Nuestro Sueño

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_ Bien... eso puede ser algo peligroso, ¿sabes si tu padre tiene alguna escopeta escondida especialmente para mí?

Sasuke se rió suavemente y negó con la cabeza, besando sus labios castamente.

_ Por tu propio bien, yo espero que no, aunque ya sabes como es, dobe. Sólo nos queda esperar que la suerte esté de nuestro lado, ahora entremos, ¿o eres un miedosito? - le preguntó con una sonrisa ladina y ambos entraron a la casa de Sasuke.

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Habían pasado unos 30 minutos ya desde que el patriarca Uchiha había escuchado que ese rubio alborotado iba a casarse con su pequeño hijo.

Vale que el tipo le caía bien, pero esto era pasarse de la raya, simplemente no podía creer el descaro que el rubio tuvo al llegar a su casa y pedirle la mano de Sasuke, para después darle un discurso donde explicaba que amaba a Sasuke y que sólo quería hacerlo feliz... bueno, el discurso fue mucho más largo que eso, pero esas eran las únicas dos partes que le interesaban; que Uzumaki quisiera hacer feliz a su hijo.

_ Cuéntame de tu vida laboral, Uzumaki. Quiero asegurarme de que le aseguras un buen nivel de vida a mi hijo...

Sasuke lo miró mal. No era una mujercita para andar dependiendo de un dobe rubio teñido...

_ Bueno, Sasuke también trabaja, señor Fugaku, él no necesita ser mantenido, pero le aseguro que nada le faltará.

_ ¿Qué le ofreces a mi hijo al querer casarte con él?

_ Le ofrezco amarlo, respetarlo, escucharlo, entenderlo - murmuró Naruto con seriedad - Como ya le dije, en serio lo amo, y quiero pasar el resto de mi vida al lado de su hijo.

Fugaku suspiró y se levantó.

_ ¿Necesitarán ayuda con los preparativos de la boda? Conozco a algunas personas que son muy buenos planificadores... - dijo Fugaku cuando Sasuke lo abrazó, interrumpiéndolo.

_ Gracias, papá - susurró, sintiendo como Fugaku le devolvía el abrazo.

_ Sólo quiero que seas feliz, Sasuke. Y sé que tu madre hubiera adorado a Naruto, ella estaría tan orgullosa de ti como yo lo estoy.

Sasuke sonrió.

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_ Hinata vendrá con Kiba, amor, tranquilo - le dijo Naruto estrechando su mano, sonriendo mientras miraban la computadora que estaba en el regazo del rubio.

_ Bien, puedes invitarla, pero no a Shion - Naruto abrió la boca para decir algo - Y es mi última palabra a menos que quieras quedarte sin sexo por tres meses.

Volvió a cerrar la boca, no le convenía en nada seguir discutiendo cuando su teme se ponía así.

Después de un par de horas terminaron de ver la lista de invitados e invitaciones.

Ya tenían el salón, la recepción, el pastel, las reservaciones del hotel donde pasarían su luna de miel, la comida y las bebidas.

Sólo les faltaba ver los trajes que usarían, y esa cita la tendrían mañana.

Todo estaría listo para dentro de dos semanas y ambos estaban muy emocionados.

_ Bueno, ya tenemos casi todo listo, precioso - le dijo Naruto con una sonrisa, tomando la mano de Sasuke.

Sasuke miró ambas manos, fijándose en el anillo.

_ Dobe... está bien si quieres esperar más tiempo... o si no quieres hacerlo - Naruto lo miró como si le hubiera crecido otra cabeza.

_ ¿Por qué querría posponer o cancelar nuestra boda? A menos que... tú quieras...

_ No - lo interrumpió Sasuke - Rayos, no. Quiero casarme contigo - le dio un casto beso en los labios - Es sólo que... bueno, se sabe que algunas parejas se arrepienten antes de dar el sí...

_ Cariño, eres un teme arrogante, egocéntrico, bastardo y antisocial, pero también eres sensible, cariñoso con quien amas, comprensivo, con una sonrisa hermosa. Y no puedo desear algo más que casarme con esa maravillosa combinación que te hace ser tú.

Sasuke sonrió.

_ Ugh, en serio eres un cursi, usuratonkachi - murmuró, recostándose en su pecho.

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El día de la boda

Había llegado el gran día en el que por fin se unirían para siempre.

Los invitados eran todos testigos del gran amor que se profesaba la pareja y adoraban ver como su historia apenas comenzaba.

Ambos chicos comenzaron a sonreír desde que se levantaron de la cama y fueron a arreglarse, el tiempo se les había pasado tan rápido que de repente se encontraban diciendo sus votos en frente de todos.

_ Naruto, prometo siempre estar a tu lado para apoyarte aún cuando a veces no pueda entenderte del todo, amarte aunque a veces llegues a desesperarme, decirte cuando estás mal porque sabemos que tengo la razón en varias cosas y también para estar a tu lado siempre que algo se nos presente, porque sé que juntos podremos lograr lo que deseemos. A pesar de que los días puedan ser oscuros y fríos, tú eres mi sol, aquel sol que siempre me ha motivado a ser mejor y a salir adelante.

Naruto sonrió, enternecido.

_ Sasuke, prometo amarte cada día y noche de mi vida, serte fiel porque jamás habrá alguien igual a ti, respetarte, bajarte de tu nube cuando actúes demasiado orgulloso - Sasuke se rió suavemente - Y por sobre todo, te prometo elegirte siempre, cada minuto de cada día, contarás conmigo en lo que tú quieras. Tal vez tu pienses que soy tu sol, pero la verdad es que tú eres la luna que ha llegado a iluminar hasta la noche más oscura de mi vida, porque cuando desapareciste, me encontré perdido, sin ningún sentido, y estoy muy agradecido por haberte encontrado, y por poder amarte y ser amado por ti.

Cuando pasaron a la parte del beso, ambos sintieron que el tiempo se detenía, y que realmente no importaba donde estuvieran, sólo importaba estar con el otro con el conocimiento de que les esperaba una gran vida por delante.

Ambos bien sabían que cuando amabas a alguien, lo hacías a pesar de sus defectos y que a pesar de ellos, sabías que sin esas pequeñas cosas no sería esa persona tan especial que era diferente de todas las otras personas.

También sabían que cuando amabas a alguien, veías todas las cosas que eran imperceptibles para las demás personas.

La historia de ambos apenas comenzaba, y no podían hallarse más felices de lo que ya estaban, todo por lo que habían pasado para estar juntos sólo los hizo más fuertes para que en el futuro pudieran enfrentar lo que se les presentara.

Fin

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Vaya, vaya, un fic terminado, finalmente.

Gracias a todos por seguir esta pequeña historia, los adoro, espero que la hayan disfrutado como yo disfruté escribirla.

Y Te Seguiré EligiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora