Capítulo 38: operación regalo

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MAYA

Faltaban cuatro días para mi cumpleaños, lo que significaba que faltaban cuatro para el de Jayden.

Tenía pensado lo que le quería hacer así que me puse manos a la obra con mi operación regalo.

La tarde cuando vinieron An y Chris, Jayden, nos hizo fotos que suponía que las tenía en su ordenador así que quería pasármelas a un pendrive.

Aproveche que Jay dormía para entrar en su cuarto sigilosamente.

Primero lo observe por si se despertaba, pero nada, seguía durmiendo. Después me acerqué a su escritorio y busque si portátil. Lo saqué, encendí y busqué las fotografías. Cuando las encontré las pasé a mi pendrive y salí corriendo de la habitación, no sin apagar el ordenador antes claramente.

Después de recoger la casa un poco y de arreglarme salí hacia la tienda de fotografías.

-hola, buenos días, ¿en qué te puedo ayudar?-preguntó ¿Lily Watson?

-¿Lily Watson?-pregunté.

-sí-contestó y se me quedó mirando- ¿Maya Grace?

-sí.

-¡me alegro de verte! ¿Qué tal va todo?-preguntó-estas muy guapa.

-gracias, me va muy bien ¿y a ti?-zorra, pensé mientras sonreía falsamente

-bueno, pues ahora trabajo en la empresa de mi padre mientras gano dinero para hacer una prueba para modelo-contestó con aires superiores.

Estaba muy claro que no iba a dejar las fotos en su cargo así que pondría cualquier excusa para no dejar las aquí.

-¿y qué querías?-preguntó.

-quería mirar precios de cámaras-inventé.

Después de media hora dándome charlas sobre cámaras salí de la tienda y me fui a casa de Jess y Bryan.

-Maya ¿Qué haces aquí?-preguntó Jess abriendo la puerta.

Le conté lo que le quería regalar y lo que me había pasado en la tienda de Lily.

-entonces ¿quieres que Bryan te haga el cuadro?-preguntó.

-si, como sabía que había estudiado algo me preguntaba si podría ayudarme-dije.

-claro, tu solo tráeme el marco y yo le diré que lo haga-contestó.

-muchas gracias Jess-respondí abrazándola-bueno, me voy que he de despertar a Jay.

-¿a la una y media del medio día?-preguntó.

-sí, ¿es que acaso no lo conoces?-pregunté yo riendo.

-lo conozco tanto que a veces me asusto de tanto que se sobre el-contestó traumada.

Me despedí y fui para casa.

Operación regalo completada con éxito.


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