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Estaba en la casa de Malvina merendando y de paso repasando matemáticas, me divertía muchísimo porque a ella siempre le costó esa materia.
- No seas boluda, primero tenes que resolver el área del triángulo. – Siempre me parecía que Malvina era cabeza dura hasta en lo más obvio.
- ¿Y el área del triángulo es...? – Me miraba, ella quería que lo responda yo, se notaba muchísimo que no tenía ni idea.
- Base por altura sobre dos. – Suspiré.
- ¿No podemos descansar unos cinco minutos? Por favor.
- Hace dos minutos volvimos de un descanso de diez minutos... Además, es matemáticas de tercer año.
- Bueno, vamos de nuevo, de a poco... – Se tomó un vaso de agua.
Agarre el cuaderno cuadriculado para explicarle por novena vez el mismo ejercicio, pero comenzó a sonar mi celular.
- Discúlpame, tengo que atender Malvina.
- Por mí, tomate todo el tiempo del mundo.- Sonreía.
Contesté el teléfono riéndome por el último comentario de Malvina, pero después me puse serio, me había olvidado de ver el remitente de la llamada; era mi papá.
- Thiago tenes que venir para casa, a Laura la estamos trasladando al hospital San Roque, en Córdoba capital.
Mi cara de espanto me delato frente a Malvina, quien también se quedó perpleja, ¿Qué paso? Me susurraba, pero yo le puse la mano, seña para que espere un rato.
- ¿Por qué está internada, papá? – No sabía nada, no entendía nada. Tenía muchas dudas por resolver, me levante bruscamente de la mesa con el teléfono en el hombro.
Malvina me miraba impaciente a que terminara de hablar por teléfono.
– Thiago, Laura tuvo un accidente de auto esta mañana, trata de venir rápido, tengo que cortar.
– Pero papá, no me cortes, papá... - Y me colgó la llamada.- Hijo de puta – Grité, solamente quería que me explicara un poco más, pero no importa, ahora tengo que ir a tomarme un colectivo a Córdoba lo más rápido posible.
– ¿Qué paso Thiago? No importa matemáticas, cuéntame.
– Tengo que irme rápido a Córdoba, mi mamá tuvo un accidente de auto.- Me frote los ojos con exasperación. – Tengo que irme lo más rápido posible.
– ¿Cómo? Por dios, voy con vos Thiago, y no se discute, vamos rápido al parador a esperar un colectivo local.
La abrace como un gesto de gratitud, ella siempre es tan buena.
Fuimos corriendo para ir al parador donde pasan los únicos colectivos Locales, porque es un pueblecito entre Oncativo y Laguna larga, y si llamábamos a un taxi, íbamos a demorar el doble.
Llegamos corriendo con la esperanza de que el próximo colectivo llegue a tiempo, lo más antes posible.
Busque en mis jeans la billetera de cuero para sacar la plata para poder pagar el pasaje. Me froto la frente transpirada, ¡Odio los colectivos locales, siempre vienen tarde! Me paro mirando la vitrina del parador donde tienen pegados unas fotocopias grandes con los horarios, el más próximo vendría en cinco minutos, me tranquilice, pero por el otro lado no, porque esos cinco minutos serian quince y con mucha suerte.
Malvina ya tenía la plata en mano, y me sonreía compasiva. "Te quiero" pude leer en sus labios, "Yo también" le dije, y me abrazo de costado, me susurro en el oído "Todo va a estar bien" y me beso en la mejilla.
Nos levantamos un poco asustados por el ruido del motor del colectivo. Vaya a ser que no se rompa, pensaba.
Tomamos nuestras pertenencias, aunque no teníamos mucha, Malvina trae un ligero abrigo y yo una mochila donde tenía mi radio, mi celular, una camperas, y algún ibuprofeno, por si lo necesitaba.
Pagamos el pasaje al chofer del colectivo, el segundo piso estaba lleno de gente, es más, hasta habían personas paradas.
Malvina se fijó en el primer piso, donde casi nadie viaja ahí, siempre optan por ir al segundo, y encontró dos asientos desocupados.
Nos sentamos y me deje caer en el asiento polvoriento, cerré los ojos y me relaje.
– Cuando lleguemos a la terminal, te voy a despertar, trata de dormir tranquilo, todo va a estar bien.- Malvina me dio un pequeño apretón en la mano, y me dormí pensando en mi mamá.
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Al borde del abismo. © #Wattys2017
Roman pour AdolescentsThiago Medici, un joven que cree ser homosexual, se enamora perdidamente de Malvina Blanquesí, su mejor amiga. Junto a sus amigos, Candela Mileno y Joaquín Velledo, van a emprender la aventura de sus vidas: Recorrer la Argentina antes de comenzar l...