Capítulo 18

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Thiago.

Él corazón me latía a mil de tanto correr pero todos se pararon de repente.

Pero desvíe mi mirada hacia Candela, quién miraba con desconcierto a Malvina.

En nuestra tráfic estaba sentado en el capó él chico que alcanzó a Malvina desde él restaurant al hostel.

Y él la miraba con una sonrisa de lado.

Y ella a él.

Y posta, nunca habia sentido tantos celos en mi vida como ahora.

- ¿Francisco? - Preguntó Malvina sorprendida. - Algo de mí quiere recibirte bien pero tenemos un problema... - Señaló él gentío detrás nuestro.

- Yo sabía que te volvería a ver. - Volvió a sonreirle ignorando al resto del grupo.

La multitud se iba acercando cada segundo que nosotros nos demorábamos en la "entretenida" conversación que estaba teniendo Malvina y ese chico.

- Malvina se están acercando. - Dije con desesperación y fastidio. - Subite al auto y vamos ahora. - Entrecerre los ojos.

Ella depositó un beso en su mejilla y se subió a la tráfic irritada y todos imitamos su accionar.

Pero Malvina tomó al chico de la mano y subió con nosotros al vehículo.

Mierda. Lo peor de todo es que él se sentó a nuestro lado, al medio de Malvi y yo.

Candela aceleró haciendo chillar las ruedas de la tráfic y sobresaltandonos a nosotros.

- Bueno... - Dijo Joaquín incómodo mirando al chico. - ¿De dónde se conocen?

- Él fue quién la llevó al hostel cuando ustedes decidieron dejarla sola en él restaurant.- Pronuncié enojado cruzándome de brazos.

- Hola, un gusto.- Sonrió con arrogancia. - Me llamo Francisco Viotti.

Bufé. Su presencia no me agrada en lo absoluto.

- ¿A dónde te dejamos? - Rodee los ojos. Quería que se vaya lo más antes posible.

- De hecho, pueden dejarme en la YPF que hay por acá cerca. Mi primo trabaja ahí.- Sonrió y Candela asintió en silencio.

Paró él auto y Malvina le dedicó una amplia sonrisa y él depósito un beso en su mejilla.

- Con qué son turistas de su propio país he. - Le susurró en su oído.- Me gusta.

Le guiñó él ojo y se despidió.

Cerré los ojos fuertemente para calmarme. Con qué estos son los famosos CELOS.

- Me parece buen pibe. - Dice Candela encogiéndose de hombros.- Bueno, si seguimos por esta ruta supongo que en cuatro o tres horas más llegamos al Aconcagua. - Nos mira por él retrovisor. - Deje las camperas para él frío en él baúl. Soy una persona precavida.- Sonríe victoriosa.

***

Él viaje se hace eterno. El calor de diciembre apenas es aguantable ya que poco a poco él aire es más fresco porque se siente él frío de lo lejos, él sol te quema por medio de las ventanillas.

Joaquín en su cuaderno va tachando los lugares claves que anotamos para recorrer en cada provincia y me río de lo entretenido que se encuentra.

Los carteles verdes al lado de la ruta nos van indicando que cada vez falta menos kilómetros.

- ¿Todo bien Thiago? - La voz de Malvina me despierta de mis pensamientos. - Te hablé ya más de tres veces y me ignoras.

Al borde del abismo. © #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora