz, no hablábamos, no compartíamos fotos, no nos dedicábamos canciones, no nos tomábamos de la mano y estaba bien, no era algo indispensable para mí.
En este momento siento que te has llevado una parte muy importante, algo me falta, no extraño los besos, extraño lo que me hacían sentir, no extraño los abrazos, extraño que me hacían estar segura, ni mucho menos extraño tomar tú mano, extraño que sentía que éramos tú y yo contra el mundo.
Vuelve por favor, vuelve a entregarme lo que te llevaste, sí no quieres quedarte no lo hagas, pero devuélveme lo que me pertenece.
Devuélveme la vida, devuélveme el corazón, devuélveme la alegría.
Con amor, yo.
ESTÁS LEYENDO
𝑻𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒊𝒓.
RomanceEl tiempo es una palabra efímera, que jamas hemos podido aprovechar al máximo, generalmente las personas esperan mucho para poder decir lo que sienten, pero a veces es demasiado tarde. Nos pasamos la vida buscando una "media naranja" como algunos la...