Hace siete años...

Capítulo 63: decidí

JAYDEN

A partir de la pelea con su padre Maya dejó de ser Maya.

Empezó a vestirse con pantalones demasiado cortos y camisetas que parecían ropa interior no camisetas.

No me hacia ninguna gracia que mi novia pareciera una puta.

No podía seguir viendo cómo se comportaba. Intenté hablar con ella, pero no me escuchaba, me decía que su padre tenía una hija cualquiera.

No quería seguir durmiendo con una tía que no era mi novia, porque esa Maya no era la misma Maya de la cual me enamoré. Se lo avisé a mis padres y me apoyaron, por mucho que quisieran a Maya no les parecía bien lo que estaba haciendo.

Así que decidí irme.

MAYA

Estos días han sido los peores de mi vida. No quería seguir vistiendo así, no quería seguir comportándome así, pero tenía que cerrarle la boca a mi padre.

Fui a la habitación donde se encontraba Jayden, no lo había visto en todo el día. Llegué y no había nadie, suponía que estaría con sus padres. Decidí cambiarme, como no iba a salir más de la habitación.

Pero, cuando abrí el armario se me cayó el alma al suelo. La ropa de Jayden no estaba. No podía estar pasando, no quería que pasara. Fue entonces cuando encontré una carta en la cama.

"Querida Maya, bueno, lo que queda de ella, he decidido volverme al apartamento. No puedo soportar la persona que has estado siendo durante estos días. No podía seguir durmiendo contigo sin ser la Maya de la cual me enamoré. Por eso no voy a volver estas vacaciones. Espero que puedas entenderlo. Si quieres hablar puedes venir y lo resolvemos, porque ni loco voy a rompería contigo, pero si con la persona en la que te has convertido por la pelea con tu padre. Te ama con todo su corazón, Jayden"

No no no no no no. NO.

Salí corriendo de la habitación para hablar con Jess. Llamé a su habitación y me abrió la puerta un Bryan en calzoncillos. Si no hubiera estado llorando a mares y con la cabeza perdida me hubiera tapado la cara y le hubiera gritado.

-Maya, ¿pero qué?-preguntó medio dormido-¡Jess!

Salió Jess y me abrazo en cuanto me vio llorando. Le di la carta y me turé al suelo a llorar. Me abracé las piernas y lloré lo que no había llorado en toda mi vida. Noté como todos se levantaron, hasta los padres, pero no quería levantar la cabeza, solo quería llorar y llorar hasta que me deshidratara.

-Maya cielo-dijo mi padre-lo siento, es mi culpa, iré a hablar con él mañana mismo.

-¡NO, NO QUIERO QUE VAYAS, NI TU NI NADIE, ES TODO MI CULPA POR QUERER DEMOSTRARTE ALGO QUE NISIQUIERA SE QUE ES, LO HE PERDIDIO Y HE DE CARGAR CON ELLO! ¡YO HE DE HABLAR CON ÉL, PERO NO ESTOY PREPARADA, ACABO DE LEER UNA NOTA DONDE EL AMOR DE MI VIDA ROMPE CONMIGO, NO NECESTIO QUE NADIE ME HABLE, SOLO QUE ME APOYE Y NO DIGA NADA!-grité y lloré.

Al final Jess me abrazó y me llevó a su cuarto. Lloré durante el resto de la noche, y no cuando me quede dormida.