Capítulo 1 y 2.

400 87 23
                                    

Esta obra está protegida por SafeCreative bajo el código:

1612200152770

No se permite ninguna adaptación, ni distribución de la misma. Todos los derechos reservados.

A mis lectores:

"Que prejuicios tenemos ante quienes no son como nosotros, los discapacitados, los que no opinan igual, los que no viven de acuerdo a nuestras costumbres, a los pobres, los inmigrantes... los otros.

Disfrutemos, compartamos, sumemos en vez de restar. Nosotros también somos los "diferentes" para los demás. Hagamos un lugarcito, que en el banquete de la vida hay lugar para todos."

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La alarma suena con furia como si me tuviera odio. Volteo en la cama enredándome entre las sábanas.  Me niego a despertar.

– Despiértate Thiago.  – Saluda mi madre Laura con una amplia sonrisa.  –Tenes que ir a la escuela.

- La escuela poronga. - Me quejé tapandome hasta la cabeza.

– Thi. – Se sentó en el borde de la cama. – Dale, te falta poco para que termines tu último año. Ponele ganas. 

– No quiero ir. 

 – Vas a tener que ir porque Malvina te está esperando abajo. – Beso mi frente. – Rápido que llegas tarde.

Me senté bruscamente sobre la cama tildado mirando en la nada pensando en todo. 

Por la puerta aparece Malvina con su espléndida sonrisa y su radiante energía que tenía todas las mañanas. ¿Por qué mierda no tiene sueño como yo? Pensé

– Porque no me acuesto a las dos de la madrugada. –  Puse una cara de sorprendido ¡Leyó mis pensamientos!  

– Bruja maruja! – Me reí burlandome.

Malvina tomo una almohada y me la pego en la cara.

- Dale idiota, me vas hacer poner media falta por tu culpa. - Salió de la pieza.                                                               
  * * *

Llegamos a la escuela y mis ganas de estudiar son *recalculando* ninguna.  

Me senté en el último banco junto a Joaquín Velledo, mi mejor amigo y Malvina se sentó con Candela a un banco de distancia entre nosotros.

 – Chicos, como ya saben en mi clase hoy tenían que preparar su exposición oral. –Todos los chicos inteligentes levantaban sus trabajos hechos. En cambio yo y Malvi... Nos íbamos escondiendo hacia abajo del banco para que no nos vea. – No quiero que pasen primeros lo de siempre. – Replicó el profesor. – Vamos a ir por lista.

Mire a Malvina dedicándole una sonrisa traviesa. Ella está primera en la lista por su apellido "Blanquesí" en cambio ella... Me dedicó un gesto de terror.

– Blanquesí Malvina, a exponer primer gobierno de Perón. – El profesor le guiñó el ojo.

– ¡La puta madre! Thiago, ¿Qué hago? – Se agarraba los mechones de su cabello.

– Ya tengo un plan con Candela, pero al menos dura dos minutos chamuyando.– Hablaba casi en un susurro.

Malvina se paró de su banco y tomó unas hojas que estas estaban en blanco ya que se suponía que ahí tenía su exposición. 

Se paró  frente del alumnado y me dedicaba cada dos segundos una mirada de pánico.

Guiñé el ojo a Candela para que haga la cuenta regresiva.

–Comience Blanquesí que ya termina la hora. – Se rascó la cabeza exasperado. 

– Bueno, primero que nada... Hola chicos, ¿Como están? – Una risita chillona escapó entre sus dientes.

–Al grano Blanquesí. – Él la estaba mirando... Mucho.

– El primer gobierno de Perón se dio... Durante... he... El contexto de la segunda guerra mundial. Osea, finalizando esta. Mmm, se lo conoce como Perón porque tenia terrible pera.– (barbilla pronunciada).

Todo el alumnado comenzó a reírse a carcajadas. Guiñé el ojo a Candela que se levantó caminando por el pasillo.

– ¡Ahh! – chilló y todos voltearon  a ver la situación.

Candela se hizo la desmayada desplomándose por el suelo que parecía real. 

–¡Se desmayó! – Gritó Joaquín. - ¡Profesor Candela se desmayó!

Todos corrieron a socorrerla inclusive el profesor que la llevó hasta la enfermería. Candela nos guiñó el ojo al salir de la puerta.

Malvina suspiró y buscó los ojos de Joaquín seguido de los míos.

–¡Gracias chicos! – Y nos abrazó ampliamente.
                       
   * * *

Una vez pasada la clase de historia donde acaba de safar Malvina de la lección oral, nosotros cuatro nos reunimos en el único supermercado de Manfredi a tomar una Coca-Cola en la vereda de este.

- Chicos... Cuando terminemos la escuela, ¿Qué carrera van a estudiar? Yo no sé que pija hacer. - Candela nos miraba atentos esperado nuestra respuesta.

- Yo estoy viendo, pero me voy a tener que ir a Misiones... Me voy a mudar allá con mis viejos. - Hizo una mueca.

- Te voy a extrañar loquita. - Le pegué levemente en el hombro.

- Ingeniero agrónomo. - Objeto Joaquín.

- Abogacía. - Concluí.

- Mierda, ya están casi todos decididos carajo. - Nos reímos en lo bajo. - Fueron lo mejor de mi adolescencia. - Candela se encogió de hombros.

- Y de la mía. - Sonreí. - Gracias por todo.

- Ñaaa, no ahora no pelotudos. - Se quejó Joa. - El "gracias por todo" ya suena como una despedida. Faltan seis meses chicos.

- Bueno pajero... Che chicos, ya como que me quiero ir a mi casa. - De verdad, ya estaba muy cansado. - Quiero llegar ya.

Me despedí de todos con un fuerte abrazo y un beso en sus mejillas. 

                                                                            
                                 2

Tengo que admitir que si no fuera por la presencia de Malvina Blanquesí, mi compañera del curso y mi mejor amiga, haber pasado la primaria y la mitad de la secundaria hubiera sido sumamente difícil.

A veces está bueno tener alguien con quien compartirlo todo, con quien sentirse identificado, es como la hermana que se olvidaron darme, estoy muy a gusto con ella, es una persona con quien puedes confiar y no te va a fallar, es una amiga fiel, nunca pensé que podría haber hecho un gran cambio en mi vida, la infancia no fue muy dura con su llegada, y ahora en la adolescencia supongo que ella es la que me mantiene a flote.

La conocí cuando entro a quinto grado, ella era novia de un compañero del curso, no está de más comentar que Malvina se hizo mi amiga porque quería que sea su novio, es gracioso porque a mí nunca me gustaron las mujeres, o eso creo,  entonces encadenamos una linda amistad, ella me ayudó en varias oportunidades no quedar en ridículo cuando empezaba a creerme una chica.

Me motivó a ser un chico "normal",, entreno haciendo boxeo, estoy bastante bien de salud.

No es la primera vez que muchas chicas quieren intentar coquetearme o querer algo conmigo, piensan quesoy heterosexual, casi nadie sabe mi condición, creo que hasta yo tengo serias duda de mi sexualidad, pero no importa, tengo tiempopara averiguarlo.

Joaquín, Candela y Malvina van a ayudarme a recorrer este largo camino para conocerme mejor.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Espero que les haya gustado mucho y se queden para seguir leyendo esta linda historia ♥ Me ayudarían muchísimo si me dejan su voto y su comentario opinando que tal. ¡¡Gracias!!

Al borde del abismo. © #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora