Todo Fue Una Mentira...- TERMINADA

¿Podré verte después?

Narra ______.
Verlo frente a mi me hizo recordar todos aquellos momentos que pasabamos juntos cuando eramos pequeños, Micah era mi mejor amigo de la infancia. Solíamos hacer todo juntos, prácticamente Micah vivia en mi casa, era como el hermano mayor que siempre quise tener, pero un dia simplemente el se fue sin despedirse o decir algo, solo recuerdo que una mañana yo lo fui a buscar a su casa solo para encontrar que esta estaba vacía, ese dia llore sin que nadie pudiera calmarme e incluso pase meses sin salir a la calle, hasta que lo supere.
-No puedo creer que seas tu- dije intentado sonreír pero no pude. Mi tristeza era aun mas grande que la felicidad que sentía por verlo.
-Yo tampoco lo creo, pense que.....nunca volvería a verte- dijo Micah mientras sonreía.
-Pensé lo mismo- susurre sin mirarlo.
-Pero me alegra mucho que no haya sido así, todo este tiempo estuve pensando en ti, te extrañe mucho- dijo Micah mientras se acercaba mas a mi para rodear mis hombros con su brazo, recargue mi cabeza en su hombro relajandome, esto era justo lo que necesitaba en estos momentos, pensé mientras mis ojos volvían a cristalizarse.
-Yo también te extrañe- dije con voz quebrada intentando no volver a llorar.
-¿Que pasa?- pregunto Micah preocupado mirándome.
-Nada- dije negando lentamente con mi cabeza.
-Sabes ha pasado tiempo desde la ultima vez que te vi pero aun así, te conozco _____ y se que algo anda mal- dijo Micah mirándome a los ojos.
-Yo......yo....- dije balbuceando.
-Pudes confiar en mi- dijo Micah mientras me abrazaba mas fuerte y eso basto para que volviera a romper en llanto, me aferre a la chaqueta de Micah mientras lloraba desconsoladamente, el por su parte me apretó mas contra su cuerpo, acariciaba mi cabello y me susurraba "todo va a estar bien" mientras yo me preguntaba ¿Como todo volverá a estar bien? cuando mi corazón esta hecho pedazos y dudo mucho que pueda reconstruirlo- ¿Que te han hecho? ¿Quien fue capaz de dañar tu corazón?- pregunto Micah tristemente cuando yo ya estaba mas calmada.
-¿Que.....que dices?- pregunté confundida.
-Dije que ¿Quien fue capaz de dañar tu corazón?- repitió Micah tranquilamente.
-¿Porque preguntas eso?- pregunté secando algunas lagrimas de mi rostro.
-Porque cuando alguien llora así es por dos posibles razones: un familiar muy querido falleció o alguien le rompió el corazón y contigo tengo la corazonada de que lloras por la segunda razón- dijo Micah soltando un largo suspiro. El silencio se hizo presente entre nosotros, simplemente no supe que decir ante eso- Estoy seguro que no vale la pena que le llores a alguien que fue capaz de lastimarte- agregó Micah mientras quitaba algunos cabellos que estaban en mi rostro.
-No le estoy llorando a el- dije con voz cortada- Estoy llorando por mi, por haber sido tan estúpida y creer que el era diferente.
-Cuando te enamoras de alguien siempre crees que esa persona es especial, que esa persona te ama tanto como tu lo haces y no seria capaz de dañarte, pero eso nunca sucede, siempre uno de los dos ama mas que el otro y por lo tanto sufre mas que el otro, asi es el amor- dijo Micah de manera melancólica.
-Pues a mi durante muchos años me dijeron que el amor era de otra forma- dije encogiendome de hombros- Estúpidas películas y tontos libros que siempre cuentan una historia feliz.
-Lo hacen porque dime ¿Quien querría leer una historia tan triste como su vida real? Si lees o ves alguna película es para imaginar una historia diferente, en donde tu eres feliz siempre y todo te sale tal y como tu quieres, es decir, lo hacen para salir solo unos minutos de su maldita realidad- dijo Micah mientras miraba al frente, justo en donde estaba su moto.
-Nunca lo habia pensado así- admiti- pero tienes razón.
Micah río sin gracia alguna, mientras se levantaba y me extendía su mano para que yo hiciera lo mismo y así lo hice.
-Vamonos de aquí, este lugar es muy peligroso- dijo mientras comenzaba a caminar hacia su moto y yo lo seguia por detrás mientras me abrazaba a mi misma porque estaba temblando de frío.
-Micah- lo llame y el se detuvo prestandome atención- Gracias.
-¿Porque?- pregunto con el ceño fruncido.
-Por hacerme sentir mejor- dije haciendo una mueca.
-No hay de que- dijo encogiéndose de hombros- Ahora vamos, antes de que se haga mas tarde- dijo tomándome de la mano- Estas muy fría- dijo mirándome con preocupación.
-Estoy bien- mentí. No estaba bien en ninguno de los aspectos. Micah me miro y nego con la cabeza, vi como empezo a bajar el cierre de su chaqueta para después quitársela y colocarla sobre mis hombros, abrigandome- Gracias- dije y el solo sonrió. Caminamos hasta llegar a su moto y nos subimos en esta, la puso en marcha no sin antes preguntarme mi dirección, durante todo el camino me aferre a Micah por la espalda mientras luchaba por que las lagrimas no volvieran a salir. Solo podía pensar en Justin y en todas sus palabras "Todo fue una mentira" "No te ame, no te amo y nunca lo hare" "Fue una apuesta" cerre los ojos con fuerza al sentir como las lágrimas estaban salir.
Micah aparcó su moto frente a mi casa, ambos bajamos y caminamos hasta la puerta.
-Esta casa me trae muchos recuerdos- dijo mirando mi casa con una sonrisa melancólica.
-Lo sé- susurre mirando de la misma forma mi casa- ¿Porque te fuiste? ¿Porque no te despediste de mi?- pregunté dolida.
-_____......es una larga historia- murmuró Micah sin mirarme.
-Tengo tiempo- dije mientras lo miraba.
-Yo.....te prometo que te la contaré después- dijo Micah con cierta tristeza.
-¿Y porque no ahora?- insistí.
-Porque tu ya estas lo suficientemente triste como para que yo te cuente mis problemas- dijo Micah mirándome por fin.
-Bien- susurre dándome por vencida.
-Ahora entra y descansa, lo necesitas- dijo Micah mientras me daba un leve empujón hacia la puerta.
-Si, adiós- dije con voz apagada mientras abria la puerta de mi casa, cuando estaba apunto de cerrarla, me detuve y volví a abrirla- ¡Micah!- grite ya que el ya estaba por poner en marcha su moto.
-¿Si?- pregunto mirandome.
-¿Podre verte después?- pregunté acercándome a el.
-Solo si tu quieres que sea asi- dijo Micah mientras sonreía.
-Eso quiero- admiti llegando hasta el.
-Entonces, te veo mañana- dijo Micah alegremente.
-Hasta mañana, cuídate- dije despidiéndome con la mano.
-Tu también cuidate mucho, adiós- dijo antes de encender su moto y ponerla en marcha.
Micah habia llegado en el momento en que mas necesitaba un amigo.