– Thiago...– Pronuncié su nombre casi en un susurro.
Volteo para quedar frente a frente y encontrar sus ojos brillosos.
Él esta apunto de hablar pero yo levanto la mano en señal de que voy a continuar a hablar.
Me lleva un momento para poder acomodar mis pensamientos.
Pero de repente sentí la fuerza de poder decirle lo que de verdad sentía.
– Yo tengo miedo.– Respiré hondo incómoda. – No sé si soy capaz de poder sobre llevar él cambio de que un día para él otro tenga que verte con otros ojos. – Mis ojos comenzaron a picar.– Pero por un lado me engaño a mí misma porque en este último tiempo siento que si te pasa algo me muero.
– Malvi. – Sonrió. – Me pasa lo mismo, y también tengo miedo.
Mis parpados comenzaron a sentirse pesados por todo él cansancio acumulado. Le sonrió y volteo dándole la espalda cuidando de mi tobillo hasta quedarme profundamente dormida.
***
Él sonido del despertador bombea mis oídos. Automáticamente llevo mis manos cubriéndome la cabeza.Al percatarme que había dormido con Thiago miro con delicadeza de reojo para saber si está.
Suspiro con alivio al saber que se despertó antes que yo.
Entre mi valija encuentro mi botiquín de primeros auxilios y paso a vendarme el tobillo hinchado. Sonrió al recordar lo que pasó anoche, en mi mente aparece la imagen de Francisco.
Con euforia guardo todo y caminó con dificultad al dormitorio de mi amiga Candela que también estaba guardando todo en la valija.
– Ya es hora, nos vamos a Mendoza. – Me abrazó. – Es un gusto compartir esto con vos amiga.
– Mierda que ya andas sentimental. – Acote chistosa. – Yo tambien te quiero maldita.
Entonces fue cuando Thiago salió de recepción junto a Joaquín y mis mejillas volvieron a encenderse.
– Buen día chichis. – Saludó Joaquín entusiasmado. – Que hermosa estas hoy. – Abrió los ojos como platos al ver a Candela.
Mis ojos brillaron por aquel hermoso y cursi gesto.
Pero más brillaron cuando entraron en contacto con los de Thiago.
Candela.
La verdad es que últimamente el ambiente está más pesado entre nosotros cuatro. Algo cambió y es el hecho de que Thiago le está tirando los perros a Malvina de alguna manera.
Mi amiga es tan ingenua que se niega a creerlo. Sería muy raro pero lindo que algunos de ellos tuvieran juntos de alguna manera.
Ya es costumbre que me duela el culo de tantas horas de viajes y sentada en esta trafic. Todavía faltan unos cuantos kilómetros para llegar a nuestra querida provincia Mendoza.
Desde el hostel que nos hospedamos está aproximadamente a unas tres horas y medias del "Cerro de la Gloria" en Mendoza, donde se conmemora el Cruce de los Andes para liberar a Chile, Perú y las Provincias Unidas del Río de la Plata (Actual Argentina) al mando del coronel José de San Martín que fue un militar junto a Simón Bolívar libertador de América.
A lo lejos puedo ver el majestuoso monumento, deleitándome con su belleza. Hay muchas personas al rededor de este, y con nerviosismo comienzo a ver la hora.
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Al borde del abismo. © #Wattys2017
Teen FictionThiago Medici, un joven que cree ser homosexual, se enamora perdidamente de Malvina Blanquesí, su mejor amiga. Junto a sus amigos, Candela Mileno y Joaquín Velledo, van a emprender la aventura de sus vidas: Recorrer la Argentina antes de comenzar l...