9:00 AM.
Había despertado para bajar a desayunar. Eran vacaciones de verano y podía darme el derecho de despertarme tarde y hacer cosas sin responsabilidad alguna. Aquella mañana al bajar de desayunar recibí prácticamente la noticia de que no iba a poder hacer lo que yo quisiera.
-Por qué yo lo digo, y punto.
Fue la respuesta de mi padre cuando le pregunté porque yo debía acompañarlo a hacer esas compras.
-Debes empezar a sentir más responsabilidad por la casa. Eres el hombre también.
-No es que no quiera, solo que no quiero ocuparme a las 4 de la tarde.
-Tranquilo, a esa hora estarás libre.
Contestó mi padre mientras terminaba de desayunar.
Seguimos desayunando en silencio, pero mi madre con curiosidad preguntó.
- ¿Saldrás a esa hora?
-Si.
- ¿Con Wendy?
Al terminar de tragar respondí como si fuera algo que quizá no debía decir.
-Con Kyle.
Vi como mis padres se miraron entre sí y hubo un momento de silencio en la mesa. No quise preguntar, pero las preguntas aparecieron incluso sin quererlas.
-¿Kyle?
Preguntó mi madre.
-Si.
Respondí como si no fuera nada, pero mi padre siguió diciendo mientras masticaba lentamente, como si eso le ayudara a pensar.
-Pensábamos que ya no eran amigos.
Miré a mis padres y no sabía por qué, pero un sentimiento de nostalgia me invadió en ese momento y con esas miradas sobre mí no ayudaban tampoco.
-Lo somos. Ya solo nos queda dos días de vacaciones, quiero pasarlas con él.
Mi madre me quedó viendo con felicidad, como si aquello lo estaba esperando desde hace ya un tiempo. Mi padre por otro lado siguió comiendo sin pausa.12 PM
Mi padre me estaba ocupando demasiado tiempo. Ya habían pasado dos horas recorriendo la ferretería solo para elegir tejas para el tejado.
-Cualquier teja está bien papá.
-¡Carajo, Stan! El asunto de las tejas es muy importante.
Sentía que daba igual. Vivíamos en un lugar de frio y humedad contaste, así sean tejas de oro igual se estropearían. Caminábamos todavía por la sección de tejas caras cuando comencé a sentirme ansioso, sentía que ya estaba contra reloj cuando dieron las 12:30 Pm. Pensaba en que iba a decir, trataba de pensar cómo empezar una conversación con Kyle sin que los dos nos quedáramos en silencios incomodos.
¿Cómo lo lograba antes?
Pensaba con intriga, hasta que mi padre me habló cuando examinaba una teja con mucho detenimiento.
- ¿Desde cuándo no se hablan tú y Kyle?
La pregunta me tomó de sorpresa, pero por suerte pude contestarla sin problema alguno, ya que siempre estuve pendiente del tiempo en el que no hablamos.
-Ya un año y un mes.
Mi padre sonrió.
-Pareciera ayer que lo teníamos todas las noches cenando con nosotros.
Sonreí al recordar aquello, pero lo que me tomó por sorpresa fue su siguiente pregunta, y esta vez me quedó viendo a los ojos, como si quisiera ver mi reacción, la cual no fue nada buena.
- ¿Por qué te alejaste de Kyle, Stan?
Su pregunta fue directa a mí, como si el supiera la verdadera razón de por qué me había alejado y solo quería confirmarla. Sonreí un poco nervioso antes de contestar, mientras con mis manos apretaba una teja que sostenía.
-No me alejé.
-Claro que sí. ¿No recuerdas que eras tú el que evitaba sus llamadas o sus visitas?
No tenía una respuesta coherente para eso. Me quedé mudo. Helado. Sin habla. Mi padre, por otro lado, parecía que tenía todas las respuestas.
-Según yo habían peleado, o si él te hubiera hecho algo, pero Kyle no mata ni una mosca.
Pero veía cosas inapropiadas.
Ese pensamiento mío me cayó como un trueno en la cabeza. Recordé la imagen que Kyle había escondido en su cajón. Esa imagen que me hacía sentir algo incómodo en la boca del estómago, como un saco de plomo que no me dejaba respirar normal, sino pausado.
-Una amistad no debe acabar mal. Deberían siempre hablar antes de acabar una amistad como la que tenías con Kyle.
-Era solo un amigo.
Respondí con enojo cuando dejaba la teja en el estante. Mi padre sonrió y susurro algo que pude escuchar con claridad cuando pasaba a mi lado para ir al otro estante a seguir viendo tejas.
-Solo un amigo que quieres volver a tener.
Había sido como un sarcasmo estúpido lanzado por mi estúpido padre, como si él supiera lo que yo estaba pasando, como si yo fuera el malo de todo eso. El malo era Kyle, por haber arruinado mi amistad y mi confianza al comprar un dibujo tan extraño de los dos. No fue hasta ese día que me puse a pensar porque debió haberlo comprado ¿curiosidad? ¿morbo? ¿pero curiosidad de qué? ¿Quería que lo pusiera en esa posición? Y de repente, como si nada, me quedé estático, viendo un punto muerto en alguna teja. La imagen me impactó. Y recordé.
Él siempre, desde que tenía memoria, me repetía que yo no respetaba su espacio personal, o decía que lo acorralaba o que le habla muy de cerca. Varias imágenes de yo encarándolo, o acercándome peligrosamente a él vinieron a mi mente. Como una ráfaga de imágenes llevadas a la superficie de mi consiente. Entonces, y solo entonces, en lo único que podía pensar era...
Él lo dibujó.
Kyle era un artista prácticamente, siempre destacaba en matemáticas, historia, arte y basketball. Él dibuja muy bien y era muy posible que esa imagen que vi en su cuarto era hecha por él mismo.
-Stan. Vámonos, ya encontré las mejores.3:30 PM.
Me estaba vistiendo para salir a la casa de Kyle, pero cada cosa que hacía o cada palabra que salía de mi boca era confusa, incluso para mí. Mi madre me reclamó al ver que en el almuerzo lo único que hacía era mover mi comida y no comerla, mi padre me llamó la atención al ver que no sostenía bien la teja y mi hermana me gritó cuando por error entré a su cuarto, pero esa confusión si me la perdoné porque nuestros cuartos están juntos.
Miré como me había quedado la camisa gris y comencé a tener nauseas. Me sentía muy nervioso y la respiración no ayudaba.
-Estaremos solos.
Recordé lo que me había dicho la noche anterior, mientras abrochaba mi pantalón. Mis manos empezaron a sudar y decidí sentarme un rato en el filo de la cama. Trague en seco y lo único que pensaba era en que íbamos a estar solos en su casa, en su cuarto.
No he estado en su cuarto hace mucho.
Pensé con nervios mientras respiraba por la boca. Me vi en el espejo de mi cuarto y pensé que lo que estaba a punto de hacer estaba mal. No debí haberme ofrecido ir a su casa, no debí haberlo acompañado a su casa y definitivamente no debí haberle dicho que iba cuando se suponía que íbamos a estar solo. Me sentía confundido y mal, pero principalmente, estaba nervioso. Llevé mi mano atrás de mi nuca solo para sobarla un poco, a ver si eso me tranquilizaba, pero lo que de verdad me tranquilizó más fue cuando mi madre me gritó desde las escaleras.
-Stan, Wendy te busca, amor.
Me erguí por completo y bajé las escaleras para ver que mi novia me esperaba vestida de una manera muy coqueta y con un chocolate en la mano. La saludé con un beso en la frente para después escuchar que quería invitarme al cine.
-Si. Vamos.
Dije apurado ante la mirada de mi madre, pero ella era madre, jamás me dejaría ir sin antes hablarme como si fuera su conciencia.
- ¿Y Kyle?
Mi padre se asomó por la puerta de la cocina y yo quedé sin habla. No sabía que responder. Wendy preguntó qué había pasado con Kyle y mi madre le contó que yo tenía ya una cita con él.
-No le digas cita, Mamá.
Dije cuando fruncía el ceño.
-Aparte cuando salga del cine algo se me ocurrirá.
Volví a decir mientras me giraba para cerrar la puerta detrás de mi novia y de mí. Salimos caminando al cine. En el cine no hice nada más que besarla, ni siquiera hoy en día recuerdo que película habíamos ido a ver. Solo lo que hacía era besarla, a tal punto en el que comenzaba a querer tocarla un poco más.
-Amor, se nota que estás muy agitado.
Dijo ella cuando se zafó de mi boca. Yo solo sonreía un poco avergonzado.
-Me encanta.
Dijo mientras me volvía a besar. Era una buena besadora, aunque no conocía ni una más sino solo ella. Pero me gustaba mucho. De verdad que sí. Me distraía mucho. Ya cuando salíamos del cine y la esperaba afuera del baño saqué mi celular de mi bolsillo solo para ver algo que me intranquilizó. Había una llamada perdida de un número desconocido, pero no era tan desconocido para mí. Era el número de Kyle. Era solo una llamada justo a las 4:25 Pm. No había más, ni un mensaje de texto, ni un buzón de voz, nada. Solo una llamada perdida. Quise escribirle o devolverle la llamada, pero no lo hice. Solo bloqueé el celular y en este se reflejó mi rostro avergonzado y estúpido.
-Vamos a casa, Stan.
Yo me levante solo para caminar en silencio. Cuando salíamos por la puerta que decía "exit" ocurrió la cosa más irónica de mi vida. Algo que jamás en mi vida había visto y que hasta él día de hoy seguía pensando que fue lo más triste que hubiera visto en mi vida. Kyle.
Kyle estaba con su hermano caminando por la acera, Wendy se volteó en ese segundo a saludar a una amiga, el hermanito de Kyle se ocupó en su celular, Kyle y yo nos vimos de frente. Duró solo unos segundos, pero parecían años. Como si fuera cámara lenta. Kyle me miró extrañado, después miró a Wendy a mi lado, desvió su mirada hacia el piso y siguió caminando. Pasó a mi lado. No me habló, no me miró de nuevo. Solo agachó su mirada y se fue.
-Stan ¿No te molestaría?
- ¿Qué?
Pregunté cuando me percaté que me había estado hablando ese corto tiempo.
-¿Qué si puedes ir solo? Quiero ir con mis amigas a comer por ahí.
No solo me parecía perfecto, sino que necesario. Ella se fue, yo me quedé y comencé a caminar sin rumbo.
Odie con mi vida su rostro de decepción, como si sus ilusiones se rompían justo al frente suyo. Odie que pudiera verme de esa manera tan triste y avergonzada. Odiaba todo lo que había pasado ese día. Odiaba al mundo por haberme puesto en el mismo pueblo que Kyle. Realmente estaba enojado.
Me tumbé en mi cama boca arriba con la respiración entrecortada, ni me cambié, ni me desvestí, lo único que había hecho había sido cerrar mi puerta de un solo golpe, lanzarme a mi cama y comenzar a odiar todo. En especial el hecho de que ese era el comienzo de un año más en el que Kyle me volvería a evitar.
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TE GUSTE O NO.
RomanceDesde pequeños Stan siempre ha estado alado de su mejor amigo Kyle, pero después de un pequeño descuido por parte de Kyle, Stan empieza a mantener una distancia. Después de dos años, vuelven a sus burlas sobre su sexualidad, su confianza y su amist...