Juzgada ~Harry Styles~

Capitulo 6. Relationships are based on trust

~Harry Styles~

*5 días después*

No había nada más hermoso, que comenzar el día con los gritos de mi madre, desde su habitación. Nótese mi sarcasmo.

De un tirón, quito las telas que se encontraban sobre mí. Cuando era niño, al igual que Gemma hoy en día, las sábanas me cubrían de los ‘’monstruos’’ y de todos los problemas… era como si el resto del mundo se callara, y solo existía mis pensamientos. Extrañaba esa sensación. Actualmente utilizo las sábanas como un escudo contra mi madre.

Al salir de la habitación, me encuentro con una adormilada Camille. Despeinada, sin calzado, ojeras, y ropa holgada… aun así se veía her- no. Mejor dicho, aun así se veía como una intrusa. Eso.

-Buen día.- me dice con un grueso tono de voz madrugador.

-Buenos días.- con cuidado se refriega un ojo, y bosteza, como si yo no me encontrara en el pasillo con ella.

-¿Qué son esos gritos? ¿Gemma está bien?-me llamaba demasiado la atención su preocupación ante mi hermana, tan solo la conocía hace un par de días.

-Es mi mamá. Casi todas las mañanas es lo mismo.- dije luego de toser un poco, para aclarar mi garganta.

-¿Por qué?- preguntó sorprendida y con enojo.

-Porque dice que no tiene ropa que ponerse para salir.- sabía que estaba a punto de decir algo, por lo que decidí interrumpirla.- Si, ya sé que no trabaja, pero la mayoría de los días se junta con sus amigas a desayunar, almorzar, o cualquier invento que incluya comer.- ella rió.

En los últimos días nuestra relación había mejorado. Nos ignorábamos. En realidad, simplemente nos dedicábamos a saludarnos, hablar del clima, o pretender que éramos mejores amigos con Gemma presente en la habitación.

Su relación con Gemma era… inimaginable. Se encerraban en la habitación de la pequeña, por horas, reproduciendo una risa tras otra.

Con Anne… no estaban ni cerca de una relación.

Camille era como un fantasma por la casa, siempre pálida, callada, y desarreglada (aunque no se notara). No había vuelto a tocar el teléfono desde la última vez, y temo suponer que esa es la misma razón por la que escucho sus llantos todas las noches.

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Nos encontrábamos desayunando cuando unos tacos resonaron en la escalera principal. Mi hermanita inmediatamente se enderezó mejor en su asiento… por supuesto copie su gesto.

-Buenos días a todos.- dijo la voz cantarina de mi madre.

-Buenos días.- respondimos todos menos la ‘’invitada’’, quien en lugar de eso, hizo sonar un profundo eructo. Era una irrespetuosa.

-Mi Dios, eres una puerca Camille.- dijo Anne con cara de asco. Su comentario siendo opacado por la contagiosa risa de Gemma.

-Muchas gracias. Siempre con tus dulces palabras.- comentó, mientras tenía comida en su boca.

-Aunque sea, simulá tener un poco de respeto a tus mayores.-

-Yo le tengo respeto a la gente más vieja.- le guiñó un ojo.- Pero solo cuando se lo merecen, y cuando el respeto… es recíproco.-

La habitación se inundó en un silencio incómodo, y se podía escuchar con claridad como la pequeña tragaba su desayuno, y bebía de su leche. Yo aclaré mi garganta con la esperanza de quitar algo de la tensión presente.

-Johnny, ¿me servís más leche?- Cam se acercó a la heladera para tomar el frasco, y como siempre, mi madre, no pudo mantener su boca cerrada.

-Hay gente para servirle el desayuno, querida.- hasta yo, sentí el veneno en el sobrenombre que usó.